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Crisis en el PSOE

Los militantes del PSOE exigen de forma mayoritaria que les consulten sobre la abstención

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Ibon Uría

No se puede "construir una barricada ética ni moral" frente al PP porque hay que "respetar" a los ocho millones de españoles que les han votado. "Tengo la sensación de que me entienden más fuera que dentro [del PSOE]". Estas dos frases, pronunciadas en los últimos días por el presidente de la gestora del PSOE, el asturiano Javier Fernández, han encendido los ánimos de los críticos del partido y han dado alas a quienes se oponen a la nueva mayoría que gobierna la formación desde la dimisión, hace ahora casi dos semanas, del secretario general Pedro Sánchez.

En el seno del PSOE la sensación más extendida es que la gestora ha puesto rumbo lentamente hacia la abstención, que se concretará previsiblemente en un Comité Federal que aún no tiene fecha, pero que deberá celebrarse el domingo 23 a más tardar. Enfrente, mientras tanto, en las últimas horas se suceden las declaraciones de cargos regionales a favor del no, capitaneados en esta ocasión por el exlehendakari y ex presidente del Congreso Patxi López, de quien los nuevos inquilinos de Ferraz dicen que intenta perfilarse como candidato a secretario general.

El no a Rajoy es, igualmente, la postura más extendida entre los casi 200.000 militantes socialistas. En muchas de las 3.500 agrupaciones del partido se celebran estos días asambleas donde la cuestión de la investidura está muy presente. Los afines a Sánchez aseguran que en ellas queda patente el "divorcio total" entre las bases y los planes de la gestora. Y si el rechazo al PP está muy extendido, dicen, más aún lo está la exigencia de que los militantes sean consultados para decidir el voto en la investidura. La dirección provisional, por su parte, resta cierta importancia a estos movimientos.

"Javier se está luciendo"

El asturiano Javier Fernández, que tomó las riendas del PSOE tras el convulso Comité Federal del 1 de octubre, es uno de los hombres más respetados en el partido. Pero sus últimas declaraciones no han gustado. El martes tachó de "oceánica" la corrupción del PP, pero rechazó hacer una "barricada ética" frente al partido de Rajoy. Los críticos recuerdan que esta semana desfilan por los juzgados los acusados de la Gürtel. El considerado jefe de la trama, Francisco Correa, declaró este jueves haber favorecido a empresas que financiaban al PP y haber pagado a Bárcenas comisiones ilegales "en Génova", la sede del partido.

A la gestora socialista se le preguntó poco después por cómo afectan a la posible abstención en la investidura de Rajoy estos casos de corrupción. "Vienen a confirmar lo que se sospechaba (...). Nos preocupa como ciudadanos", dijo el portavoz de la dirección transitoria, Mario Jiménez, que agregó que el PSOE decidirá su posición final "teniendo en cuenta todos los elementos". ¿Entonces, los escándalos de corrupción no dificultan que el PSOE sea quien abra a Rajoy la puerta de la Moncloa? "Lo que está pasando ya lo conoce todo el país, lo sabe toda la sociedad y en especial el PSOE", replicó el diputado Pedro Saura a laSexta.

Las palabras de miembros de la gestora sobre la corrupción no son lo único que irrita a los críticos, a los partidarios de Sánchez o a los defensores del no. Un día después de su negativa a levantar frentes contra el PP, el presidente de la gestora comentó, durante los actos oficiales con motivo de la Fiesta Nacional, que tiene la "sensación" de que le "entienden más fuera que dentro" de su propio partido. "Si le entienden más los de fuera que los de dentro, es que tenemos un problema muy serio y que alguien está perdiendo el norte", dice a infoLibre un secretario general regional crítico con la gestora.

Incluso entre cargos de la gestora se admitía que las frases de Fernández "no fueron muy afortunadas". Pero lo cierto es que el malestar era especialmente palpable entre quienes defendieron hasta el final a Sánchez. "Javier se está luciendo. Desde luego, los nuestros no le entienden", dice un diputado. "La frase de Javier es para hacérsela mirar", comenta otro parlamentario socialista, que le afea una cierta "tolerancia" hacia la corrupción del PP. "Quien le entiende fuera a Javier es que no va a votar al PSOE en la vida", resume gráficamente un secretario provincial.

Las voces del no

El debate sobre la abstención, en cualquier caso, aún no se ha abierto de forma oficial. Pero en las últimas horas la toma de posiciones está siendo más palpable. Los miembros de la gestora, de momento, se limitan a poner el acento en la necesidad de evitar unas terceras elecciones, tanto con el argumento de que es inconcebible que España se vea nuevamente abocada a las urnas como con el de que esos eventuales comicios cogerían al PSOE en una situación de máxima debilidad: sin candidato, con el partido fracturado... Mejor pasar a la oposición, reconstruir el proyecto a medio plazo y abrir un nuevo ciclo, argumentan.

A su favor cuentan, siempre según fuentes de la gestora, con la mayoría de los diputados del grupo parlamentario y de los integrantes del Comité Federal. Tras realinearse en las últimas semanas, aseguran, ya son más los dispuestos a cambiar el "no es no" por la abstención que quienes se aferran a la posición que, por ahora, sigue oficialmente vigente. Estas mismas fuentes de la nueva cúpula del PSOE admiten, eso sí, que todavía no han decidido "cómo plantear el próximo Comité Federal", cómo encarrilar el debate en esa reunión para hacer virar el partido hasta permitir gobernar a Rajoy.

