Arcópoli denunció que dos chicos homosexuales fueron insultados al grito de "maricones" y uno de ellos fue
agredido físicamente por su condición sexual la madrugada del pasado viernes en la calle Menéndez Pelayo, en el distrito de Retiro. Según expone la asociación en un comunicado, se requirió
asistencia médica y denunciaronlos hechos ante la Policía Nacional.
Arcópoli relata que un coche se acercó a ambos cuando paseaban y desde dentro del vehículo les gritaron "¡maricones!¡ Largaros de aquí!". Pese a obviar los insultos, los dos ocupantes del vehículo
pararon y se acercaron a ellos con actitud amenazante.
Una de las víctimas consiguió huir pero la otra fue alcanzada y
golpeado fuertemente en la nariz. Tras el ataque, los dos agresores se volvieron a montar en el coche y abandonaron el lugar. Los chicos llamaron a Policía y Samur y fueron al hospital. Al día siguiente acudieron a interponer una
denuncia ante la Policía Nacional y se pusieron en contacto con el Observatorio Madrileño para solicitar apoyo, poniendo a su disposición desde la entidad apoyo legal y psicológico.
Según Arcópoli, este ataque se convierte en el
número 164 registrado dentro del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia en lo que llevamos de año y tras un verano con un gran número de incidentes recogidos principalmente en la ciudad de Madrid.
El Observatorio ha puesto el caso en conocimiento de Policía Municipal de Madrid, El Comisario de
Delitos de Odio de la Comunidad de Madrid y la Fiscalía de Delitos de Odio de Madrid y muestra su preocupación por una situación que "no parece mejorar sino todo lo contrario".
El coordinador general de Arcópoli, Yago Blando, subrayó que la violencia "por ser LGTB, lejos de estar erradicada de las calles de Madrid, sigue estando
muy presente". "Necesitamos medios y herramientas para poder seguir combatiéndola y prestando servicio al Colectivo LGTB. La
ley LGTB de la Comunidad de Madrid es una herramienta excepcional que se debe empezar a implementar desde ya mismo", apostilló.
Demos las gracias a los señores Obispos, y si la fiscalía no fuera un simple títere al servicio de los beatos peperos ya les habrían pasado la factura del hospital o las curas y una buena demanda por delito de odio...Pero ya sabemos que la fiscalía es el cuerpo legal pepero.
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