Primarias del PSOE

Los ataques entre Díaz, Sánchez y López se disparan a 30 días de que las bases elijan al líder del PSOE

Susana Díaz, precandidata en las primarias del PSOE, el lunes en Salobreña (Granada).

Ibon Uría

30 días. Ese es el tiempo que resta para el desenlace de las primarias del PSOE. El 21 de mayo, previsiblemente antes de que concluya el día, se conocerá el nombre del nuevo secretario general socialista. Los equipos de los aspirantes esperan un recuento rápido la noche de la votación, pero el camino hasta llegar ahí aún será largo y tormentoso: los reproches cruzados entre Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López no han hecho más que aumentar esta semana. El partido lleva roto desde el otoño, y el ambiente de la batalla refleja la fractura.

Los aspirantes –que en realidad son siete, aunque sólo la andaluza, el exlíder y el exlehendakari tienen opciones reales– están volcados estos días en la recogida de avales. Necesitan unos 9.400, el del 5% de la militancia. Las candidaturas se proclamarán no más tarde del 8 de mayo, y luego será el tiempo de la campaña, que comenzará el 9 de mayo y se estirará hasta el último minuto del sábado 20, día previo a la votación. Aquí no hay jornada de reflexión. Y aunque la campaña electoral se llama oficialmente "campaña de información", por ahora hay más ataques que debate.

Presiones del aparato para que los afiliados no avalen a un determinado precandidato, movimientos para impedir que se celebren debates, acusaciones sobre la supuesta falta de ideas de los rivales, contraprogramación entre candidaturas, guerra de cifras sobre la asistencia a actos, polémicas sobre los ingresos y los gastos de los rivales... son algunas de las denuncias que deslizan los candidatos, en los mítines y reuniones con militantes, o sus equipos, en conversaciones con los periodistas. infoLibre repasa las principales polémicas de estas primarias:

  1. Presiones en la fase de avales

Los precandidatos necesitan el aval del 5% de los militantes para convertirse oficialmente en candidatos. A falta de conocer el censo definitivo el próximo 28 de abril, las cifras provisionales señalan que deben reunir en torno a 9.400 firmas. La fase de avales es pública –el aparato del partido sabe a quién avala cada militante–, y los tres aspirantes la encaran de forma diferente: Susana Díaz quiere hacer una demostración de fuerza y reunir todos los posibles –no hay tope–, y Sánchez y López le restan importancia al resultado de esta ronda.

  Un sanchista: "Hay mucha gente que nos dice: Voy a votar a Pedro, pero no puedo avalaros"

En el equipo del ex secretario general sostienen que "determinados territorios" existen "presiones" y "argumentos en clave local" que empujan a los afiliados a avalar a Díaz e impiden apoyar libremente a Sánchez. Sostienen que "el aval no se plantea como una cuestión libre, sino como una cuestión de no indisponerte con el jefe", especialmente en el caso de militantes que, además, tienen algún cargo. "Hay mucha gente que nos dice: 'Voy a votar a Pedro, pero no puedo avalaros'", asegura uno de los hombres de la campaña de Sánchez.

También desde las filas del exlehendakari se denuncian supuestas presiones en la fase de avales a favor de la presidenta de la Junta de Andalucía. López presentará únicamente las firmas "imprescindibles" para poder competir, y su campaña asegura que "el aval es mucho más controlable que el voto": "Hay compañeros que querrían avalar a Patxi y no lo van a hacer porque se la juegan". Los patxistas avisan a Díaz de que, si intenta apabullar a sus rivales, la jugada se le puede volver en contra: "Las presiones pueden ser contraproducentes y puede acabar con menos votos que avales", opinan.

  2. Movimientos para evitar debates

La candidatura de López ha sido hasta ahora la que más ha insistido en la necesidad de celebrar varios debates. Primero planteó que fueran tres, y esta semana rebajó su petición a dos: uno sobre el modelo de partido y otro sobre el proyecto político. La gestora, por su parte, dice que habrá un único enfrentamiento; los susanistas dan por buena esa propuesta y los sanchistas dicen estar abiertos a más, pero piden que se definan las fechas cuanto antes porque su candidato tiene la agenda muy apretada y muchas peticiones de celebrar actos.

