La directora general de Tráfico, María Seguí, ha presentado su
renuncia al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien la ha
aceptado. Según ha informado el ministerio, Fernández Díaz ha agradecido a María Seguí el trabajo que ha desarrollado en los últimos
cuatro años y medio.
La dimisión se produce
diez días después de que el pasado 12 de julio el Ministerio del Interior anunciara la apertura de una "
investigación urgente" en torno a "la
regularidad de la
financiación por parte de la Dirección General de Tráfico de proyectos de investigación en el área de tráfico, movilidad y seguridad realizados por el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón de la Universidad de Zaragoza".
Desde Interior se informó de que Inspección de Servicios, dependiente de la Subsecretaría de Interior abrió la investigación urgente por "las
informaciones divulgadas por diversos medios de comunicación" acerca de este asunto.
Las primeras informaciones fueron adelantadas por el diario
El Mundo, que apuntaban a que el organismo público habría financiado
sin mediar concurso público tres proyectos de investigación sobre educación vial infantil al Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón de la Universidad de Zaragoza donde trabajaba Francisco López Valdés, marido de la directora General de la DGT, María Seguí. Fueron 49.950 euros en un año.
Además, la primera semana de julio, la
DGT cesó a su subdirectora adjunta de Conocimiento Vial, Marta Carrera, tras una
investigación abierta sobre
posibles irregularidades en la concesión de los cursos para recuperar
los puntos del carné de conducir.
Según informó entonces este organismo, la investigación se puso en marcha tras unas
escuchas entre la subdirectora adjunta y el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, en las que se oye a ambos
pactar las condiciones que serán
exigidas a las autoescuelas y que posteriormente aparecen en los
pliegos técnicos firmados por la subdirectora.
Cuatro años y cinco meses en el cargo
Seguí fue nombrada el 3 de febrero de 2012 por el Consejo de Ministros como
máxima responsable de Tráfico para sustituir a Pere Navarro, que cesó después de ocho años en el cargo. Con anterioridad ocupaba el puesto de directora general de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo de la Junta de Castilla-La Mancha y trabajó previamente en la
administración de la Generalitat catalana y el Ayuntamiento de Barcelona.
Cuando el ministro del Interior anunció su nombramiento alabó la "
magnífica gestión" de Seguí y se mostró convencido de que seguiría "la senda" de Navarro.
Hasta que María Dolores de Cospedal la fichó a finales de 2011 como directora general de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo de la Junta de Castilla-La Mancha, Seguí había desarrollado el grueso de su carrera como
investigadora, doctora en Ciencias en Política Sanitaria, que ha desarrollado en universidades españolas y estadounidenses, especializándose en la
prevención de lesiones.
"Ni un solo euro"
Al salir a la luz pública tales acusaciones, el
marido de Seguí, Francisco López Valdés,
aseguró que no ha recibido "ni un solo euro" por las presuntas adjudicaciones "
a dedo" a proyectos
en los que él trabajaba y afirmó que durante su trabajo en la Universidad de Zaragoza cobraba el sueldo correspondiente
a una beca de la Unión Europea que le exigía "exclusividad". "No me he lucrado de nada", ha añadido López Valdés, doctor en Ingeniería Mecánica.
Después de que el Ministerio del Interior haya abierto una investigación por la adjudicación por parte de la DGT de
tres proyectos a la Universidad de Zaragoza en 2012, Francisco López Valdés ha asegurado que él no tenía "ni voz ni voto en lo que pasaba" y ha sostenido que le pagaba
la Universidad de Zaragoza, "pero vía Unión Europea y participaba en los proyectos según se me pedía, pero, insisto,
no me he lucrado de nada".
"Es una acusación
torticera. Autorizo ahora mismo a que se desvele toda la
información económica relativa a mi relación con la universidad. No sé si todos darían igualmente ese consentimiento", declaró en una entrevista con el
Diario de Navarra.
El verbo "cesar", no se debe confundir nunca, con el "dimitir" (bueno y con cualquier otro verbo). Pero lo peor, es hacer ver que te vas por que estás aburrido del cargo, de tu partido, de la política y de la vida nocturna. Ja, ja..., no cuela chata.
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