El patrimonio del expresidente madrileño

Un comisario denuncia que fue “presionado” por el jefe de Asuntos Internos para cerrar la investigación del ático de González

El director general de la Policía Ignacio Cosidó saluda a Ignacio González durante un acto en Collado Villalba en 2014.

El comisario Agapito Hermes de Dios, que investigó en 2012 si el ático de lujo que alquilaba el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González era en realidad suyo, ha acusado al ex comisario de Asuntos Internos Marcelino Martín-Blas y al director general de la Policía en funciones, Ignacio Cosidó, de presionarle para que cerrara las pesquisas.

"Marcelino Martín-Blas me dijo que tenía que firmar eso, que el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, estaba interesadísimo", relató el agente en referencia a un documento que se le entregó y en el que supuestamente negaba que en las investigaciones realizadas por él hubiera indicios delictivos contra Ignacio González. Al principio, apuntó el comisario en su testimonio ante la jueza, se negó "rotundamente", pero al final cedió: "No lo ratifico en absoluto", completó el comisario a preguntas del abogado de la acusación popular de los extrabajadores de Telemadrid, Javier Carnerero.

infoLibre se ha dirigido a la Dirección General de la Policía (DGP) para tratar de obtener la versión del comisario Martín-Blas y del director general de la Policía. Un portavoz de este organismo ha rechazado hacer declaraciones sobre estas graves acusaciones ya que el testimonio se ha realizado en sede judicial: "La Policía no comenta declaraciones que han sido realizadas en una causa judicial", explicó el mencionado portavoz a este diario.

Declaración por exhorto

La declaración como testigo del excomisario de Marbella Hermes de Dios se llevó a cabo por exhorto en el Juzgado de Instrucción número 22 de Madrid, que enviará la grabación de la misma a la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Estepona, Isabel Conejo, que es la encargada de instruir el caso del ático de Ignacio GonzálezIgnacio González, en el que está siendo investigados el político, su mujer, Lourdes Cavero, y el empresario Enrique Cerezo, por presunto blanqueo de capitales y cohecho.

En su testimonio, Hermes de Dios aportó más información respecto a las supuestas presiones que sufrió para que cerrara las pesquisas, que apuntaban a que González podría ser el propietario: "El señor Martín-Blas me puso una nota delante en la que yo afirmaba que nosotros no habíamos encontrado nada delictivo en la investigación que habíamos llevado en Marbella. Entonces yo le dije que eso no era posible, que yo no podía firmar eso, pero al final sometido..." acabó firmando el documento, relató a la jueza de Madrid.

Tras ser objeto de los expedientes mencionados, según apuntó en su declaración en sede judicial, temía ser expulsado de la Policía: "Buscaban echarme del cuerpo. Porque con los dos expedientes que me incoaron me penalizaron con dos faltas graves, de diez días de suspensión. El tercer expediente que me hubieran abierto por falta grave o muy grave, hubiera supuesto posiblemente la expulsión del cuerpo", destacó el comisario, que dijo que fue sancionado "por haber investigado la propiedad del ático en el que habitaba el señor González".

"Una presión tremenda"

Pero Hermes de Dios no sólo se sintió violentado por estos expedientes, ya que aseguró haber sufrido presiones por parte de otros jefes: "Se me pasó por un despacho dónde había varios comisarios de alta graduación, no recuerdo cuáles. También estaba ahí el director operativo adjunto y se me sometió a una presión tremenda", apuntó el testigo.

El comisario fue todavía más explícito sobre el ofrecimiento que le hicieron a cambio de dar carpetazo al caso: "Se me dijo que si firmaba y si ponía en un parrafito que yo no había encontrado indicios de delito, que yo no tenía ninguna responsabilidad y que se iban a olvidar de mí y que no iba a haber problemas. Y yo con esa presión tan tremenda que tenía, viendo peligrar mi carrera y que me iban a echar del cuerpo, y temiendo por mi familia, pues al final accedí a firmar, a poner ese parrafito que evidentemente no ratifico".

Unos minutos antes de acusar a Martín-Blas y a Cosidó de las presiones, el comisario Hermes de Dios aseguró que los datos que obtuvieron "dejaron entrever que aquel ático era propiedad del señor GonzálezGonzález, bajo nuestra opinión, porque aparecían una serie de circunstancias un tanto oscuras".

Datos que posteriormente fueron conocidos, como por ejemplo que la comunidad de vecinos se pagaba desde un banco de Londres, que el precio del alquiler era muy bajo, de 2.000 euros, que era la mitad de lo que entonces se abonaba por la zona por un inmueble similar. Además, el comprador era el "testaferro" Rudy Valner, "que se presentaba a sí mismo como testaferro de empresas en Panamá, Delaware (EEUU) y diversos paraísos fiscales".

"Estaba abandonada"

Además, la empresa que adquirió el inmueble y luego se lo vende a Ignacio González, en aquella época no tenía ningún tipo de actividad económica: "Estaba abandonada y empezamos a indagar. Había datos que ya superaban nuestra capacidad de operación y entonces acudimos a la Dirección Adjunta Operativa (DAO) para remitir a los servicios centrales de Madrid la investigación".

Además, el agente Hermes de Dios aseguró haber sido objeto de una persecución de Ignacio González, que entonces era el vicepresidente del Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid: "Me denunció por revelación de secretos y ahí pasamos a la segunda fase: no solo quería echarme del cuerpo, sino que me quería meter en la cárcel".

A preguntas de los abogados de las defensas de los imputados, el comisario Hermes de Dios aseguró no recordar que en otro procedimiento judicial en Madrid alegara que no había encontrado indicios de delito contra el expresidente madrileño: "Lo transcribirían mal", espetó.

Sin embargo, el testigo aprovechó las preguntas de este letrado para lamentar la parálisis que ha sufrido el caso: "La investigación que yo inicié para saber si Ignacio González estaba relacionado con el ático no se ha acabado debido a la paralización a la que hemos sido sometidos todos los que hemos intervenido en ella. No se ha dejado investigar, hasta ahora, que está en manos de la UDEF. Cuando salga el proceso penal y de una vez se acabe la investigación, lo sabremos".

Una investigación secreta

La investigación la inició el entonces comisario de Marbella por encargo de uno de sus jefes, en concreto Miguel Ángel Fernández Chico, "en riguroso secreto y sólo la tendría que conocer el comisario José Manuel VillarejoJosé Manuel Villarejo para saber qué había de verdad en torno a la propiedad del ático".

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El propio Villarejo aseguró en su declaración como testigo ante la jueza de Estepona que "el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, le ordenó, a través del comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, que no siguiera investigando".

Martín-Blas cesó en su cargo de jefe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía después de investigar en el sumario del pequeño Nicolás a Villarejo, cuya declaración como imputado en una pieza separada del caso, que estaba prevista para este lunes, ha sido suspendida.

Precisamente, en esta pieza separada del caso Nicolay, el comisario Martín-Blas ha pedido la imputación de varias personas, entre las que se encuentra el director de infoLibre, Manuel Rico. La Fiscalía se ha opuesto a esta solicitud.

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