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Contaminación

El polvo del Sáhara sitúa a Madrid como la gran ciudad más contaminada del mundo este jueves por partículas en suspensión

Imagen de archivo de la contaminación en Madrid en 2016.

Las partículas en suspensión menos de 2,5 micrómetros (PM 2.5) procedentes de la nube de polvo del Sáhara que cubren durante estos días España han convertido a Madrid este jueves 23 de febrero en la gran ciudad más contaminada del mundo, según las estimaciones de la empresa AirVisual, aunque se trata de cifras provisionales que remitirán, en principio, cuando remita el fenómeno atmosférico. Según los datos que maneja la compañía y que son accesibles en su página web, Madrid ha alcanzado un dato de 185 microgramos de PM 2.5 por metro cúbico de aire a las 15 horas, lo que se traduce en un índice de calidad del aire (AQI, siglas en inglés, un protocolo mundial de medición de calidad del aire) de 185. Eso situó a la capital española por encima de las más asiduas del particular ranking de este juevesranking : Ulaanbaatar (Mongolia), con 172; Kolkata y Mumbai, en India, con 158 y 154 en el índice respectivamente; y Teherán, la quinta en discordia. Los datos de AirVisual proceden de sus medidores, más de 8.000 a lo largo y ancho del globo.  A las 18 horas de este jueves, Ulaanbaatar ha vuelto a superar a Madrid, ya que la urbe española ha reducido su AQI a 179 y la asiática lo ha elevado a 208.

Según explican en El Español, la calima es producida por la borrasca sobre Canarias, que hace que el aire gire ciclónicamente y transporte el polvo hacia la Península y Baleares. Hoy se ha dado un fenómeno curioso: una lluvia de barro en Sevilla. Sin embargo, no todo se queda en lo anecdótico: está demostrado el efecto negativo para la salud de las partículas en suspensión, que no solo son procedentes de África, sino que también incluyen ceniza, hollín y cemento procedente del tráfico y de la actividad industrial. En definitiva, de la rutina en las grandes urbes, aunque en esta ocasión el Sáhara es el culpable. Las partículas en suspensión de menos de 2,5 micrómetros se depositan en los alveolos y pueden agravar enfermedades cardiovasculares. Las de 2,5 a 10 micrómetros (PM 10) se depositan en los conductos bronquiales y agravan las enfermedades respiratorias, como afirma un estudio del CSIC.

Los datos de los medidores de la ciudad de Madrid corroboran parcialmente el dato de AirVisual, aunque no con toda la eficacia que sería deseable. Muchas de las estaciones de la capital no miden las partículas en suspensión. Las que lo miden, registran únicamente el PM 10 y no el PM 2.5. Las estaciones que lo miden dan este jueves los máximos valores de este contaminante, como se puede comprobar en la aplicación web.

Se da la circunstancia de que el protocolo anticontaminación de Madrid, que tanta polémica generó a finales de 2016 por las restricciones que plantea en casos de episodios graves, no prevé ninguna acción concreta para los altos niveles de partículas en suspensión, ni grandes ni pequeñas. Solo se pone en marcha ante las alertas por dióxido de nitrógeno. Eso lo diferencia, como informó este medio, del protocolo anticontaminación de Barcelona, que sí pone en marcha alertas y medidas cuando los niveles de polvo aumentan peligrosamente.

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Sin embargo, si analizamos los datos con perspectiva, Madrid y Barcelona son de las ciudades menos aquejadas por las partículas en suspensión en comparación con el resto de grandes núcleos de población de Europa. Si bien superan el umbral de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, su valor promedio anual de microgramos por metro cúbico –de PM 2.5, 10 en el caso de Madrid y 15 en el caso de Barcelona– está lejos de los valores de otras urbes cercanas.

La capital de la República Checa, Praga, registra 19 microgramos y está seguida de Bruselas y París, con 18. Roma, en Italia, cuenta con 17 microgramos, y Ámsterdam, en Países Bajos, famosa por el uso masivo de las bicicletas como medio de transporte, saca un sorprendente 16, al igual que Berlín. Dentro de la primera división de contaminación por partículas en suspensión, solo Helsinki (Finlandia), Edimburgo (Reino Unido) y Estocolmo (Suecia) están por debajo de Madrid, con 9, 8 y 6 microgramos por m3 de media registrados, respectivamente.

El Ayuntamiento de Madridasegura a infoLibre que el polvo saharaui es la causa de los altos niveles de partículas en suspensión de esta semana, aunque reiteran que en esta ciudad dicho contaminante no es un problema, salvo episodios climatológicos puntuales como el de hoy. Sin embargo, en la evaluación del actual protocolo de contaminación "se está evaluando" incluirlo. En el caso de que la alerta por partículas en suspensión sea por el tráfico rodado, ya se toman medidas, puesto que siempre que los niveles suben por este motivo suben los de dióxido de nitrógeno. Estos últimos se detectan antes y el protocolo actual los ataca, explican desde el consistorio. Sin embargo, si la climatología es la que provoca el episodio, "se está estudiando la eficacia de los refuerzos de los habituales baldeos que ya se hacen para limpiar las calles, como dispersadores". 

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