El PP espera a que Rajoy decida sobre el presidente de Murcia

Al Partido Popular se le agota el tiempo en Murcia. Y la consigna de la dirección nacional sigue siendo ir "paso a paso", "día a día" en lo que afecta a Pedro Antonio Sánchez. Este lunes, la petición del juez de Púnica al TSJ para que investigue al presidente murciano por fraude, soborno y revelación de información reservada pilló a la dirección nacional del PP en el momento en el que daba por concluido el Comité Ejecutivo Nacional en el que se hizo balance de los congresos regionales. A puerta cerrada no se habló del tema. Tampoco estaba su protagonista principal, Pedro Antonio Sánchez, que se había quedado en Murcia preparando la moción de censura prevista para miércoles y jueves.

En la rueda de prensa posterior, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, evitó responder de forma explícita a las preguntas que intentaban indagar sobre si la dirección nacional del PP mantenía su apoyo al presidente murciano.

Los dirigentes del PP consultados por infoLibre no niegan que la situación es "complicada". El escenario es "endiablado", dicen. Y hablan de dos escenarios posibles para hacer frente a la última crisis del partido a cuenta de la corrupción. Uno pasa porque Pedro Antonio Sánchez entregue su cabeza para no perder el Gobierno regional. Otro pasa por resistir. Rajoy, recuerdan, sigue teniendo la última palabra y con el precedente de la actuación de la formación a la hora de presionar a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá para que dejara su escaño en el Senado, podría estar dispuesto a perder el Gobierno regional antes de tomar una decisión previa al pronunciamiento de los tribunales.

"En el peor momento"

Mientras, en Murcia, el discurso oficial del PP pasa por derivar la presión hacia Ciudadanos. "Esperamos que Albert Rivera no autorice a su partido en Murcia a pactar con Podemos para hacer presidente al candidato socialista", señalan en el entorno de Pedro Antonio Sánchez. La exposición razonada del juez Eloy Velasco, mantienen, no aporta nada nuevo. Pero no ocultan que llega "en el peor momento". 

Hace unas semanas, los conservadores cruzaban los dedos para que un pronunciamiento del juez a favor de Sánchez esquivase la moción de censura. Ahora, con la iniciativa parlamentaria ya registrada, los esfuerzos van dirigidos a lograr que Ciudadanos no haga presidente a Rafael González Tovar.

La semana pasada, cuando la Asamblea de Murcia fijó los días para el debate de la moción de censura, el PP trasladó gran parte de la presión hacia Ciudadanos. Pero la dirección nacional del partido, que asumía el riesgo real de perder el Gobierno de Murcia, destacaba que tenía en mente "planes B, C, y D" para dar salida a esta crisis. Uno de estos planes pasaba por que Pedro Antonio Sánchez, que ha insistido en su inocencia, renunciase y designar a un candidato alternativo en la votación de esa moción de censura.

El papel de Ciudadanos

En todo caso, antes de dar este paso, los conservadores tendrían que tener claro que Ciudadanos les va a acompañar. Este lunes, desde el partido de Rivera se calificó de "insostenible" la situación de Sánchez. Si no dimite, advirtieron apoyarán la moción de censura propuesta por el PSOE en la Asamblea, siempre y cuando cumpla sus requisitos de que sirva para convocar nuevas elecciones en un plazo de seis meses.

Con esta decisión, el PP se quitaría gran parte del foco de las presiones de los partidos de la oposición en Murcia y Pedro Antonio Sánchez también pasaría a un segundo plano. 

Hay sectores del PP que apuntan a que, como contrapartida por dar marcha atrás, el presidente murciano podría tener cerrado con la dirección nacional su regreso como candidato para las autonómicas de 2019 si sus casos judiciales quedan archivados.

 El principal inconveniente que citan las fuentes consultadas es que al partido, con esta maniobra de última hora, se le caería todo el discurso de los últimos meses y demostraría su "debilidad" frente a Ciudadanos. Sería la segunda gran crisis con su socio "preferente" de las últimas semanas después de que la formación naranja no se sumase a la aprobación del real decreto de la estiba.

"Hemos insistido tanto en que el momento en el que debe apartarse un cargo público investigado por corrupción es cuando la apertura de juicio oral que parece que tenemos complicado justificar hasta dónde defendemos la presunción de inocencia", señala un diputado.

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La opción de mantener a Pedro Antonio Sánchez conllevaría, si Ciudadanos mantiene su palabra, que el PP pierda el Gobierno de la Región de Murcia. La formación naranja pide al PSOE la convocatoria de elecciones autonómicas en seis meses, un hecho que los conservadores ponen en cuarentena. Y recuerdan que, en todo caso, Murcia tendría que volver a celebrar comicios en 2019.

Este escenario entraña el riesgo del "desgaste" al que se seguiría exponiendo Pedro Antonio Sánchez hasta que se despejase su implicación en los casos Púnica y Auditorio.

"Tenemos que calibrar que es más arriesgado: no movernos o dejar que el tiempo ponga las cosas en su sitio", valora un dirigente regional. "Si nos mantenemos firmes y todo queda en nada, el papel de Ciudadanos quedará seriamente tocado", añade.