Barómetro del CIS

Las razones que explican los movimientos de voto del CIS

Aunque no fue revolucionario, el barómetro del CIS hecho público este martes trajo algunas novedades con respecto al sondeo que el instituto publicó en febrero. El PSOE recorta la distancia que le separaba que Unidos Podemos, la coalición de izquierdas cae dos puntos y el PP pierde punto y medio. Ciudadanos, por el contrario, experimenta una fuerte subida que le coloca al borde del 15% de intención de voto y consigue sus mejores proyecciones demoscópicas desde hace un año.

Esas estimaciones, no obstante, no ofrecen detalles sobre los motivos por los que se han producido estas variaciones en la intención de voto. En parte, los cambios entre este barómetro y el que hizo público el CIS el pasado febrero tienen que ver con la necesaria cocina de las encuestas, pero asuntos como la caída de Unidos Podemos entre el centroizquierda, el aumento del apoyo a Ciudadanos en ese ámbito ideológico o el hecho de que el PSOE sea –de entre los cuatro grandes– el partido que menor rechazo genera no aparecen en los grandes titulares, pero ayudan a entender el cuadro general.

  PP

Los conservadores mantienen cómodamente la primera posición en el último barómetro del CIS con un 31,5% de los votos, pero han perdido tres puntos de estimación de voto con respecto al barómetro de hace medio año y conseguirían un punto y medio menos que el 26J. El PP también es la primera fuerza si se tiene en cuenta únicamente la intención directa de voto –es decir, el número de encuestados que responden que votarían a los conservadores– sin aplicar después la cocina. Según el barómetro, sería el partido elegido por el 18,5% de los encuestados, 2,2 puntos menos que en enero, cuando el partido era el escogido por el 20,7% de los ciudadanos a los que se les preguntó.

Esta caída coincide en el tiempo con el penúltimo caso de corrupción que puso al PP bajo el foco: el que implica al expresidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, que se vio forzado a dimitir el 4 de abril tras su imputación en el caso Auditorio para evitar que prosperase una moción de censura contra él respaldada por PSOE, Podemos y Ciudadanos. El trabajo de campo para el barómetro tuvo lugar entre el 1 y el 8 de abril, por lo que el sondeo no recoge los efectos que pueda haber supuesto el estallido del caso Lezo –que estalló el 19 de abril– para la intención de voto del PP.

No obstante, con respecto al perfil del votante del PP, no existen grandes variaciones con respecto al anterior barómetro del CIS. Los conservadores siguen teniendo especial fuerza entre los mayores de 45 años y, fundamentalmente, entre aquellos ciudadanos que tienen más de 65 años, una franja de edad en la que arrasan: tomando en cuenta el voto y la simpatía, el barómetro del CIS refleja una intención de voto del 34% entre estos votantes, una cifra que supera a la que obtiene el PSOE en más de ocho puntos.

Asimismo, el PP es especialmente fuerte en las zonas rurales –se sitúa como primera fuerza en las localidades de entre 1 y 50.000 habitantes– y entre el electorado que pertenece a las "viejas clases medias", una categoría que engloba a "empresarios, autónomos y agricultores", según apunta la encuesta. Por el contrario, los conservadores flaquean entre los jóvenes –son tercera fuerza en la franja de entre 18 y 24 años– y también en las ciudades más pobladas: en las de más de un millón de habitantes, por ejemplo, únicamente llegarían a reunir el 17,3% de las papeletas, tomando como referencia el cálculo de voto y simpatía que hace el CIS.

  PSOE

Pocos minutos después de que se hiciera público el barómetro, la gestora del PSOE celebró públicamente que la estimación de voto que recoge devuelve a los socialistas la segunda plaza que perdieron hace meses, con una proyección del 19,9% de las papeletas. No obstante, en intención directa de voto –es decir, sin cocina mediante–, el PSOE sigue por detrás de Unidos Podemos, ya que únicamente el 13,4% de los encuestados afirmó que votaría a los socialistas, por un 14,1% que mencionó a Podemos y sus confluencias.

