Siete de cada diez inmigrantes latinoamericanos en España envían unos 1.000 euros anuales a sus familiares de origen

Siete de cada diez inmigrantes de origen latinoamericano residentes en España envían remesas a sus familiares de su país de origen, sobre todo a padres y hermanos, por un valor medio de unos 1.000 euros anuales repartidos en cinco o seis envíos, con picos en fechas específicas como Navidad, el Día de la Madre o el inicio del curso escolar, según el estudio 'Remesas e Inclusión financiera: Análisis de una encuesta de migrantes de América Latina y el Caribe en España'.

Según informa Europa Press, el informe, liderado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Grupo BID y preparado por Novadays S.L. en cooperación con el Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC), revela que el perfil de este inmigrante que envía remesas tiene entre 30 y 45 años, lleva más de diez años residiendo en España, tiene un empleo, tarjeta Europea, cuenta bancaria y capacidad de ahorro.

Las remesas suelen ser de una media de unos 180 euros, aunque hay fechas (como Navidad o la vuelta al colegio) en las cuales suelen enviar un extra.

Los padres y madres son los principales destinatarios de este dinero (62%), seguidos de los hermanos (34%), los hijos (15%) y los abuelos (10%).

Ya que, según el estudio, el 67% de los inmigrantes encuestados tienen cuenta bancaria en España pero no en su país de origen, el método de envío de dinero más frecuente no es el banco, sino una empresa de envío de dinero (un 84% del total de encuestados utilizan esta vía).

Puestos de baja cualificación

Si nos fijamos en la capacidad económica de los inmigrantes latinoamericanos, la mayoría ocupan puestos de baja cualificación, cobrando el 25% de ellos menos de 600 euros mensuales. Por lo tanto, tienen una capacidad de ahorro limitada. Esta dificultad para encontrar empleos que no sean de baja cualificación reside en el hecho de que la mayoría de ellos solo tienen estudios de Secundaria.

Además, el 22% se encuentran actualmente desempleados y los servicios de poca cualificación concentran el 60% de los que poseen estudios.