Tratados de Libre Comercio

El tratado comercial con Canadá se debate en Europa... pero no en España

El tratado comercial con Canadá se debate en Europa... pero no en España

El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA, siglas en inglés) está afrontando los que pueden ser sus últimos meses de negociación, aunque aún quedan varias barreras que superar. La Unión Europea no puede presumir de una unidad total en lo político y muchos de los Estados miembro están poniendo sobre la mesa sus discrepancias. En otros países los parlamentos, tanto regionales como estatales, debaten y negocian su visto bueno. Y en España, con un Gobierno en funciones desde hace 332 días, el CETA no ha pasado por el Congreso de los Diputados y el Ejecutivo apoya sin reservas un acuerdo ampliamente criticado por parte de la sociedad civil. Los portavoces de la campaña #NoalTTIP de Ecologistas en Acción Tom Kucharz y Francesca Ricciardi ofrecieron este jueves una rueda de prensa para informar sobre los últimos avances en las negociaciones del CETA y del TTIP, cuyos escollos contrastan con la actitud de total colaboración del Gobierno de Mariano Rajoy.

Durante este jueves y viernes se está celebrando en Bratislava (Eslovaquia) la cumbre de los Ministros de Comercio de los Estados miembros, un encuentro informal en el que, según la organización, se debatirá el futuro de ambos tratados: algo más cercano en el caso del canadiense y más remoto en el caso del que se negocia con Estados Unidos. Los pasos que presumiblemente se darán en las próximas semanas con respecto al CETA incluyen la reunión del Comité de Representantes Permanentes (Coreper) del 12 de octubre, en la que debería salir una decisión que se aprobaría posteriormente sin debate en la cumbre del Consejo sobre Política General del 18 de octubre. Si de aquí sale un acuerdo, la firma con Canadá se estamparía en otra cumbre el 27 de octubre. Sin embargo, no está claro que la Unión Europea logre en varios días un acuerdo entre sus filas que presentarle al país norteamericano, dado el rechazo de varios Estados. Los representantes más favorables al CETA presionan durante el encuentro de Bratislava a los países con más dudas para que cedan. 

Explica Ecologistas en Acción que Bulgaria y Rumanía siguen reticentes a dar el sí al CETA por la negativa de Canadá a levantar la obligación del visado a sus ciudadanos, Polonia se opone al sistema de resolución de controversias previsto y Grecia rechaza la débil protección al queso feta. En Alemania, el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, ha convencido a su partido (el sociodemócrata SPD) para que en su convención la formación apoye el acuerdo de libre comercio. En Bélgica, el país con un debate más intenso al respecto, los parlamentos regionales han aprobado resoluciones en contra del tratado. Y se ha discutido, entre otros lugares, en el Parlamento holandés o francés. 

Sin embargo, el apoyo del Gobierno español al CETA no tiene fisuras como tampoco tiene consenso, ya que, a diferencia de muchos de nuestros socios europeos, el tema no ha pasado por nuestro Parlamento. Desde el Ejecutivo apuestan porque la UE "no solo lo firme, sino que se aplique lo más antes posible", explica Kucharz, por lo que rechazan un aplazamiento de la firma con Canadá ante la ausencia de una postura común en las filas europeas. Pero el Gobierno español, explica Ecologistas, ha dado un paso más allá. En caso de, finalmente, estamparse la rúbrica junto al país norteamericano, el tratado comercial entraría en vigor de manera provisional, a la espera de que sea ratificado por los parlamentos de los países que conforman el club comunitario. Hay consenso, explica el activista, en dejar fuera de esa aplicación temporal lo relativo a la protección de la inversión: un capítulo en el que el CETA coincide con el TTIP en el que se propone que las empresas puedan llevar a los Estados a tribunales de arbitraje privados si ven peligrar su dinero. Kucharz asegura que España –uno de los países con más litigios abiertos en estos tribunales del mundono quiere que este apartado se excluya. Es la misma postura que defiende con respecto al acceso de los mercados europeos a los inversores canadienses y viceversa, pero en este tema coincide con la Comisión Europea. 

