¿Corre algún peligro la economía si no se elige pronto un Gobierno?

El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy, sembró la duda el pasado martes durante su intervención ante el Congreso en el debate de investidura: la economía española, por el momento, sigue creciendo, pero "esto puede cambiar" si no hubiera un Gobierno pronto. "Las cosas", dijo Rajoy, "se podrían torcer y evolucionar a peor". Y no es la única previsión negativa que planteó Rajoy en su discurso: las apelaciones a aprobar lo antes posible los Presupuestos Generales del Estado fueron constantes, y si eso no ocurre peligrarían las prestaciones sociales, la financiación autonómica o las inversiones.

Y es que uno de los argumentos más utilizados por el PP durante las últimas semanas es este: es necesario elegir a Rajoy presidente lo antes posible para que no se resienta la marcha de la economía. Pese a que la propia Comisión Europea lo desmiente, Rajoy ha pronosticado posibles sanciones para España si no envía antes del 15 de octubre su proyecto de presupuestos a Bruselas, y también aseguró el martes que la forma de que España mantenga "el ritmo de creación de empleo" es recuperando "la normalidad democrática de un Gobierno en plenas funciones".

El destinatario principal de estas declaraciones de Rajoy es el PSOE, cuyos votos necesita el candidato conservador para ser elegido presidente. A él se han unido en los últimos días dos importantes diarios internacionales: hace unos días fue Financial Times quien pidió a los socialistas su abstención asegurando que "el país está en punto muerto" y "la pérdida de influencia de Madrid es palpable", y este mismo jueves The New York Times planteaba en un editorial que el PSOE debería abstenerse para evitar "cuatro meses más de Gobierno en funciones, lo que supone que no haya presupuestos, ni nuevos ministros, ni probablemente nueva legislación".

No obstante, en sus editoriales, ambos diarios resaltaban que la economía española sigue creciendo a buen ritmo. Y, contra los presagios de Rajoy, los expertos consultados por infoLibre dudan de que unas eventuales terceras elecciones en diciembre –y, por consiguiente, varios meses más con el Gobierno en funciones– fueran a hacer descarrilar el tren de la economía, ya que, afirman, si España está creciendo es fundamentalmente gracias a factores externos que no tienen tanto que ver con la acción del Ejecutivo.

"Lo cierto es que, ahora mismo, el país sigue un proceso inercial", sostiene Jorge Fabra, presidente de Economistas Frente a la Crisis. Y con él coincide Javier Santacruz, economista y profesor del Instituto de Estudios Bursátiles, que afirma que "el hecho de que haya Gobierno o no lo haya es, ahora mismo, secundario para que se mantenga el crecimiento", ya que éste depende fundamentalmente de "inercias" que se mantienen "independientemente de que el Gobierno funcione".

El turismo, los tipos de interés y el petróleo

Estos factores externos, resume Santacruz, son fundamentalmente tres. En primer lugar, la buena marcha de la economía se debe a circunstancias como el "récord de turistas" registrado en España este año, explica el economista, que recuerda que el país "se ha visto beneficiado por la situación de inestabilidad de sus competidores en el Mediterráneo", entre los que se encuentran países como Turquía –sumida en un clima de tensión política tras el golpe de Estado fallido de hace unas semanas–, Francia –que ha sufrido recientemente varios atentados terroristas– o los países del Magreb, que desde hace varios años también afrontan turbulencias.

A eso se suman la política de tipos bajos de interés aplicada por el BCE y también que los precios del petróleo se mantengan bajos desde hace un tiempo, algo que beneficia especialmente a España, que, según explica Santacruz, se trata de un país aquejado históricamente "de una fuerte dependencia energética del exterior". "Pero esta situación no durará para toda la vida, y ahora que llega el invierno, por ejemplo, el turismo se va a resentir", recuerda sin embargo el experto, que no obstante no cree que unos meses más sin Gobierno pongan en peligro la economía española.

Santacruz, en cualquier caso, sostiene que el hecho de que no haya Gobierno sí que reviste algunas consecuencias negativas más a corto plazo, fundamentalmente que "se frenan las inversiones" hasta que esté claro el signo del nuevo Gobierno. "Pero es algo momentáneo, no permanente, y se centra fundamentalmente en las inversiones que más dependen del marco regulatorio", explica el experto, que pone como ejemplo la construcción, que no obstante –señala– es uno de los que más empleo genera. "Más que una pérdida, podríamos hablar del coste de oportunidad, de lo que se está dejando de ganar", señala.

