Refugiados

Amnistía denuncia que hay una “insuficiencia grave” de fondos para ayudar a los refugiados

Amnistía Internacional alerta en su último informe de que hay una "insuficiencia sistemática y grave" de fondos para afrontar la crisis de los refugiados. La ONG denuncia en el documento Atajar la crisis global de refugiados: de eludir a repartir la responsabilidad [consultar en PDF] que las peticiones de ayuda que la ONU y las organizaciones que trabajan en el interior de Siria y en los países vecinos han lanzado los Estados no están siendo satisfechas.

De hecho, la organización subraya que de los 4.539 millones de dólares reclamados en el inicio del año para ayudar a los 4,7 millones de personas que se prevé que estarán refugiadas en países vecinos al finalizar 2016, así como para cuatro millones de personas de las comunidades que les acogen, y para apoyar a 13,5 millones de sirios desplazados y afectados por el conflicto en el interior de su país se ha recaudado apenas un 49%. Los datos oficiales se pueden consultar aquí

Amnistía denuncia también que el plan de respuesta para la crisis que en Burundi ha empujado a más de 265.000 personas a huir a los países vecinos de Ruanda, Tanzania, la República Democrática del Congo, Uganda y Zambia sólo ha logrado el 37% de financiación de los 62,3 millones de euros reclamados. 

La falta de fondos explica, entre otros factores, la precaria situación a la que se enfrentan gran parte de los 21 millones de personas refugiadas que hay en el mundo. Según la organización, los países ricos han demostrado una "absoluta falta de liderazgo y responsabilidad" al dejar que sólo diez países –que representan menos del 2,5% del PIB mundial– reciban al 56% de la población refugiada del mundo

En este sentido, Amnistía denuncia que unos pocos países se ven obligados a hacer mucho más de lo que les corresponde por su proximidad a zonas de crisis, lo que a juicio de la organización genera una situación intrínsecamente insostenible y aboca a un sufrimiento y miseria intolerables a los millones de personas que huyen de la guerra y la persecución en países como Siria, Sudán del Sur, Afganistán e Irak. 

En esta línea, el documento resalta que el Reino Unido ha recibido a menos de 8.000 sirios desde 2011, mientras que Jordania —con una población casi 10 veces menor y el 1,2% de su PIB— alberga a más de 655.000. También pone el ejemplo de Líbano, que con 4,5 millones de habitantes, una extensión de 10.000 kilómetros cuadrados y un PIB per cápita de 10.000 dólares estadounidenses, da cobijo a más de 1,1 millones de refugiados sirios, mientras que Nueva Zelanda, que tiene la misma población pero cuenta con una extensión de 268.000 kilómetros cuadrados y un PIB per cápita de 42.000 dólares estadounidenses, a día de hoy sólo ha recibido a 250.

En contraposición, la organización resalta el ejemplo de Canadá, que ha reasentado desde otros países a cerca de 30.000 sirios. Casi dos tercios de los reasentamientos fueron patrocinados por el Gobierno canadiense y cerca de 11.000 más se hicieron con acuerdos de patrocinio privado. Además, la ONG asegura que a finales de agosto de 2016 se estaban tramitando otras 18.000 solicitudes principalmente desde Líbano, Jordania y Turquía.

Críticas a la UE y los Estados miembros 

En paralelo a estos datos, la ONG denuncia que la UE y sus Estados miembros no han dado con una solución "coherente, humana y respetuosa con los derechos humanos" ante los cientos de miles de refugiados y solicitantes de asilo que emprenden viajes plagados de peligros. En 2015, más de un millón de personas refugiadas y migrantes llegaron a Europa por mar; se teme que casi 4.000 murieran ahogadas. En los primeros nueve meses de 2016 ya ha habido más de 3.500 víctimas mortales.

En este sentido, Amnistía Internacional denuncia que la UE y los Estados miembros se centren en "soluciones" como el "ilegal y desastroso" acuerdo firmado con Turquía o la negociación de acuerdos con países como Libia y Sudán. Y afea a "la mayoría de dirigentes europeos" haber preferido atender a las manifestaciones de animadversión hacia los inmigrantes y de preocupación por la supuesta pérdida de soberanía y a las amenazas para la seguridad.

"La externalización de los controles de migración de la UE se están convirtiendo en un peligroso juego de transacciones en el que paga a los países para que mantengan a estas personas fuera de la UE y se hace caso omiso del coste humano", añade el informe. 

Rutas más seguras y legales 

Como propuestas de solución, la ONG insta a los países a abrir rutas más seguras y legales para que los refugiados puedan llegar a la UE y pedir asilo sin tener que hacer peligrosos travesías por mar en embarcaciones abarrotadas o caminar cientos de kilómetros llevando a sus hijos y todas sus pertenencias. "En lugar de tener que entregar los ahorros de toda su vida a los traficantes, podrían usar su dinero para usar su dinero para empezar una nueva vida", señala la ON

En esta línea, Amnistía Internacional mantiene que abrir vías seguras para cruzar las fronteras supone también proporcionar a estas personas visados humanitarios para que puedan viajar sin riesgos y pedir asilo a su llegada. Asimismo, insta a los Estados a repartir las responsabilidades respecto a la acogida de refugiados de forma más equitativa basándose en la capacidad objetiva de cada Estado. 

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