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Resulta paradójico lo que ocurre con los partidos nacionalistas. A los que son de derechas, como este PNV y el sucesor de la antigua Convergencia catalana, lo único que les separa del PP son las respectivas "patrias". La grande y las chicas. Por ello, los 13 diputados nacionalistas de esos dos partidos apoyarán las leyes que en materia social y económica promueva el PP, si finalmente obtiene de nuevo el Gobierno de la Nación. Pero ahora no pueden investir al candidato Rajoy porque el matiz "patriótico" se lo impide. Por otra parte, los partidos nacionalistas que son, o dicen ser, de izquierdas, anteponen sus amadas "patrias" a la unidad con el resto de los que en el ámbito estatal se definen como tales, para acabar (o al menos intentarlo) con las políticas antisociales impuestas por Alemania y la UE. Y al final, como el perro del hortelano, ni joden (con perdón), ni dejan.
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Ocultar 1 RespuestasEl PNV cometió un error: se dejó querer por PSOE y PP dando valor a sus 6 diputados en diciembre, 5 en mayo. Siempre hace lo mismo: es su "agenda vasca" lo que importa, y el que la quiera negociar y pacatar con ellos en base a ella, adelante, sea un o o sea otro. Pero resulta que sus escaños no valen para nada, en ningún caso, porque la incompatibilidad PNV-Cs es mucho mayor que la UP--Cs, y ahora nos encontramos a un mes escaso de nuestras elecciones vascas y el PNV tiene que buscar como sea una salida a esa posibilidad frustrada de un acuerdo con el PP frente al resto de las formaciones políticas, salvo el PP, claro, que aborrecen al PP, en un momento en que su hegemonía absoluta ha terminado. El PNV ha cometido la gran torpeza de su indefinición, que hasta ahora, con la alternancia PP-PSOE en Madrid y su hegemonía en el País Vasco le iba muy bien, pero ahora Bildu ya es una fuerza más y ha aparecido (¡y cómo!) Podemos en el País Vasco, y ese tipo de indefiniciones, que antes no pasaban factura, ahora sí la pasan y ahora, claro, hay que tratar como sea de deshacerse de la mercancía.
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
Es paradójico que un señor que se apellida Esteban y Bravo presuma tanto de ser vasco, de la nación vasca y de que su lengua es la vasca. Si atendemos a que nación se relaciona con nacimiento, origen y antepasados, lo evidente es justo lo contrario: el señor Esteban Bravo no pertenece de ninguna manera a esa nación vasca que parece que es el fundamento único (y sagrado: sobre todo sagrado) de toda la política que defiende. Qué cosas.
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Su definición etnicista del concepto "nación" es uno más, bastante ya en desuso, por cierto, por los estragos que supuso en Europa durante la primera mitad del siglo XX
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Facilona y muy manida su paradoja, si me lo permite. ¿Dónde viene eso de que para ser vasco, gallego, catalán, etc., hay que cumplir con esos tres requisitos: nacimiento, origen y antepasados? Tengo curiosidad.
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Para pertenecer a la "nación vasca" hay que descender de vascos (o, si no, ¿a qué se insiste tanto precisamente en lo de nación y no, por ejemplo, en la Comunidad Autónoma o en el lugar en que uno está censado) y para afirmar, como hace el señor Esteban, que el vascuence es su lengua (la de él) propia, el eusquera tendría que ser su lengua materna, lo que no es el caso, como puede comprobar cualquiera que se quiera enterar. O sea, cuando el señor Esteban Bravo, de apellido paterno presumiblemente aragonés pero nunca vasco y de apellido materno soriano (eso me consta), presume de la nación vasca como FUNDAMENTO (sagrado, insisto: léase a don Sabino de Arana) de la política de su partido y cuando reclama el vascuence como su lengua propia, siendo su lengua materna el español, ¿usted no ve ninguna contradicción? Pues yo lo que no veo son pies con cabeza.
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