Kucharz, además, aseguró que el eurodiputado socialista Ramón Jáuregui está detrás, junto a otros europarlamentarios del Partido Popular Europeo (PPE) y del Partido de los Socialistas Europeos (PES, siglas en inglés), de una carta que circula entre los representantes con un contenido polémico. En principio, si la UE y Canadá firman el CETA, el acuerdo entra en aplicación provisional hasta que cada parlamento de cada país lo ratifique. La misiva pide que este último paso se suprima y que el tratado de libre comercio salga adelante solo con la aprobación de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo. 

"Estamos preocupados por la deriva de este Gobierno, que en funciones va a tomar decisiones sobre temas que nos hipotecan el futuro durante muchos años", aseguró Ricciardi. El comunicado de Ecologistas en Acción afirma que, en España, el CETA no cuenta con "ningún estudio de impacto que asegure un beneficio para nuestra economía, sociedad o medio ambiente" y que un Ejecutivo en funciones tiene una legitimidad "escasa" para tomar decisiones "de este calado". InfoLibre accedió al acta de la reunión del pasado 15 de julio del Comité de Política Comercial del Consejo Europeo, en la que España, junto a otros once países, considera este acuerdo entre el país norteamericano y la Unión Europea "fundamental, excelente o incluso el mejor tratado comercial jamás negociado". 

El TTIP no está muerto...

...pero tampoco está demasiado vivo. Es la postura que defienden los portavoces de Ecologistas en Acción, ante las voces que anunciaban su defunción, basadas en las declaraciones de dirigentes franceses y alemanes en su contra. El presidente galo, François Hollande aseguró hace unas semanas: "Francia no lo podrá aprobar (...) Hay desequilibrios evidentes". En el mismo sentido se pronunció este verano el ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, que afirmó que el proyecto "está de facto fracasado, aunque nadie lo haya reconocido abiertamente". "Estamos encantados de que señores tan serios digan lo que llevamos diciendo años, que el TTIP es un peligro", declaró en la rueda de prensa Ricciardi. Sin embargo, advierten: podría tratarse de una maniobra electoral de cara a los próximos comicios en ambos países en 2017 y una estratagema para centrarse en apuntalar el CETA. "Francia siempre ha hablado de una interrupción temporal (de las negociaciones del TTIP). Después de las elecciones no tendrían ningún problema", opina Kucharz.

El Gobierno autoriza la firma del acuerdo de libre comercio con Canadá

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Las negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos con respecto al TTIP han orbitado durante el verano, según el activista, en torno a varios puntos clave: entre ellos, el acceso de empresas estadounidenses a la contratación pública en Europa y viceversa (uno de los puntos de mayor divergencia) y la lista de denominaciones de origen reconocidas, capítulo en el que Ecologistas sospecha que Europa podría estar dispuesta a ceder. A finales del mes de agosto y a raíz de las declaraciones de los dirigentes alemanes y franceses, ministros de Comercio de Estados miembros –entre ellos España– enviaron una carta a la Comisión Europea pidiendo que reanime las negociaciones con EEUU. Los activistas estarán pendientes en el encuentro de Bratislava de la actitud de los representantes franceses, para comprobar si, como anunciaron, presionan y solicitan la suspensión de las conversaciones con el país norteamericano. Durante este jueves y este viernes se podría, en definitiva, concretar una alianza comercial firme con Norteamérica o, por el contrario, tirar todo por tierra en una paralización que se antoja definitiva.

Una semana "de acción" contra los acuerdos

La campaña #NoalTTIP, que aglutina a varias organizaciones en contra tanto del acuerdo con EEUU como del resto de tratados, ha convocado una "semana de acción" del 8 al 15 de octubre para exigir la suspensión de los "mal llamados" acuerdos de libre comercio. "Estamos convencidas de que para promover una sociedad igualitaria y respetuosa de los derechos de las personas y el medio ambiente es imprescindible replantear el sistema de comercio global que, a día de hoy, únicamente favorece la concentración del poder en manos de unas pocas multinacionales", aseguran. Ante un TTIP que languidece, centrarán sus protestas en el CETA en un mes clave para su aprobación, al menos provisional. En la capital española, Madrid, se ha convocado una manifestación el 15 de octubre que marchará desde Atocha a Cibeles. Hay convocados distintos actos en un gran número de ciudades del país.   

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