Los Presupuestos Generales del Estado

La necesidad de aprobar con urgencia unos Presupuestos Generales del Estado para 2017 fue otra de las principales apelaciones de Rajoy durante su discurso. "Quiero poner especial énfasis en la necesidad de remitir a estas

Cortes el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2017. No sólo porque constituyen el elemento central de nuestro compromiso con Europa, sino porque afectan a millones de españoles", planteó el candidato del PP al Congreso.

"Es imprescindible el cumplimiento estricto de los términos del acuerdo con Europa antes del 15 de octubre", sostuvo igualmente Rajoy en su discurso. Dirigentes del PP y también de Ciudadanos manejan esa fecha desde hace varias semanas, ya que, según aseguran, es el límite que tiene España para presentar sus presupuestos a Bruselas si quiere evitar una multa. El propio Rajoy se refirió a ello cuando afirmó el martes que, de sobrepasar el plazo "se derivarían sanciones para nuestro país".

No obstante, tal y como publicó infoLibre, la Comisión Europea desmiente que España pueda ser sancionada por retrasarse en el envío de sus presupuestos. De hecho, a lo que está obligado el Gobierno es a remitir a las instituciones europeas únicamente un borrador de sus cuentas, y Bruselas espera que en ellas esté reflejado el recorte de 5.000 millones de euros que exige para el año que viene, con el objetivo de alcanzar un déficit del 3,1%.

Pero incluso si no hubiera Gobierno para el año que viene, hay mecanismos previstos. La Constitución establece en su artículo 134 la prórroga automática de los presupuestos si no se han conseguido aprobar unos nuevos el 1 de enero de cada año, lo que se traduciría en que los Presupuestos Generales del Estado de 2016 se aplicarían también en 2017. El problema es que en esas cuentas no está contemplado el recorte que pide Bruselas, lo que podría provocar que España incurriese de nuevo en el procedimiento de déficit excesivo y se enfrentase a una multa como la que evitó el pasado mes de julio por no cumplir su objetivo. No obstante, este proceso es largo y las sanciones no se aplican de manera automática.

En este sentido, Santacruz alerta de que con los presupuestos de 2016 prorrogados sería muy complicado cumplir con los objetivos de déficit, ya que, entre otras cosas, incluyen "cifras de ingresos y de gastos que son una ficción absoluta". "Nos vamos a desviar como un 20%" entre la cifra de ingresos prevista y la que realmente ingresará el Estado este año, calcula el economista. Y es que los presupuestos, durante su tramitación a finales de 2015, fueron muy criticados por la oposición –que criticó que incluyeran proyecciones "falsas" e "importantes contradicciones contables"– e incluso por Bruselas, que aseguró que no servirían para cumplir con las metas fiscales de España.

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La subida de las pensiones, una decisión política

Pero que prorrogar los presupuestos de 2016 no sea precisamente un buen camino para cumplir con los objetivos de déficit no implica que, tal y como han deslizado miembros del Gobierno, prestaciones públicas como las pensiones vayan a quedar totalmente congeladas. Durante su discurso de investidura, Rajoy únicamente señaló que "casi 14 millones de personas perciben algún tipo de prestación pública en nuestro país todos los meses" y que "de los presupuestos dependen esas prestaciones", pero dirigentes como Soraya Sáenz de Santamaría o Javier Maroto han puesto en duda que las pensiones o los sueldos de los funcionarios puedan subir si los presupuestos se prorrogan.

Lo cierto es que, de estar el Gobierno aún en funciones el día 1 de enero de 2017, éste no podría aprobar un real decreto para autorizar la subida, como ya hizo en 2012, cuando inició el año sin tener los presupuestos aprobados. Pero, en cuanto se formase el nuevo Ejecutivo, éste podría decretar la revalorización con carácter retroactivo, según aclaró a infoLibre hace unos días Juan Antonio Gimeno, catedrático de Economía Aplicada, Economía Política y Hacienda Pública de la UNED.