El equipo del vasco asegura que Díaz y Sánchez han realizado "movimientos para que no haya debates". Hasta ahora dos radios, dos periódicos en papel, dos cadenas de televisión y tres diarios digitales han pedido celebrar debates, añaden, y López está dispuesto a ir a los nueve. La andaluza y el exlíder, en cambio, "tendrán que explicar por qué no quieren ir a más de uno". La candidatura del exlehendakari presume de ser "la única que dice lo mismo fuera y dentro", y argumenta que los mensajes de Díaz y Sánchez son "todos en negativo" y que eso "no da para aguantar todo un debate".

  3. ¿Candidatos sin proyecto?

En el Congreso Federal del PSOE no sólo se elige al nuevo líder, también se debate el proyecto político para los próximos años. Al menos en teoría. Hay una ponencia elaborada por encargo de la gestora, y dos de los tres aspirantes –Sánchez y López– han elaborado de forma paralela sus propios documentos, que estos días están mejorando con las aportaciones de la militancia. No hay noticias de que Díaz esté trabajando en ningún texto similar: previsiblemente asumirá el redactado por orden de Ferraz y se limitará a promover algunas enmiendas.

Ejercicios teóricos al margen, esta semana el equipo de Sánchez atacó a López por carecer de un proyecto sólido y por centrarse sólo en la unidad del partido. "Llevarnos bien no constituye un proyecto político", le espetó José Luis Ábalos, coordinador de la campaña sanchista, quien también dijo que al aspirante vasco le faltan propuestas y posiciones "concretas". Los patxistas reaccionaron negando la mayor: afirman tener propuestas para un "proyecto de izquierdas para ganar al PP y diferenciado de Podemos".

  4. Contraprogramación y ninguneo

Los partidarios de López también están enfadados por el "ninguneo" de los sanchistas, para quienes las primarias son cosa de dos: "Todo el mundo lo sabe, el propio Patxi López lo sabe también", dijeron el lunes. "El 21 de mayo se votan dos modelos de partido (...). Uno lo representa Pedro Sánchez y el otro lo representa Susana Díaz", insistió el martes Adriana Lastra. El propio Sánchez ha incidido en esa dicotomía: las opciones son apoyarle y "recuperar el PSOE" o respaldar el "proyecto impuesto por las bravas por determinados dirigentes" que lideraron su "derrocamiento" para "facilitar el gobierno a la derecha", apuntó en una entrevista.

Para el exlehendakari y los suyos ese planteamiento es una "falta de respeto absoluta" hacia alguien con una "trayectoria intachable". Patxi López busca su hueco en un escenario de polarización creciente entre los otros dos candidatos –la mayoría de mensajes de Díaz van dirigidos a responder o atacar a Sánchez, y viceversa– y defiende que su campaña "va a más", que es un "peligro creciente" para su contrincantes y que su candidatura es "la más contraprogramada" por sus contrincantes. 

  5. Ganadores y perdedores

El PSOE no gana unas elecciones generales desde hace casi 10 años y en 2015 y 2016 marcó dos suelos electorales consecutivos en número de escaños. Así que no es de extrañar que uno de los ejes de discusión en las primarias sea quién es capaz de devolverlo a las victorias. Para los susanistas la cuestión es muy clara: Díaz es la candidata ganadora y su experiencia le avala. En Andalucía ganó "y bien", con 10 puntos de ventaja sobre el PP y 20 sobre Podemos. Para los sanchistas, el panorama es diferente: su candidato evitó el sorpasso y es el capaz de ganar a la derecha; Díaz, en cambio, dejaría al PSOE "en tierra de nadie".

José Blanco, exministro, eurodiputado y partidario de Díaz, publicó esta semana en Twitter que "lo cierto y verdad es que Pedro Sánchez perdió dos elecciones con los peores resultados del PSOE y Susana las ganó". "En perder no es nuevo", agregó. Sánchez replicó que "todas las encuestas de estos últimos meses" dicen que su proyecto es "el preferido por los votantes socialistas", y su equipo añadió que ese es el primer paso indispensable para ganar al PP. Patxi López ha permanecido relativamente ajeno a esta batalla, aunque sí apuntó que "un poquito de humildad no le vendría mal" a Sánchez.

