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La nueva legislatura

El mensaje del PP a la oposición horas después de la investidura: o colaboran o elecciones

El PP ya pone condiciones al PSOE y amenaza con nuevas elecciones si no hay estabilidad

Durante semanas, Mariano Rajoy se refugió en el silencio para que no se le torciese la investidura. El PSOE tenía que reunir a su Comité Federal y tomar una decisión ya sin Pedro Sánchez al frente y el jefe de los conservadores no quería añadir más presión a un partido que se deshacía por todos los lados. Máxime cuando de ello dependía su futuro. La consigna era prudencia y cero condiciones. Y a quienes en su partido amagaron con poner alguna exigencia al PSOE, además de la abstención, se les desautorizó. Ahora, los conservadores han dado un giro importante de estrategia que ya afloró en el discurso de Rajoy del pasado sábado, a minutos de ser investido. Y los suyos le han seguido.

Este lunes, cuando no habían transcurrido ni 48 horas desde que la abstención de 68 diputados del PSOE acabó con la interinidad del mandato de Rajoy,destacados dirigentes del PP salieron a reforzar el discurso de su jefe de filas del sábado poniendo el énfasis en las líneas rojas y admitiendo de forma clara que habrá elecciones de nuevo en breve si la oposición –la apelación principal es para los socialistas, el grupo más numeroso– no actúa de forma "constructiva".

Una de estas voces autorizadas fue la del número tres del partido, Fernando Martínez-Maillo. El vicesecretario de Organización del PP sostuvo, en un entrevista concedida a Antena 3 que la legislatura será "tremendamente corta" si es "una competición a ver quién hace más oposición". 

Se trata de un argumento que, hasta la fecha, habían explotado poco los conservadores en público. Pero, más allá del argumentario, es una opción real. El arma que tiene Mariano Rajoy si la legislatura se le hace ingobernable. El jefe del PP es presidente con plenos poderes desde que este lunes juró su cargo ante Felipe VI. Esta condición le otorga la potestad de disolver las Cortes y que, posteriormente, se convoquen nuevas elecciones. La Constitución fija que ha de pasar un año entre la última disolución de las Cortes y una nueva disolución (salvo en los casos en los que el Congreso no logre investir a un candidato, como pasó antes de las generales del 26J).

Así las cosas, Rajoy podría disolver las Cortes a partir del 3 de mayo. Es decir, que podría haber elecciones en siete meses

La "descripción de la situación"

Los cargos del PP consultados subrayan que con estas declaraciones no están amenazando al resto de grupos con la posibilidad de que a mediados de año tengan que ponerse a preparar otras generales. Sostienen que están "describiendo la situación" y las posibles derivadas de la misma.

Los conservadores son conscientes de que el PSOE, profundamente dividido tras la marcha de Pedro Sánchez y la votación en su investidura no quiere ahora ni oír hablar de elecciones. Con una gestora al frente, los socialistas tienen que convocar un congreso para resolver su liderazgo. Y, pese a las presiones del ahora llamado sector crítico para que el cónclave se celebre cuando antes, la nueva cúpula quiere dilatarlo.

También creen que, en todo caso, ellos no serían los que peor parados saldrían de unas terceras elecciones. Esta tesis sobrevoló en el discurso pronunciado por Rajoy el miércoles, el primer día del debate. "No sé si es lo que más nos conviene como grupo o lo que más nos perjudica. No sé si nos convendría más aguardar mejores coyunturas. No me interesan estas consideraciones. Me basta con saber que España lo necesita ya. Y esa es para el Partido Popular suficiente razón".

Pero también sobrevoló esa posibilidad de unas terceras elecciones en su último discurso del pleno, el que pronunció una hora antes de obtener la confianza de la mayoría de los diputados. "Se abren ante todos los españoles grandes perspectivas... si no las estropeamos, bien porque no haya gobierno, bien porque no se le deje gobernar, que tanto da uno como lo otro", subrayó.

La clave: los presupuestos

Según recalcó Martínez-Maillo, la abstención "es perfectamente compatible con la oposición y ésta es perfectamente compatible con que haya entendimientos básicos". Entre esos "entendimientos básicos" de los que habló el dirigente conservador fijó a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). "Los Presupuestos son la clave, si no, no hay Gobierno", señaló el vicesecretario de Organización.

Más allá de los Presupuestos, retomó parte de los argumentos del discurso de Rajoy del sábado. Las líneas rojas. En la misma entrevista, Martínez-Maillo sostuvo que su partido no está dispuesto a gobernar para aplicar el programa electoral de la oposición. Sería, dijo, "profundamente nefasto", informa Europa Press. A su juicio, se puede compartir propuestas. Pero no aplicar programas de otros.

El PP pretende ahora atraerse al PSOE gracias al pacto que firmaron con Ciudadanos. El documento acordado con el partido naranja tiene 150 medidas. De ellas, el PP cree que un centenar pueden ser compartidas por los socialistas. "La palabra derogar no aparece en ninguna", avisó. Ya había dicho Rajoy el sábado que no tenía en mente permitir que se derribe su legado legislativo.

"De la provisionalidad a la inestabilidad"

En un sentido similar se mostró el secretario general del Grupo Parlamentario Popular, el diputado José Antonio Bermúdez de Castro. Para este parlamentario por Salamanca "no tiene sentido" que ahora que va a comenzar la legislatura se pase de la "provisionalidad a la inestabilidad".

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"No tendría sentido que del bloqueo en la investidura pasemos a un bloqueo de la acción de gobierno", añadió. Sobre las reformas que están por venir señaló que a él no le gusta la palabra "derogar". "Me gusta más mejorar", subrayó.

Por su parte, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, consideró que el PSOE debe hacer una oposición "exigente pero responsable" y añadió que pactar no es "ir de montería y cobrarse piezas", dedicándose a "tumbar" todas las reformas realizadas en la pasada legislatura.

En una entrevista en la Cadena Ser, Casado sostuvo que si hay que modificar una reforma de la pasada legislatura habrá que ver "qué es lo mejor para los españoles".

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