Enfrente se multiplican las voces que apuestan en público por el no. Especialmente activo en los últimos días está siendo el exlehendakari Patxi López, ahora diputado por Bizkaia. Dos entrevistas en 48 horas. Este jueves, en Radio Euskadi: "Lo primero" que hay que pensar, dijo, es si los electores votaron al PSOE para "permitir un Gobierno del PP" y "blanquear" su corrupción o para ser "alternativa". "El PSOE tiene que ser coherente", añadió. El miércoles, en El Correo, donde aseguró que los socialistas no pueden "avalar un Gobierno de la derecha" porque eso condenaría al PSOE a "la irrelevancia".

En la gestora hay un enfado notable con López. "Está jugando a ser secretario general", dice una fuente de la dirección del partido a infoLibre. Ese mismo cargo agrega que causa cuanto menos sorpresa que "alguien que fue lehendakari con los votos del PP" sea ahora quien abandere la causa del no a Rajoy. El dirigente vasco, en cualquier caso, no es el único: la presidenta balear Francina Armengol advirtió este miércoles de que defenderá el no en el Comité Federal, y otros barones consultados por este diario también mantienen esa posición: "No tengo ninguna duda en el no", dice uno de ellos.

Ese es también el sentir del PSC. Los dos aspirantes a dirigirlo tras las primarias que se celebrarán este sábado –el actual primer secretario Miquel Iceta, y la alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet Núria Parlon– apuestan firmemente por el no. En la gestora de Ferraz se admite que la posición de los socialistas catalanes es un verdadero "problema" que preocupa a la cúpula del partido. Fuentes de la dirección del PSC consultadas por este diario subrayan que "el no es casi unánime" entre las bases, que el PSOE no puede "imponer disciplina de voto al PSC" y que aparecer junto al PP "hundiría" al partido en Cataluña de forma "irremediable".

Las demandas de las bases

"Estos días hay asambleas porque estamos eligiendo delegados para nuestro congreso, y el tema de la investidura se cuela, claro. Yo he estado en varias y en general, aunque hay de todo, el no es muy mayoritariono ", afirma a este diario un integrante de la Comisión Ejecutiva del PSC. Un dirigente autonómico también crítico con la gestora dice que la nueva cúpula "no quiere debate" y que está "completamente desconectada de la realidad de los militantes". "Estamos noqueados y la gente está tremendamente enfadada: no entienden que su partido vaya a ser el que entregue el Gobierno a la derecha", añade.

Diputados críticos de distintas circunscripciones también aseguran que, en sus territorios, el voto contra un nuevo Ejecutivo conservador es la opción que gana por goleada entre las bases. "Los militantes se sienten defraudados y engañados por este viraje, nunca había visto a mi gente así. Y el electorado creo que tampoco está por la abstención. Yo creo que ahora perderíamos otro millón o millón y medio de votos", asegura un parlamentario afín a Sánchez. "Nadie dice a la abstención, [los cargos de la gestora] no representan a lo que tendría que ser el PSOE", añade otra diputada del círculo próximo al ex secretario general.

"El no a Rajoy es una constante en las asambleas. Nuestra militancia apuesta por el socialismo transformador, y las élites del partido son en cambio socialistas de gestión. Muchos de nuestros votantes se han ido a Podemos. Estábamos trabajando en recuperarlos y ahora les vamos a dar razones a quienes siguen a nuestro lado para la ruptura total. La gestora no ha ponderado las consecuencias. ¿Acaso se han olvidado de 2010? La gente no va a olvidar esto. Y a nosotros a ver qué cara se nos queda el día de la investidura, cuando Rajoy se levante y el PP le aplauda a rabiar", dice un secretario provincial.

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Fuentes de la gestora, por su parte, restan alguna importancia a esas asambleas. Admiten que "está habiendo ruido", pero aseguran que es "mucho menor" del que los críticos con la nueva dirección aseguran. Hay "cierta preocupación", según la cúpula del PSOE, porque una buena parte del partido sigue anclada en el no, pero en ningún caso "alarma". En esa misma línea, estas fuentes comentan que las asambleas sólo se producen en los lugares que controlan cargos críticos, precisamente con el fin de visibilizar el enfado de buena parte de las bases.

Los cargos del sector del partido que defiende el no, por su parte, afirman que el movimiento no es teledirigido sino "espontáneo", en palabras de un secretario provincial. Y todas las fuentes consultadas coinciden en que, por encima del respaldo que tiene el voto contrario a Rajoy, entre los militantes se ha extendido más si cabe la exigencia de una consulta sobre el voto en la investidura. "La gestora lo evita porque sabe el resultado, quieren anestesiar el debate", dice un secretario general autonómico. La gestora, por ahora, no contempla la opción.

La dirección provisional tampoco se ha pronunciado hasta ahora sobre la recogida de firmas que promueven una serie de militantes y cargos, entre ellos el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez Salas. De recabar la rúbrica de la mitad más uno de los militantes, los promotores de la iniciativa podrían reclamar la convocatoria de un Congreso Federal extraordinario para elegir a un nuevo secretario general en primarias. Rodríguez Salas afirmó este jueves tener ya unas 70.000 de las aproximadamente 95.000 firmas que serían necesarias para ello, aunque es cierto que, incluso entre los partidarios del no consultados por este diario, hay cierta desconfianza en torno a cuestiones como la validez de todas las firmas o la efectividad de cómo se ha organizado la búsqueda de firmas.

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