  6. Unidad vs. división del PSOE

Al margen de la crisis electoral, el otro gran problema al que se refieren todos los precandidatos es la división interna. Para el equipo de López, que centra su campaña precisamente en la unidad, "los mensajes de Díaz y Sánchez son negativos". "El de Susana –dicen sus colaboradores– porque acusa a medio PSOE de no ser del PSOE y presenta a Pedro como un peligro. Y el de Pedro, porque sólo busca la revancha del 1 de octubre y exige desterrar a medio PSOE. El enemigo de Susana es Pedro y el enemigo de Pedro es Susana, y eso no puede ser".

  El equipo de López: "Susana presenta a Pedro como un peligro y Pedro sólo busca la revancha. No puede ser"

"Si la cuestión es machacar a los demás, vamos mal", insisten. "Hay gente que apoya a Susana con la nariz tapada como única forma de parar a Pedro, y si gana Pedro tampoco habrá ninguna opción a la unidad, porque sólo quiere aniquilar al resto", dice uno de los cerebros de la campaña patxista. Los afines a Díaz, por su parte, replican que ella garantiza la unidad porque supo unir al PSOE andaluz, y Sánchez promete lealtad sea cual sea el resultado y niega que vaya a poner en marcha una escisión del partido o a competir por ser candidato a la Moncloa. 

  7. La guerra de cifras

En los últimos días se ha desatado una auténtica guerra de cifras entre los candidatos con datos sobre, por ejemplo, los asistentes a los actos, a falta de encuestas entre los militantes del PSOE que sirvan para predecir el resultado de las primarias: los sondeos que se publican son, como mucho, entre personas que dicen haber votado a los socialistas, pero el censo de afiliados se custodia en Ferraz, así que ninguna empresa demoscópica puede elaborar un estudio preguntando sólo a militantes.

La candidatura de Pedro Sánchez asegura que su líder ha participado en 26 actos con un total de 35.000 asistentes –algo más de 1.300 de media por evento–, y que ha habido, además, otros 137 actos de miembros de su equipo con una afluencia de 30.000 personas –unas 200 de media–. Los afines a Susana Díaz, por su parte, recuerdan que en la presentación de su candidatura fue capaz de reunir a 9.000 personas según la organización, y que allí donde se presenta, llena siempre. El equipo de Patxi López, finalmente, saca pecho de haber contactado a "50.000 afiliados" entre los actos y las llamadas telefónicas personales.

Los partidarios del exlehendakari, además, aseguran que las cifras de sus rivales están hinchadas: en los actos de Pedro, dicen, "hay muchos asistentes que no son militantes". En los de Susana, por su parte, "hay muchísima gente de Andalucía y muchos representantes de la sociedad civil, que tampoco son afiliados". En resumen, los patxistas acusan a Sánchez y Díaz de meter en sus mítines "a más gente de fuera que de dentro". López, mientras tanto, representa a esa "mayoría menos escandalosa" que quiere evitar el "choque de trenes", según su equipo.

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  8. Polémicas sobre las cuentas

Esta semana las tres candidaturas proporcionaron datos sobre sus ingresos. Sánchez recaudó primero 100.440 euros, a través de su crowdfunding, y después –hasta el 12 de abril– recibió otros 36.658 euros de 718 donantes. La campaña de Díaz, por su parte, proporcionó el lunes por primera vez datos sobre su cuenta de titularidad compartida con el PSOE: hasta ese día llevaba 100.296 euros. Patxi López, finalmente, se conforma con unos 22.000 euros: 10.000 a través de su web y 12.000 en la cuenta abierta por Ferraz. "No recibimos más porque no lo pedimos. Nuestra campaña es muy austera y no lo necesitamos", sostiene su equipo.

Los partidarios de Sánchez han sido quienes más polémicas han creado en torno a las cuentas. En el entorno del exlíder siguen reclamando, por ejemplo, que la andaluza Susana Díaz explique cómo se pagó el gran acto de alcaldes socialistas organizado por Abel Caballero, alcalde de Vigo y presidente de la FEMP, cuando aún no había anunciado que se presentaba. Su equipo también denunció esta semana que Ferraz está revisando qué militantes hacen donaciones a su campaña, extremo que la gestora niega. Algunos sanchistas sospechan –aunque no tienen pruebas– que el partido está elaborando listas negras de afiliados afines al ex número uno.

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