El futuro del PSOE

Los barones forzarán la dimisión de Sánchez salvo que gane la votación en el Comité Federal

Los barones críticos forzarán la marcha de Sánchez si no dimite tras una derrota en el Comité Federal

Ibon Uría

La división en el seno del PSOE crece a tres días del decisivo Comité Federal de este sábado. La fractura entre la dirección y los cargos críticos con Pedro Sánchez se evidenció este lunes, tras destapar el secretario general su plan de celebrar primarias el 23 de octubre y un congreso a principios de diciembre. El malestar aumentó este martes, cuando Sánchez anunció que no dimitirá incluso si el máximo órgano entre congresos rechaza su hoja de ruta. "Por supuesto que no dimito", zanjó en una entrevista en la Cadena SER preguntado por ese escenario.

Esa declaración sorprendió incluso en el entorno más próximo al secretario general. El lunes, Sánchez dijo en rueda de prensa "no contemplar" la posibilidad de que el Comité Federal se pronunciara "en contra de que los militantes voten". Y esa era, señalan fuentes consultadas por infoLibre, la respuesta que prevista para esa pregunta, así que el cambio de guión del líder del PSOE causó sorpresa. Sobre el fondo de la cuestión, incluso los fieles al número uno del partido admiten que una derrota en el Comité Federal generaría una situación "enormemente complicada".

El calendario objeto de votación es el propuesto por Sánchez y aprobado este lunes por el núcleo duro de su dirección –la permanente de la ejecutiva federal–, y que pasa por celebrar elecciones a la Secretaría General socialista en apenas tres semanas. Después, el nombramiento se ratificaría en un congreso federal entre el 2 y el 4 de diciembre. Como ya hiciera este lunes ante los medios de comunicación, Sánchez argumentó en esa misma entrevista que convocar el cónclave es necesario para zanjar el debate sobre si los diputados socialistas deben dejar gobernar al PP, una "cuestión esencial".

El secretario general insistió en que hay dirigentes de su partido que plantean "permitir un Gobierno de la derecha" y que no le pueden "imponer" una decisión que él rechaza. "¿Por qué lo llaman reflexión cuando quieren hablar de abstención? Va siendo hora de poner las cartas encima de la mesa, debe tomarse una decisión y que se cumpla", dijo. En ese sentido, Sánchez se mostró partidario de negociar un "Gobierno alternativo" con Unidos Podemos, Ciudadanos y con "capacidad de hablar" con los nacionalistas, y dijo necesitar para ello "a todo el partido detrás".

Máxima indignación

El anuncio de Sánchez de que no dimitirá causó un amplio malestar entre los cargos distanciados de la dirección federal. En ese sector  están alineados seis de los siete presidentes autonómicos socialistas –todos salvo la balear Francina Armengol–. Fuentes de una de las federaciones críticas aseguran que el secretario general hace "regates propios de las Juventudes Socialistas" y que demuestra "poca cultura democrática" al querer seguir al frente del partido aun en el escenario de que el máximo órgano "tumba sus planes". "Si eso te pasa, te tienes que ir", añade un cargo de confianza de la andaluza Susana Díaz.

Entre los críticos también se afirma que el planteamiento de Sánchez es "malévolo", pues da a entender que esos cargos quieren "beneficiar al PP". Estas voces se manifiestan "absolutamente indignadas" con esa estrategia del secretario general. "Está mintiendo, empleando argumentos falaces y denostando a compañeros que sí ganan elecciones, no como él", dice un cargo de este sector. "Estamos a favor de pactar con Podemos, pero no con los independentistas", añaden fuentes de la federación valenciana que pilota Ximo Puig y que recuerdan, además, que el propio Puig gobierna la Comunitat gracias al apoyo del partido morado y Compromís.

Salvo que Sánchez logre imponerse en la votación del Comité Federal de este sábado, los críticos están decididos a poner fin a su etapa al frente del partido. Afines y detractores del número uno se atribuyen a estas horas la mayoría en ese órgano, compuesto por casi 300 miembros. Los fieles al secretario general dicen tener una veintena de votos de ventaja. Sus contrarios aseguran sacarle más de cincuenta apoyos.

