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Yo no estoy tan de acuerdo con las críticas. Haití y Nepal están muchísimo más lejos que Italia y los gastos serán, casi con certeza, mucho mayores que desde Italia, por lo que aquellos casos se pueden considerar una excepción más justificadamente que éste. De cualquier forma, habría sido más justo criticar las ayudas en los casos de Nepal y Haití que criticar que ahora no se considere el caso excepcional. Me atrevo a pronosticar que el Gobierno acabará cediendo porque de esa manera se hace publicidad a sí mismo: primero necesita llamar la atención negándose y luego hace ver lo "buenos" que son accediendo a conceder las ayudas. Veremos.
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Si un terremoto no es una causa excepcional, que venga Dios y lo vea, o mejor que se lo explique a la sinrazón de este "gobierno", o lo que sea
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Ocultar 1 RespuestasToda muerte de un ser querido es una situación excepcional, en tanto a que suele ocurrir, por suerte, contadas veces en la vida. Entiendo que con "excepcional" se refieren a los condicionantes de los familiares y al alcance general de la tragedia, antes que al motivo que la provoca. Al fin y al cabo, una muerte es una muerte. Reconozco que he firmado a favor más por el apoyo a la familia que a porque lo tenga claro, pues desconozco sus circunstancias económicas, que no he encontrado en su petición. En un sistema ideal, no habría problema, pero en los tiempos que corren tal vez el Gobierno no deba hacerse responsable de repatriaciones si los familiares pueden hacerse cargo, porque en ese caso el dinero vendría mejor en otro sitio.
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
Se trata de una situación pintiparada para la demagogia. Personalmente, me causaría el mismo dolor la muerte de un ser querido tanto si es debida a un terremoto, un accidente de tráfico o cualquiera otra causa durante un viaje. No dudo, por supuesto, que hay circunstancias que hacen especialmente trágica una desaparición. Pero para la familia tan triste es perder a alguien en un seísmo o por otro accidente, ya sea en Italia o en la Columbia Británica. O se costean todos los traslados de cadáveres de cuantos españoles fallezcan en el extranjero o ninguno. Admito que puede ser visto como un ejemplo de privatización (de un servicio público inexistente, por otra parte), pero siempre he creído que se debe viajar con un seguro de enfermedad y accidentes que, normalmente, cubre los gastos de repatriación del cadáver si se da el triste caso.
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