Vistalegre II

Podemos Cataluña sostiene que no necesitará una mayoría reforzada para entrar en el partido de Colau

Xavier Domènech, Ada Colau, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, en una imagen de archivo.

Los números uno y dos de Podemos, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, discrepan en varios puntos importantes de sus propuestas organizativas para el partido, pero coinciden en algo: la necesidad de que sea obligatorio que un pacto con otras fuerzas que provoque cambios orgánicos en Podemos tenga que ser ratificado por dos terceras partes de las bases. Pero esta medida no afectará a la creación del partido unitario que ahora mismo preparan Podemos, EUiA, ICV y Barcelona en Comú –la formación de la alcaldesa Ada Colau–; así, al menos, lo entienden los dirigentes de la formación morada en Cataluña, que sostienen que no será necesario tener una mayoría reforzada para llevar a cabo la integración porque, ahora mismo, no se plantea una fusión entre los partidos.

Iglesias hizo público este lunes el borrador de proyecto organizativo para Podemos que defenderá en el próximo congreso del partido –conocido por el nombre de Vistalegre II–, tan sólo un día después de que hiciera lo propio Errejón. En sus documentos, ambos plantean la necesidad de establecer esta mayoría reforzada, que funcionaría tanto a nivel estatal como en los diferentes niveles territoriales. La redacción de ambas propuestas es muy similar: el número dos señala que se requerirá el apoyo de dos tercios de los militantes para "los casos de disolución del partido, modificación de su nombre, composición, ámbito, naturaleza, y cualquier proceso de fusión orgánica con otras fuerzas políticas", mientras Iglesias plantea que, además de las bases, también deben ser apoyadas por dos tercios de los círculos las medidas que "impliquen variar la forma jurídica de Podemos, o cualquier proceso de cambio de naturaleza orgánica con otras fuerzas políticas".

Este planteamiento afecta directamente a la posibilidad de fusionar Podemos con IU, algo que Errejón rechaza tajantemente y que Iglesias, pese a sus apelaciones a la creación de un "bloque histórico" junto a la federación, tampoco contempla. Lo que no está tan claro es si la medida –que tiene muchas opciones de ser aprobada en Vistalegre, dado que está incluida en los documentos de las dos corrientes mayoritarias– podría también aplicarse en el proceso de construcción del nuevo partido que en Cataluña pretende unir a las principales formaciones a la izquierda del PSC bajo el paraguas de Colau.

La secretaria de Análisis Político y Social de Podemos, Carolina Bescansa, afirmó este lunes que la medida apoyada por Iglesias y Errejón estaba pensada precisamente para este tipo de casos y no tanto para una eventual fusión con IU. "Lo que plantean es que si en Cataluña o en Galicia se quiere proceder a una fusión que haga que Podemos pierda su identidad de alguna forma, para fusionarse con un nuevo sujeto político, tiene que estar refrendado por una amplia mayoría", explicó Bescansa. Pero los dirigentes de Podemos en Cataluña descartan que esa cuestión esté sobre la mesa, y aseguran que no se plantea en el corto plazo disolver las siglas del partido morado a nivel autonómico, por lo que la incorporación a la nueva formación no estaría sujeta a la aprobación por parte de dos tercios de las bases.

"No habrá cambios a nivel orgánico"

Tanto los afines como los críticos con la dirección de Podemos en Cataluña coinciden: por el momento, Podemos, ICV, EUiA y Barcelona en Comú no tienen pensado diluir sus estructuras a pesar de que participen en una organización común. "Todavía hay una discusión abierta sobre el modelo concreto, pero dudo que implique un cambio estatutario en Podemos, por lo que no habría que aplicar esta cláusula", explica un dirigente del sector crítico del partido en Cataluña. Otro dirigente, en este caso oficialista, coincide: "Nosotros acordamos en asamblea no disolver nuestras estructuras, y por tanto entiendo que no habría cambios a nivel orgánico".

Los partidos que integrarán la nueva formación liderada por Colau aún no han decidido oficialmente cuál será su modelo organizativo. Pero estas fuentes explican que la idea es que, como partido independiente, la formación cuente "con un CIF [el número que identifica a las personas jurídicas] propio" que, no obstante, no implicaría la disolución de la personalidad jurídica resto de partidos. "Militarían dentro, sería un modelo similar al de IU", donde el PCE o Izquierda Abierta integran la federación pero, a su vez, cuentan con sus propias estructuras.

Por ello, al no modificarse el modelo orgánico de Podemos, los dirigentes catalanes del partido entienden que no sería necesaria una mayoría reforzada para entrar en la formación de Colau. "Igual dentro de cuatro años, si en el siguiente congreso del nuevo partido se plantea la fusión o la integración, habría que realizar esta consulta con esta mayoría, pero no ahora", zanja una tercera fuente conocedora del proceso de construcción de la nueva formación.

En Galicia, lejos de una integración

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El caso gallego es diferente, porque Podemos Galicia no está participando orgánicamente en la construcción de En Marea como partido unitario. De hecho, este lunes se conocieron los resultados de las primarias que tuvieron lugar para elegir a los integrantes de la nueva dirección de En Marea –que desde las pasadas elecciones autonómicas tiene forma jurídica de partido político y no de coalición–, pero la formación morada no presentó lista a un proceso interno en el que se impuso la plancha liderada por el exjuez Luis Villares.

"Podemos no participa en el proceso de En Marea, aunque lo hagan algunos de sus dirigentes individualmente, arriesgándose a ser sancionados por doble militancia", sostiene el entorno de la secretaria general, Carmen Santos. Estas fuentes afirman que la corriente oficialista es partidaria de que "perdure la alianza" con Anova, IU y las mareas municipales para presentarse unidos "en próximos comicios", pero rechazan que esa alianza pueda acabar evolucionando a una formación similar a la que se está conformando en Cataluña.

"Nuestro documento político, aprobado por las bases, establecía la no disolución de las estructuras de Podemos, y ninguna decisión puede contradecir ese documento", afirma el entorno de Santos. En cualquier caso, si Podemos Galicia quisiera en un futuro fusionarse con En Marea, necesitaría el apoyo de dos terceras partes de sus bases si –como parece previsible– los proyectos de Iglesias o Errejón se imponen en Vistalegre II.

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