Cataluña

El censo se mantiene como el principal escollo para que Podemos entre en el nuevo partido de Colau

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en el Día de la Mujer.

Pasan los días, la fecha del congreso constituyente del nuevo partido se acerca y las posiciones siguen encalladas. A poco más de tres semanas del 8 de abril, la fecha en la que se celebrará la asamblea con la que ICV, EUiA y Barcelona en Comú –el partido de la alcaldesa Ada Colau– quieren dar el pistoletazo de salida a su reunión en una única formación, la participación de Podemos, el cuarto actor involucrado, sigue en la cuerda floja. El problema fundamental sigue siendo el censo: el partido morado quiere que sus más de 50.000 inscritos puedan votar desde su propia página web, mientras que ICV, EUiA y Barcelona en Comú prefieren que sólo puedan hacerlo quienes se registren en la web del nuevo partido.

La semana pasada se hizo patente el desencuentro entre la dirección autonómica de Podemos en Cataluña, liderada por el secretario general Albano Dante Fachín, y los otros tres partidos que están diseñando la nueva organización. Además de la relativa al censo, Podemos considera que no se cumplen otras dos condiciones que su dirección considera irrenunciables para integrarse en el nuevo partido: que se acuerde un código ético y que éste sea aprobado por unanimidad en el congreso fundacional del nuevo partido (y no a posteriori, como plantearon inicialmente el resto de partidos) y que se establezca un sistema electoral con listas abiertas y de corte proporcional para escoger a dirección.

ICV, EUiA y Barcelona en Comú ya han aceptado que se vote con listas abiertas, y este martes se conoció que también han acordado un borrador de código ético que recoge las principales reivindicaciones del de Podemos: limitación de mandatos, cargos y sueldo, prohibición de pedir préstamos y bancarios y primarias para ocupar tanto órganos como listas electorales. Pese a que existen algunas diferencias con la propuesta del partido morado –que, por ejemplo, plantea que los puestos de dirección estén ocupados por al menos un 60% de mujeres–, fuentes de Podemos admiten que el contenido de ambos documentos "es muy similar", por lo que queda desencallada una de las cuestiones que generaba discrepancias entre la formación morada y el resto.

No obstante, el problema fundamental, el relativo al censo, sigue presente, y a ello se suma la consulta que ha convocado Podemos entre sus bases para decidir si ceder o no en esta cuestión. El referéndum se celebrará entre el jueves y el sábado y los resultados de conocerán el próximo lunes, y aunque la pregunta que se ha planteado es muy amplia en su enunciado –"¿Crees que estas condiciones son imprescindibles para la participación de Podemos en la asamblea fundacional del nuevo partdo con ICV, Barcelona en Comú y EUiA?"–, de la respuesta de las bases depende que Podemos se integre o no en el partido de Colau, puesto que el resto de actores aseguran que no piensan moverse de su posición: quien quiera votar en el congreso, afirman, deberá hacerlo a través del censo común.

"Se trata de una cuestión de concepto, si estamos fundando un nuevo sujeto, no puede ser que cada uno participe con sus censos", sostienen fuentes conocedoras de la negociación. La idea de Podemos, según un miembro de su dirección, es que se utilice "el mismo esquema que en En Marea", donde las bases del partido morado pudieron votar a su candidato a la Xunta de Galicia a través de la web de Podemos. Estas fuentes aseguran que su modelo garantiza mucha mayor participación, pero el resto se oponen e invitan a los inscritos del partido morado a registrarse en la web Unpaisencomu.cat, la plataforma común.

Además, otro punto distancia al partido liderado por Fachín del resto. Podemos quiere que se pueda votar para elegir tanto el nombre del nuevo partido como su nueva dirección únicamente registrándose en su web con un número de teléfono y un DNI, el modelo que aplica la formación morada en todas sus consultas y elecciones internas. Por el contrario, según señala un dirigente conocedor de la negociación, la propuesta de los otros tres actores –que de inicio propusieron una votación presencial el mismo día del congreso fundacional del nuevo partido– plantea establecer durante varios días puntos de votación físicos en toda Cataluña y hacer necesario, además del registro en la página web común, personarse presencialmente en alguno de ellos para hacer efectivo el voto.

Las posiciones se mantienen firmes

Vistas las diferencias y que nadie dice tener la intención de ceder, el acuerdo se presenta complicado. Las fuentes de la dirección de Podemos Cataluña consultadas por este diario afirman que tienen la "clara voluntad" de terminar confluyendo, pero también confirman que para la consulta defenderán el voto para la opción que califica de "imprescindibles" sus condiciones y las sitúa como líneas rojas. Y es que, además de querer defender un sistema de votación que facilita los trámites para votar, a Podemos le interesa que sus afiliados puedan votar desde su propia web ya que este método podría movilizar más votos en favor de los candidatos del partido morado, que cuenta con más militantes que las otras tres fuerzas.

Por su parte, otras fuentes de la negociación se muestran "pesimistas" sobre la posibilidad de que el día 8 de abril Podemos se encuentre junto a ICV, EUiA y Barcelona en Comú en la fundación del nuevo partido. "Se han metido en un lío ellos solos y ahora no pueden salir", critica un dirigente, que interpreta que, convocando la consulta, Fachín pretendía presionar al resto de partidos para que cedieran a sus posiciones. "Pero no ha cambiado nada, y ahora son ellos los que tienen el problema, porque además Podemos tampoco puede intervenir desde Madrid para no desautorizar a su dirección en Cataluña", señala.

"La lectura positiva", razona en cualquier caso este dirigente, es que la pregunta del partido morado a sus bases es bastante abierta, por lo que la puerta para un pacto de última hora no quedaría del todo cerrada aunque se impusieran los argumentos de Fachín. Fuentes de Podemos Cataluña críticas con la actual dirección llevan más allá esta interpretación. "No hay que darle mayor importancia a la consulta porque, en realidad, es una consulta vacía que trata de reforzar la postura de Albano [Dante Fachín] en la negociación", sostiene un dirigente de este sector.

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El choque ya ha trascendido al ámbito estatal, y aunque en la dirección de Podemos se reafirman en que las bases de su partido en Cataluña son autónomas para decidir, varios dirigentes se han posicionado durante estos días. Este martes, la portavoz en el Congreso, Irene Montero, rechazó que Fachín tenga que dimitir si sus posiciones pierden en la consulta, algo a lo que él mismo abrió la puerta el lunes al afirmar que, en ese caso, tanto él como su ejecutiva se "plantearán qué hacer" como dirección.

Por su parte, el secretario de Organización, Pablo Echenique, señaló también el lunes que Podemos va a "participar del mismo espacio" político "independientemente del resultado de las conversaciones", "en la forma que sea". No obstante, fuentes de la negociación ponen en duda este extremo: "Si el día 8 de abril Podemos no está" en el congreso fundacional "no va a haber un pacto el día después", sino que el partido morado tendría que integrarse como uno más en la nueva formación, señalan.

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