Sin embargo, el PSOE sí tiene motivos para felicitarse a raíz de algunos datos que recoge el barómetro del CIS. Es, por ejemplo, el partido que menos rechazo genera entre los votantes de entre las cuatro grandes formaciones, ya que sólo un 37,2% de los encuestados afirma que "con toda seguridad, no le votaría nunca". Entre su potencial granero de votos, esa cifra que se reduce al 34,1% entre quienes se autoubican en el número 3, –siendo el 1 extrema izquierda y el 10 extrema derecha– y al 20,2% entre quienes se sitúan a sí mismos en el número 4 de la escala ideológica. De hecho, la principal subida en voto+simpatía registrada por el PSOE en comparación con el barómetro del CIS de febrero tiene lugar en el punto 3 de esa escala, donde pasa del 24,5% al 30,3%.

En cualquier caso, tal y como ocurre con el PP, no existen grandes cambios en el perfil del votante socialista. El PSOE se muestra extremadamente débil entre la juventud –sería cuarta fuerza, según el CIS, entre los ciudadanos de entre 18 y 24 años, con el 8,4%– y remonta en las generaciones más entradas en años, hasta situarse como segunda fuerza entre los mayores de 65 años y como primera en la franja de entre 55 y 64. Por sexos, además, el PSOE es el único de los cuatro grandes partidos que –muy ligeramente– genera más confianza entre las mujeres que entre los hombres.

  Unidos Podemos

Al contrario que para el PSOE, el barómetro del CIS no trajo buenas noticias para la coalición entre Podemos e IU y sus confluencias territoriales. Pese a que su suma sigue siendo segunda fuerza en intención directa de voto, la estimación de la encuesta relega a estas formaciones a la tercera posición. La caída, no obstante, no es homogénea: mientras En Comú Podem prácticamente se mantiene y el pacto de Podemos e IU con Compromís en la Comunitat Valenciana incluso sale reforzado, En Marea baja dos décimas en intención de voto y Unidos Podemos pierde nada menos que dos puntos en la estimación.

Atendiendo a la escala ideológica que recoge el barómetro del CIS, la caída de Unidos Podemos se produce en un porcentaje similar en todo el ámbito de la izquierda, si bien es algo más pronunciado entre aquellos que se autoubican en el 3, una posición que correspondería al centroizquierda escorado hacia la izquierda y que es el segundo con el que más encuestados se identifican, tras el 5 que representa el centro ideológico. En febrero, la coalición obtenía ahí un 29,7% en el cálculo de voto+simpatía, mientras que en el barómetro hecho público este martes Unidos Podemos se queda en el 26,3%.

La caída se deja notar en sectores de la población donde Unidos Podemos y las confluencias son especialmente fuertes, como la juventud. Entre los votantes de 18 a 34 años, estas fuerzas siguen siendo holgadamente las más votadas, pero se dejan por el camino parte de su apoyo. En febrero, el barómetro del CIS apuntaba un apoyo del 28,1% para Unidos Podemos y las confluencias entre los ciudadanos entre 18 y 24 años, y en el sondeo de este martes el apoyo se reduce hasta el 24,8%. Por su parte, en la franja de edad de entre 25 y 34 años, el cálculo de voto+simpatía pasa del 25,8% de febrero a un 22,3%.

  Ciudadanos

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El partido de Albert Rivera fue el que más beneficiado salió en la encuesta hecha pública este martes por el CIS, ya que se beneficia de la caída del PP y su estimación de voto crece dos puntos y medio con respecto a febrero hasta situarse en un 14,9%. No obstante, en intención directa de voto, el ascenso es mucho más moderado: Ciudadanos se queda con un 9,2%, por el 8% que le daba el anterior barómetro del CIS.

Entre los datos que recogen los cruces del barómetro del CIS hay algunos que explican, en parte, el crecimiento de los de Rivera. Una de las causas de este ascenso es el hecho de que, según el sondeo, Ciudadanos está consiguiendo penetrar en el centroizquierda, ya que en el número 4 de la escala de autoubicación ideológica el partido obtiene un 10,4% en el cálculo de voto+simpatía, por el 4,6% que le daba el barómetro de febrero.

No obstante, el mayor ascenso de Ciudadanos se produce entre los ciudadanos que se sitúan a sí mismos en el 6 –el centroderecha–: un 27,8% de estos encuestados aseguran que votarían al partido o que lo ven con simpatía, por el 21,9% de febrero.

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