En cualquier caso, por si el secretario general intenta seguir adelante, los críticos barajan distintas opciones para forzar su marcha. Esas opciones son derrotarlo este sábado, que dimita más de la mitad de la Comisión Ejecutiva federal, una moción de censura o una resolución de reprobación. Hasta que se celebre el Comité Federal, los críticos buscarán desgastar y debilitar a Sánchez. Este martes, el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara dijo que "probablemente" dejaría el PSOE si Sánchez pactara con independentistas. En la reunión del grupo parlamentario socialista, la mayoría de intervenciones también fueron críticas.

Semanas clave

Los críticos creen que ganarán la votación de este sábado y paralizarán la convocatoria de las primarias y el congreso. En ese escenario, dice un dirigente del PSOE andaluz, a Sánchez "no le quedará más que irse". El partido quedaría previsiblemente pilotado por una gestora. "Si pierde, su propuesta quedará completamente desautorizada y se tendrá que ir", apunta un cargo de otra federación distanciada de Ferraz. Algunas voces de este sector también dudan de que la convocatoria del Comité Federal se haya realizado de acuerdo a las normas internas. A su juicio, debería haberla hecho la Ejecutiva al completo y no la Permanente –su versión reducida–, de modo que no descartan una cuestión de orden a la mesa del comité para que resuelva esa cuestión.

La mesa, entre otras cuestiones, también podría decidir que la votación sobre los planes de Sánchez de convocar primarias y el congreso fuera secreta si así lo pidiera algún miembro del órgano. Si no, fuentes de la dirección señalan que las votaciones son siempre públicas y a mano alzada. La citada mesa está integrada por la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez –de la máxima confianza de Susana Díaz–; Rodolfo Ares, histórico del PSE e integrante de los últimos comités de campaña y del grupo negociador designado por Sánchez en la pasada legislatura; y Núria Marín (PSC), alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

Está, por otro lado, la posibilidad de una moción de censura. Para que fuera debatida se necesitarían el 20% de las firmas del Comité Federal. Para que tuviera efecto, deberían respaldarla la mitad más uno de los miembros de ese órgano. Sin embargo, en principio, no podría plantearse este sábado. El motivo es que el comité convocado es de carácter extraordinario, por lo que no pueden incluirse asuntos no previstos en el orden del día. En Ferraz aseguran que eso es lo que marcan las normas. Otras fuentes del PSOE señalan que, dada la gravedad del tema, podría plantearse a la mesa el asunto para que tomara una decisión. "Hay bastantes dudas legales sobre esto", comenta una fuente del sector crítico.  Si no pudiera debatirse la moción de censura en este comité federal, los críticos tendrían la posibilidad de forzar una nueva convocatoria de ese órgano recabando la firma de un tercio de sus integrantes.

Susana Díaz se pone a disposición de sus compañeros del PSOE

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Finalmente, los contrarios a Sánchez podrían descabalgarlo del liderazgo del partido haciendo dimitir a la mitad más uno de los miembros de la ejecutiva federal. El artículo 36 de los estatutos del PSOE prevé que en ese escenario el Comité Federal deberá convocar un congreso extraordinario para elegir una nueva dirección del partido. La ejecutiva está formada por 35 dirigentes, de modo que para forzar la salida de Sánchez tendrían que dimitir 18 de ellos. Los críticos están convencidos de tener las firmas necesarias, pero aseguran que prefieren esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos antes de activar ese mecanismo.

Sea por el mecanismo que sea, fuentes del PSOE andaluz pronostican que Pedro Sánchez perderá la Secretaría General del partido. Cuestionan su "estrategia de marketing barato" y le acusan de "dividir al partido". "Con la convocatoria del congreso está planteando un duelo a vida o muerte a las siete de la mañana", censura un dirigente cercano a Susana Díaz. Fuentes de otras federaciones críticas, como la valenciana, aseguran que "Sánchez no sale de esta".

En Ferraz, en cambio, aseguran que los barones "no van a conseguir tumbar a Pedro". "El calendario de las primarias va a salir adelante y sólo se presentará él", asegura una fuente próxima al número uno del PSOE, que critica las "deslealtades" de los cargos regionales. "Pedro está convencido de que los números le salen y harto de las continuas deslealtades estos meses, que han rozado el insulto", añade un cargo de la dirección federal cercado al líder socialista. El clima de división es total.

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