Violencia machista

Colectivos de juristas ponen en la educación el foco para combatir la violencia machista

Vecinos de Redondela (Pontevedra) condenan el asesinato machista de María José M.G., que vivía en la localidad.

La lucha contra la lacra de la violencia machista precisa un tratamiento multidisciplinar que no puede tener en el derecho penal su único elemento de prevención. Y es que para erradicar los comportamientos sexistas que, en gran medida, siguen dominando las relaciones entre hombres y mujeres existe una única vacuna: la educación. Los expertos sostienen que las mayores tasas de igualdad no son antídodo contras las agresiones machistas. 

Bajo estas premisas, la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE) organiza este viernes en Madrid, en la sede del Consejo General de Poder Judicial (CGPJ), la primera jornada Justicia igualitaria, abordaje de la violencia de género desde la educación, en la que jueces, abogados, forenses y otros especialistas interesados en promover la igualdad van exponer sus propuestas sobre cómo evitar que roles del pasado se reproduzcan también en las parejas jóvenes. 

La magistrada Glòria Poyatos, presidenta de la AMJE, considera que el "abandono" de la formación en igualdad en los planes educativos se traduce en los asesinatos que estamos sufriendo. "La educación es la base. Yo soy del criterio de que un maltratador no nace, sino que se hace. Tenemos mucha culpa de lo que está sucediendo porque no tomamos medidas desde la raíz, desde las escuelas, que es donde se tiene que abordar de verdad la lucha contra la violencia", señala a preguntas de infoLibre. 

Desde el pasado domingo, en apenas cuatro días, cinco mujeres han sido asesinadas en crímenes machistas: dos en la provincia de Valencia y otras tres en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona), Villanueva del Fresno (Bajadoz) y Redondela (Pontevedra). Los casos concentrados siempre generan alarma y evidencian que todavía falta mucha conciencia social, pero la cifra es todavía más espeluznante si echamos la vista atrás. Desde 2003 un total de 880 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas. 

Comportamientos machistas

El 45,5% de las víctimas mortales por su condición de mujeres durante 2016 tenía menos de 40 años. Y eso algo que preocupa, y mucho, a expertos y asociaciones de mujeres, pues consideran que no ha sido posible revertir ciertas actitudes represivas en parejas que ya han crecido en un Estado democrático, donde la mujer tiene más participación en la mayoría de los aspectos de la vida, aunque haya todavía muchos desafíos pendientes para ellas.

Miguel Lorente, forense y ex delegado del Gobierno para la violencia de género con el PSOE, también considera que hay referencias y valores que no han cambiado a pesar las mayores tasas de igualdad. "En las situaciones más cotidianas, en los chistes, en las bromas... todavía permanecen roles o conductas que son el abono perfecto para comportamientos machistas que pueden acabar en agresiones graves", asevera.

Lorente, que impartirá este viernes otra de las ponencias, señala también otra circunstancia. "Ellos conservan ciertos referentes culturales que les llevan a intentar mantener ese control sobre sus parejas y muchas mujeres, conscientes de estas situaciones de abuso, hacen ver a sus parejas que no van a aceptarlas. Y eso es algo que indigna a mucho hombres, que en algunos casos reaccionan con comportamientos agresivos". A su juicio, primordial es "tomar conciencia" de la influencia del machismo a través de estereotipos, ideas, valores, creencias y mitos a la hora de poner los medios para acabar con esta lacra.

Aprendizaje permanente

Una mujer de 44 años y su hijo de 12 asesinados en Alcobendas por la pareja de ella

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De ahí que la formación en igualdad sea tan relevante. En esta jornada la AMJE presentará el proyecto Educando en Justicia igualitaria, en el que ya han participado mil jóvenes y cuarenta operadores de todos los estamentos de la justicia (jueces, fiscales, forenses, abogados, cuerpos de seguridad...), que les han impartido talleres de forma voluntaria en la isla de Lanzarote. Se trata de un proyecto pionero y bidireccional, pues educa tanto a su voluntariado como al alumnado destinatario; y que se funciona con presupuesto cero.

El programa pretende, por un lado, ayudar a los más jóvenes a reconocer las discriminaciones y violencias de género, así como los estereotipos sexistas través de charlas con microponencias; y, por otro, acercarles a la Justicia explicándoles cómo funciona a través de visitas guiadas a instalaciones judiciales o mediante la asistencia a juicios reales en los que se estén tratando asuntos relacionados con la igualdad. La asociación va a exportar el proyecto próximamente a otras ciudades como Madrid y Oviedo. 

Para la jueza Poyatos una de las cuestiones más positivas de esta iniciativa es que genera recuerdos permanentes en un colectivo que, por su edad, es muy permeable en valores. "Lo que hacemos es aprovechar nuestro privilegio de estar en una posición que ellos respetan y admirar para implementarles valores de igualdad y hacer de ellos seres íntegros del futuro con capacidad de ser críticos", sentencia.

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