Comunitat Valenciana

Antimilitaristas dejan escombros en el consulado de Rusia en Valencia en protesta por la guerra en Siria

Sergi Tarín

A las 13.00 es la hora convenida. Media docena de antimilitaristas del MOC (Movimiento de Objeción de Conciencia) enfilan las escaleras hacia el consulado honorario en Valencia de la Federación de Rusia. Visten monos y cascos blancos, como las brigadas auto-organizadas de protección civil en las zonas liberadas de Siria, donde se dedican a rescatar ciudadanos entre las ruinas. “Esta es un acción pacífica”, anuncia Carlos a los cuatro trabajadores que, atónitos, se asoman a las puertas de los despachos. Mientras, un par de activistas vuelcan sacos de escombros junto a la puerta del cónsul honorario, Ramón Congost, ausente en ese momento. “Esto es un protesta por lo que está sucediendo en Siria con la colaboración del gobierno ruso”, prosigue Sergio.

Es una acción fugaz, unos 15 minutos. “¡Voy a vuestra casa a dejar mierda!”, se exalta uno de los trabajadores mientras los antimilitaristas abandonan el consulado dejando atrás el montículo de escombros. Una vez abajo vierten más piedras y despliegan una pancarta con el lema: “Save Aleppo”. Es en esta ciudad siria, en manos de milicias rebeldes, donde se concentra la campaña más cruenta de bombardeos del ejército sirio con apoyo de aviones rusos, que se sumaron a la guerra justo hace un año. “Alepo lleva varios días sufriendo una ofensiva aérea salvaje, causando un media de más de un centenar de fallecidos diarios, cientos de heridos y la destrucción total de la infraestructura sanitaria y de protección civil de los barrios rebeldes, donde se calcula que quedan alrededor de 300.000 personas”, explica la nota de prensa elaborada por el MOC.

Cifras pavorosas

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De hecho, las últimas jornadas, tras el fracaso del alto al fuego la semana pasada, han sido especialmente violentas para la población civil de Alepo. Y han supuesto un nuevo fracaso para el encauzamiento de la paz en Siria, en guerra desde 2011. Un tiempo que deja cifras tan elocuentes como pavorosas. Según el Observatorio Sirio de Derechos humanos, 360.000 personas han muerto y la esperanza de vida ha caído en 20 años, de los 75 a los 55, señala Naciones Unidas. Además, Siria es el país con más desplazados internos: 6,6 millones. Y el segundo con más refugiados, 4,8 millones, solo por detrás de Palestina. Fronteras adentro, el 80% de la población vive en la pobreza.

Unas cifras que el MOC ha querido poner de relieve frente al consulado de Rusia, país aliado del presidente sirio Bachar El Asad, a quien vende armas y cuyo pacto geoestratégico le permite contener a los opositores que se afanan por extender la revuelta a las repúblicas rusas del Cáucaso. Un conflicto, denuncia el MOC, que ha sobrepasado los límites de lo humano: “Más de 600 civiles muertos y más de 1.600 heridos por causa de los bombardeos en apenas una semana de intensificación de los ataques. No hay agua. Los hospitales están abarrotados. Los cirujanos atienen a los pacientes directamente en el suelo”.

Cabe decir que esta acción se enmarca en una campaña internacional, este fin de semana, con actos en diferentes países para condenar la guerra en Siria y la participación, junto al gobierno de El Asad, de potencias como Rusia. Por su parte, los activistas del MOC volverán a concentrarse a las puertas del consulado ruso en Valencia el próximo lunes a las 19.00 horas.

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