La situación en el PP

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El Partido Popular está viviendo internamente unos días muy complicados. A la imposibilidad de su líder, Mariano Rajoy, para formar Gobierno y a unas elecciones autonómicas en Galicia y en Euskadi a cuyos resultados fía el partido la posibilidad de otra investidura, los conservadores suman la crisis desatada tras el segundo caso Soriacaso Soria y la marcha de Rita Barberá del partido mientras se aferra el escaño. Pese a que en la formación admiten que el caso que afecta al exministro de Industria podría haber sido mejor gestionado y que el de la exalcaldesa ha salido bien a medias porque sigue como senadora, ahora respiran algo más aliviados y ponen el foco en las campañas autonómicas. Mientras, los afectados continúan en la situación en la que estaban antes de que se desatara la crisis. En sus mismos puestos y con unas condiciones que en el caso de Barberá incluso mejoran. José Manuel Soria tiene derecho legal a dos años de indemnización tras haber salido del ministerio. Y la exregidora, mientras siga en la Cámara alta, cobrará en base al régimen de retribuciones de sus señorías.

Barberá es senadora por designación de las Cortes Valencianas desde julio de 2015, un puesto que le debe al PP de la Comunidad Valenciana, que es quien la propuso. Salvo que las iniciativas que hay en marcha lo impidan, algunas apoyadas por su propio partido, la exalcaldesa tiene garantizado su escaño hasta que se celebren nuevas autonómicas en 2019. En esta XII Legislatura, como ya ocurrió en la XI, la dirección del Grupo Parlamentario Popular no le otorgó ninguna competencia especial que le suponga incrementar sus ingresos mensuales. Es, pues, una parlamentaria rasa. 

Como a todos los senadores, le corresponde la llamada asignación constitucional, equivalente a la nómina: 2.813,91 euros al mes. A ello suma, ya libre de impuestos, 1.822,38 euros por ser senadora de una circunscripción diferente a Madrid. Esta cantidad está destinada a cubrir los gastos de no residir en la capital. A ello habría que sumar los desplazamientos y una tarjeta de taxi con un saldo anual de 3.000 euros para moverse por Madrid. En total, ahora Barberá recibe del Senado 4.636,29 al mes. Pero esta cantidad se verá modificada al alza en cuanto pase al Grupo Mixto gracias a las subvenciones que la Cámara reserva a los grupos parlamentarios, tal y como adelantó este jueves Europa Press.

La asignación constitucional y las indemnizaciones las recibe en 14 pagas, mientras que los gastos de funcionamiento se perciben 12 veces. En total, Barberá se embolsará 75.000 euros anuales.

El reparto del Grupo Mixto

En esta legislatura, la Mesa del Senado actualizó el pasado 20 de julio las cantidades que corresponden a los grupos para funcionamiento. En el caso de los partidos con grupo propio, esos fondos pasan a engrosar las arcas del grupo y se destinan a el pago de asesores, material... Pero en el caso del Grupo Mixto, senadores integrantes de este grupo aseguron a infoLibre que el dinero es ingresado en la cuenta del parlamentario. Es posible que el Senado tenga que actualizar estas asignaciones con la llegada de Barberá. Pero las cantidades no variarán mucho. Según la tabla de subvenciones de la Cámara baja, al Grupo Mixto le corresponden 36.061,55 euros al mes. Con sus actuales senadores, 16, arroja un ratio de 2.253,85 por cada uno.

¿Llegarían estos 2.253,85 euros íntegramente a la cuenta corriente de Barberá?

En teoría no. Por lo general, los senadores de ese grupo pactan una cuota mensual, no obligatoria, en concepto de gastos de funcionamiento. Las fuentes consultadas por este periódico señalan que la cantidad final que podría percibir estaría en torno a los 2.000 euros. Sumados a los 4.639,29, la cantidad supera con claridad los 6.500 euros euros.

En los próximos días tiene que hacerse efectiva su baja del Grupo Popular, partido del que ya no es militante, y su ingreso en el Mixto.

Los Grupos Parlamentarios están obligados a llevar cuenta del uso que se da a estas subvenciones. Y la Cámara puede en todo momento reclamar esa contabilidad. No obstante, los senadores más veteranos no recuerdan que desde la Presidencia de la institución se haya reclamado alguna vez esa contabilidad.

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El exministro, según figura en Portal de la Transparencia, percibe 4.644,78 euros al mes. Empezó a ingresar esta cantidad el 1 de mayo después de cesar el 15 de abril tras haber mentido por su relación empresarial con paraísos fiscales. Anualmente esta cantidad le supone a Soria 55.737,36 euros, lejos de los 226.000 euros libres de impuestos que se habría embolsado si hubiera accedido al puesto de director ejecutivo del Banco Mundial para el que le había propuesto el ministerio de su amigo Luis de GuindosLuis de Guindos.

Como exmiembro del Gobierno, al igual que ocurre a los secretarios de Estado, al fiscal general, a los máximos responsables de los organismos reguladores y al jefe y secretario de la Casa del Rey, Soria tiene derecho a recibir una pensión indemnizatoria tras el abandono del cargo. Equivale al 80% de su retribución anual y puede recibirla durante dos años como máximo. Puede renunciar a ella en cualquier momento y desde 2012 es incompatible con otro salario ya sea público o privado. Si hubiese aterrizado en el Banco Mundial tendría que haber dejado de percibirlo.

Estas retribuciones son concebidas como una forma de facilitar la transición del excargo público al mercado laboral teniendo en cuenta las incompatibilidades existentes en los dos años siguientes al abandono.

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