La XII Legislatura

Podemos baraja como factor principal en la caída del voto su postura ante Sánchez

Podemos analiza el efecto en el 26J de su postura ante la investidura de Pedro Sánchez

Podemos sigue analizando las razones que le llevaron a perder más de un millón de votos en las pasadas elecciones generales. Estos días, diferentes dirigentes han defendido hipótesis que culpan a factores como la campaña o la alianza con IU del mal resultado, pero fuentes de la dirección aseguran a infoLibre que Podemos ya calculaba en abril que había caído en cerca de tres puntos en intención de voto, por lo que la principal hipótesis que baraja ahora mismo el partido es que su caída tiene como explicación fundamental la gestión de las negociaciones para formar Gobierno tras las elecciones del 20 de diembre.

En los últimos días, Podemos se ha centrado en comprender el por qué de su fuerte caída en votos tras la alianza con IU en las pasadas elecciones. Pese a que todos los dirigentes han afirmado que el mal resultado no puede achacarse a una única razón, algunos como Juan Carlos Monedero se han centrado en criticar la campaña llevada a cabo por Unidos Podemos, mientras que otros como Íñigo Errejón han hecho notar que la coalición parece no haber funcionado en términos electorales, al no haber resultado en una acumulación de los votos de Podemos e IU por separado.

Por su parte, el secretario general, Pablo Iglesias, argumenta que ha sido el "miedo al cambio" el que sustenta la explicación del mal resultado de Unidos Podemos, y aseguró hace unos días que "la causa principal que explica la frustración" de sus "expectativas" y el "fracaso de las encuestas" tiene que ver con que Podemos es "una fuerza política que provoca mucha simpatía y que podría recibir el voto de personas que" no piensan que pueda gobernar, pero que provoca que estos posibles votantes se queden en casa si ven que la formación tiene opciones reales de llegar al poder.

El análisis formal se producirá el próximo sábado, en una reunión del Consejo Ciudadano –el principal órgano entre congresos de Podemos– en la que se estudiará un sondeo demoscópico coordinado por la secretaria de Análisis Político y Social, Carolina Bescansa. No obstante, la dirigente ya esbozó el pasado sábado en La Sexta Noche que Podemos tiene la certeza de que la mayor parte de los votantes que el partido ha perdido no se han ido a otras fuerzas políticas, sino que "se han quedado en casa".

Tres puntos menos en abril

"El grueso de la desmovilización que hemos tenido es anterior en el tiempo" a la coalición con IU, sostuvo Bescansa, que aseguró que en abril la mayor parte del millón de votantes perdido por Unidos Podemos ya había decidido que no los votaría. Otras fuentes de la dirección de Podemos coinciden en señalar que el partido morado está analizando esta hipótesis, que implicaría que fue la gestión de las negociaciones para formar Gobierno junto al PSOE tras las anteriores elecciones la que motivó que muchos electores decidieran no volver a votar a Podemos el 26 de junio pese a haberlo hecho el 20 de diciembre.

Estas fuentes de la ejecutiva, cercanas a Iglesias, amplían los datos de Bescansa y explican que Podemos ya calculaba en abril que había perdido en torno a tres puntos de apoyo ciudadano, tomando como referencia el 20,8% de los votos que obtuvo el 20 de diciembre. Los dirigentes consultados admiten que el partido se equivocó en el fondo y en la forma en la negociación para buscar un acuerdo con el PSOE, una formación a la que sentaron muy mal algunas actuaciones del partido morado, como las referencias a la "cal viva" que realizó Iglesias durante uno de sus discursos o el hecho de conocer la propuesta de Gobierno de coalición de Podemos a través de una rueda de prensa.

Por ello, estas fuentes sostienen que la coalición de Podemos con IU no fue la causa fundamental que hizo perder votos a la formación morada, aunque sí calculan que en torno a 120.000 personas dejaron de apoyar a Unidos Podemos por su alianza. Pero tampoco se culpa a la campaña diseñada por Errejón, si bien estos dirigentes afirman que la coalición se equivocó al no enfrentarse explícitamente a Ciudadanos durante los actos. "Centrar los ataques en el PSOE hizo pensar a la gente que no había alternativa a Rajoy", sostienen.

Unas negociaciones plagadas de choques

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De confirmarse la validez de este análisis, el motivo principal que provocó la desmovilización de los votantes habría sido la actuación de Podemos en las negociaciones para formar Gobierno, la actividad que centró la actualidad política entre enero y abril. Y es que las conversaciones estuvieron plagadas de roces, declaraciones altisonantes y choques directos entre el PSOE y el partido morado, que tardaron semanas en comenzar a negociar mientras las conversaciones de los socialistas con Ciudadanos avanzaban viento en popa.

Una vez firmado el pacto entre el PSOE y el partido de Albert Rivera, únicamente fue la mediación de IU la que consiguió que los socialistas y Podemos se sentasen en la misma mesa a negociar, aunque de forma infructuosa: mientras el partido morado insistía en un acuerdo de izquierdas junto a IU y Compromís, el PSOE buscaba que los de Pablo Iglesias se unieran a su pacto con Ciudadanos.

La tensión entre ambos partidos alcanzó su punto álgido en el debate de investidura de Pedro Sánchez, cuando Iglesias acusó al candidato de haber firmado un acuerdo positivo para los "poderosos" y los "oligarcas" del "Ibex 35" y sostuvo que a Sánchez le habían prohibido gobernar con Podemos: "Lo dijo el señor Felipe González: sí, el que tiene el pasado manchado de cal viva", argumentó Iglesias entre las protestas de la bancada del PSOE. Sánchez le respondió posteriormente:"No hace falta que vaya repartiendo carnés de buen socialista, ni tan siquiera que sea tan duro con el PP, tan sólo basta con que no vote con ellos".

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