Elecciones 26J | Análisis de los resultados

El PP obtuvo en las grandes ciudades el mismo respaldo que en municipios más pequeños

Unos ciudadanos votan en un colegio electoral de Barcelona el 26J.

Estudios demoscópicos como los que elabora el CIS venían mostrado en los últimos meses un escenario electoral en el que los sectores tradicionalmente más dinámicos como los jóvenes, los habitantes de las grandes ciudades, los estudiantes o los altos funcionarios y ejecutivos se habían ido alejando de forma progresiva de PP y PSOE, y en el que ambos partidos sólo lograban retener de forma mayoritaria al electorado de más edad y más acomodado, el residente en núcleos de población más pequeños, a los agricultores, los pensionistas, las amas de casa...

Esta brecha comenzó a acentuarse especialmente a partir de 2015, con la irrupción de Podemos y Ciudadanos como formaciones que –según las encuestas– podían llegar a disputarle la hegemonía a las principales fuerzas de la derecha y la izquierda. Se da la coincidencia de que ambos partidos nacieron en Internet, crecieron a través de las redes sociales y las televisiones, y maduraron en las grandes capitales. De ahí que su base electoral estuviera en las grandes ciudades y en determinados sectores de la población. 

Sin embargo, ¿han confirmado los comicios de este domingo la tendencia que auguraban algunos análisis sociológicos y demoscópicos? A falta de estudios postelectorales que arrojen luz sobre el resto de variables, los resultados del 26J sí permiten analizar a fondo en qué territorios han tenido más apoyo las diferentes opciones políticas. Y la primera conclusión es clara: el respaldo que obtienen los partidos es bastante homogéneo, al contrario de lo que ha ocurrido en otros comicios.

Así, el PP obtuvo en las principales ciudades prácticamente el mismo respaldo que en municipios medianos y pequeños, el apoyo al PSOE en las grandes urbes apenas estuvo dos puntos por debajo de su media en toda España y los nuevos partidos, que maduraron en las grandes capitales, perdieron fuerza en las ciudades de más de 100.000 habitantes. 

Es decir, no se registran diferencias significativas en cuanto al apoyo alcanzado en las grandes ciudades respecto al recibido en la España periférica. En contra de la tendencia apuntada, el votante urbano no se vio en esta ocasión tan atraído por las nuevas formaciones y los partidos tradicionales tampoco se desplomaron en los municipios de más tamaño. 

El bipartidismo resiste 

Por ejemplo, el PP consiguió hacerse con el 33,23% de los votos válidos registrados en las 55 ciudades de más de 100.000 habitantes. Ese porcentaje es prácticamente idéntico (0,33 puntos más) al logrado en el resto de municipios medianos y pequeños (32,90%). Su media de respaldo electoral en toda España se situó en el 33,03%. De hecho, el PP captó en las 55 principales ciudades el 40% de la subida en votos que consiguió este 26J en comparación con los apoyos obtenidos en las generales de diciembre. En números absolutos fueron 273.664 de los 669.220 nuevos votos sumados este domingo.

También el PSOE logró resistir en las grandes ciudades, en las que recogió 1.902.406 de las 9.242.937 papeletas válidas contabilizadas en las urnas de esas 55 urbes. Es decir, el 20,58% de los votos válidos emitidos. Mientras, en las ciudades de tamaño pequeño y mediano el partido de Pedro Sánchez logró el 23,97% de los votos, apenas 3,4 puntos por encima. Su media estatal fue del 22,66%.

Estos datos evidencian, por tanto, que los socialistas lograron salvar los muebles también en las principales ciudades, donde se les presuponía un resultado nada favorable este 26J. De hecho, en números absolutos, los socialistas recabaron más votos que el 20D en 34 de las 55 urbes de más de 100.000 habitantes. Y mejoraron respecto a diciembre su respaldo electoral (medido en porcentaje de voto) en 52 de estas 55.

Los nuevos partidos y el voto urbano  

Por el contrario, ni Podemos ni Ciudadanos lograron despegar en las grandes ciudades, que son los territorios en los que vienen teniendo sus principales caladeros de votos. En el cómputo estatal, Unidos Podemos se hizo con el 21,10% de los sufragios. Pues bien, su resultado en las grandes ciudades apenas estuvo 1,5 puntos por encima de ese porcentaje (exactamentel el 22,57%). De hecho, la coalición se dejó en estas 55 urbes prácticamente la mitad de los votos que perdió el domingo con respecto a la suma de IU y Podemos en el 20D. Al mismo tiempo, en las ciudades de tamaño mediano y pequeño esta lista recabó el 20,17% de los apoyos, un porcentaje muy similar al estatal. 

El 26J y la 'fórmula Wallapop'

Al descenso en las principales ciudades contribuyó, sin duda, el revés que dieron los electores a esta candidatura precisamente en las grandes urbes en las que gobierna. Así, la coalición perdió casi 190.000 votos respecto a diciembre en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Cádiz y A Coruña. En Madrid, uno de sus grandes feudos, mantuvo el segundo puesto con el 21,18% de los votos, pero perdió casi cinco puntos y 105.600 votos. Similar fue la caída en Zaragoza, donde Unidos Podemos se hizo con el 21,84% de los apoyos, 5,88 puntos menos que lo que habían obtenido por separado en diciembre Podemos e IU.

La formación de Albert Rivera, por su parte, tampoco destacó especialmente en las grandes ciudades, donde hasta ahora había tenido mucho más tirón. De hecho, en el recuento del total estatal, el partido naranja se hizo con el 13,05% de los sufragios. Y, como en el caso de Unidos Podemos, su respaldo electoral en las grandes ciudades –medido en porcentaje de voto– apenas estuvo 1,5 puntos por encima (fue del 14,48%). Mientras tanto, en los municipios de menos de 100.000 vecinos, el porcentaje también permaneció muy estable respecto al total estatal, situándose apenas nueve décimas por debajo (12,15%). 

Especialmente severo fue el descenso de Ciudadanos en el llamado cinturón rojo, la zona industrial de Barcelona que tradicionalmente dominó la izquierda y en la que tan buen resultado consiguió en las autonómicas del pasado septiembre. La formación de Rivera empeora hasta dos puntos su resultado respecto a hace seis meses en L'Hospitalet de Llobregat (-2,54 puntos), Terrassa (-2,52), Santa Coloma de Gramanet (-2,09), Sabadell (-2,06) y Badalona (-1,98). En estas ciudades el partido naranja recabó el 20D un total de 57.000 votos, de los que ahora ha perdido casi 17.000. Es decir, un 30%. 

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