La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional avaló la
decisión de la juez de la Audiencia Nacional
Carmen Lamela de proponer juzgar a los exdirectores generales de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Roberto López Abad y Dolores Amorós por la
venta de preferentes y deuda subordinada de la entidad.
Los magistrados Alfonso Guevara, Clara Bayarri y Juan Pablo González dictaron un auto en el que d
esestiman los recursos presentados por López Abad y Amorós, que mantenían que estos productos financieros entrañaban "ciertos riesgos" y que los preferentistas recibieron una
información "correcta y veraz" sin sufrir perjuicio en su patrimonio, según informa Europa Press.
Los jueces rechazaron estos argumentos y recordaron que los acusados prestaron declaración tras la presentación de las denuncias por parte de más de
200 afectados, además de que no sufrieron "
indefensión alguna ni vulneración" en sus derechos fundamentales durante el procedimiento.
En otro auto, la Sección Tercera confirmó que el
Banco Sabadell es responsable civil subsidiario en este procedimiento, al haber vendido el Fondo de Garantía de Depósitos al Sabadell el 100% del capital de Banco CAM por el precio simbólico de
un euro el 1 de junio de 2012.
Lamela propuso el pasado marzo juzgar a ambos ex altos cargos de la caja por delitos de estafa y un delito relativo al mercado y a los consumidores debido a las
irregularidades en la venta de estos productos tóxicos, mientras que consideró responsables civiles subsidiarios a la Fundación de la Comunidad Valenciana Obra Social de Caja Mediterráneo y el Banco Sabadell.
La CAM fue
intervenida por el Banco de España el 23 de julio de 2011 y sustituyó a sus administradores, además de aprobar una inyección de 2.800 millones de euros por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que elaboró los informes donde se describen las numerosas irregularidades cometidas por los antiguos gestores, sobre todo en la
concesión de créditos al sector inmobiliario y en la concesión de
pensiones vitalicias para la cúpula directiva.
En marzo de 2011, los gestores de la caja de ahorros, actualmente propiedad del Banco Sabadell --que se la adjudicó por un euro-- comunicaron a las autoridades financieras unos
beneficios de 38,9 millones de euros cuando tres meses después las cuentas arrojaban unas
pérdidas de 1.136 millones de euros.