El futuro de la izquierda

Iglesias anuncia el fin del “asalto” y el intento de convertir Podemos en una fuerza “normalizada”

Iglesias anuncia el fin del "asalto" y busca convertir Podemos en una fuerza política "normalizada"

Podemos cambia de estrategia para afrontar el "cambio de ciclo" tras las elecciones del 26 de junio. Así lo anunció su secretario general, Pablo Iglesias, en una conferencia que ofreció en los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), una charla en la que Iglesias planteó que el escenario político va a sufrir una "ralentización" y que Podemos se va a convertir en una fuerza "normalizada" en los próximos años, que van a centrarse en la actividad parlamentaria.

Iglesias compareció en un curso organizado por el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Luis Alegre, y acompañado por los también dirigentes del partido Íñigo Errejón e Irene Montero. El líder de Podemos quiso utilizar un tono más académico del habitual para realizar un análisis sobre el papel de Podemos en el futuro, y su hipótesis giró en torno al cierre del ciclo abierto en las elecciones europeas de 2014. A partir de ahora, según Iglesias, se impondrán unos tiempos más calmados, en los que el papel del Congreso retomará el protagonismo y que suponen, para Podemos, "el fin de la hipótesis del blitz,blitz de la guerra de movimientos, del asalto".

"Ahora pasamos a una guerra de posiciones en la que el tiempo político se ha ralentizado", argumentó Iglesias, que señaló que "en esta fase opera una forma de entender la política mucho más convencional y con tiempos con mucho más lentos". Y eso, para el secretario general de Podemos, implica que su partido tiene que estabilizarse y hacerse ver como una fuerza política que no genere miedo a la hora de tocar poder: en sus palabras, "pasar de ser partisanos a ser un ejército regular".

"Y eso no es fácil, y nadie nos garantiza que nos vaya a ir bien", advirtió Iglesias, que admitió que le "acojona" el escenario que se plantea a partir de ahora. "Básicamente, hay dos alternativas: que después de cuatro años, o de dos o de tres, nos consolidemos y ganemos las elecciones; o bien que Unidos Podemos no funcione bien como ejército regular", sostuvo el líder del partido morado, que insistió en su tesis de que la mayor parte de los votantes que perdió Podemos entre 20D y el 26J eran abstencionistas habituales que se movilizaron en la primera cita y no en la segunda. Posteriormente fue aún más claro con sus previsiones: "puede que ganemos las elecciones en cuatro años o puede que nos demos una hostia de proporciones bíblicas", bromeó Iglesias.

En este sentido, Iglesias planteó que uno de los grandes retos de su formación es conseguir que la mayor parte de esos abstencionistas vuelvan sin decepcionar a los sectores más movilizados. "Una vez agotada la hipótesis del asalto, ya no somos outsiders"outsiders, expresó el líder de Podemos, que argumentó que parte de quienes votaron a Podemos el 20D y no el 26J lo hicieron porque el partido representaba algo diferente a las formaciones tradicionales, una novedad que ya no es capaz de ofrecer. "¿Ese millón de votos que se han quedado en casa serán capaces de votar a una fuerza que se va a convertir en una fuerza normalizada?", se preguntó.

En cualquier caso, Iglesias volvió a reafirmar su confianza en una alianza a largo plazo con IU –a la que alabó por haber levantado "las banderas frente al neoliberalismo" y por su dirección "muy renovada"– para conformar un "bloque histórico" que permita al partido morado construir un espacio estable y potente a la izquierda del PSOE. "Nosotros aprendimos en Madrid y Valencia que las cosas se cambian desde las instituciones, esa idiotez que decíamos cuando éramos de extrema izquierda de que las cosas se cambian en la calle y no en las instituciones es mentira", argumentó Iglesias, que aseguró que el objetivo de este espacio debe de ser generar un contexto "cultural" que convierta en ideas establecidas socialmente las que Unidos Podemos defiende.

El secretario general de Podemos también tuvo palabras para el PSOE, a quien pronosticó un futuro "crucial en el futuro de España" pero sin ser la fuerza hegemónica en la izquierda. "Creo que en los próximos lustros el PSOE tendrá que decidir si gobierna con nosotros o con el PP", sostuvo Iglesias, que no obstante remarcó que "su papel va a ser diferente" porque Unidos Podemos "va a ser la fuerza mayoritaria entre los menores de 40 años" y en los territorios con fuerte arraigo nacionalista. "Nosotros vamos a gobernar si nos ponemos de acuerdo con el PSOE, y eso no tiene que implicar amistad, buen rollo o cariño, pero sí hablar de España", remachó Iglesias.

Errejón apela a los sectores menos movilizados

Por su parte, el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, compartió con Iglesias que el ciclo político ha terminado y que Podemos debe cambiar para adaptarse a él. "Vamos a ganar las elecciones, pero seguramente no con el mismo Podemos que ha hecho el ciclo corto", aseguró Errejón en su comparecencia, celebrada en la tarde de este lunes. No obstante, el número dos reafirmó la vigencia de su tesis sobre la transversalidad del partido y aseguró que Podemos no debe centrarse en su nueva estrategia únicamente en las minorías más movilizadas.

El secretario de Política de Podemos compareció en la tarde de este lunes en los cursos de verano de la UCM después de que por la mañana lo hiciera Iglesias. Errejón coincidió en que el partido necesita acometer cambios –de hecho tras la comparecencia de Iglesias definió al Podemos que, a su juicio, gobernará, como un partido "menos sexy" sexypero que "dará menos miedo" a aquellos sectores que temen "el cambio"–, pero insistió en la necesidad de dar "la batalla en el terreno cultural".

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Y es que Errejón volvió a incidir en el que es uno de sus grandes planteamientos desde la fundación de Podemos: la necesidad de contar no sólo con los sectores más movilizados y organizados, sino también con los que no lo están. Para construir una fuerza ganadora y gobernar, sostuvo el dirigente, es necesario convencer a la "gente que no se emociona tanto" con Podemos, "a la que no se le ponen los pelos de punta" ni "llora" en los actos, pero que "tiene simpatía" al partido y "quiere que le demostremos que lo podemos hacer de una manera diferente".

"Vivimos en un país el que, incluso cuando hay crisis de régimen, no hay una crisis de Estado, y por tanto el monopolio de la violencia, el control del territorio, el funcionamiento de las administraciones públicas, la prestación de servicios o la garantía del orden público, siguen funcionando", argumentó Errejón, que planteó que este funcionamiento ha generado una sociedad que se siente "sujeto de derechos" de manera "individual". "Cuando alguien está enfadado lo primero que manifiesta no es 'tengo derecho porque si no los voy a echar a ustedes, porque somos el pueblo y el pueblo manda', sino que dice 'oiga, que yo pago mis impuestos'", ejemplificó Errejón.

Según el secretario de Política de Podemos, esta forma de entender los derechos de manera "aislada" provoca que una parte de la sociedad piense "a mí me tienen que satisfacer mis necesidades, y si no me los satisfacen los políticos viejos, voto a otros". "Y esta es una parte de la dimensión cultural con la que nosotros tenemos que entendernos", planteó Errejón, que analizó que estos sectores quieren "regeneración, pero sin sobresaltos" y "tienen que ser inequívocamente seducidos para el cambio, o si no no habrá mayoría popular nueva".

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