39º Congreso Federal del PSOE

La gestora y el equipo de Sánchez trabajan para definir el texto que se debatirá en el Congreso del PSOE

La gestora del PSOE, reunida este martes en Ferraz.

Ibon Uría

La comisión gestora del PSOE y miembros del equipo del nuevo secretario general, Pedro Sánchez, se afanan estos días en encajar miles de enmiendas en el texto de la ponencia marco que se debatirá en el Congreso Federal del PSOE. La tarea no es sencilla, pues se han presentado más de 15.000 posibles modificaciones al texto coordinado por Eduardo Madina y José Carlos Díez. Los sanchistas confían en que sus tesis se impongan y logren un alto grado de consenso, y se muestran dispuestos a debatir algunos de sus planteamientos, especialmente para atraer a quienes respaldaron a Patxi López.

Aunque Madina y Díez dieron un paso atrás y renunciaron a defender el proyecto que habían preparado para el futuro PSOE tras conocer la victoria de Sánchez en las primarias, el texto que redactaron es el que guiará el debate en el cónclave federal de los socialistas. Al tratarse de un congreso ordinario, los estatutos del partido establecen que la discusión se organiza en torno a la ponencia marco, que se redacta por encargo de la dirección –en este caso la gestora– y se aprueba en el Comité Federal –que tenía una composición favorable a las tesis de la dirección interina y le dio el visto bueno el 1 de abril–.

La ponencia se remitió después a las agrupaciones, donde los militantes presentaron sus enmiendas. Muchas enmiendas. Un total de 15.846 fueron aprobadas a nivel local y pasaron también el corte de los comités provinciales, donde necesitaron al menos el 20% de los votos para llegar a Ferraz. Una vez revisadas y agrupadas las que estaban repetidas o se reiteraban, han quedado 6.743. Según datos de Ferraz, el 9,4% son enmiendas al preámbulo, el 27,2% a la ponencia económica, el 29,1% a la ponencia política y el 34,3% a la ponencia orgánica, la que define el modelo de partido y sus normas internas.

Ahora, detallan fuentes socialistas, un equipo de trabajadores de la casa se afana en encajar cada una de esas propuestas de modificación en los más de 1.600 puntos de los que consta la ponencia marco. El resultado será un gran documento donde, después de cada párrafo del texto original, consten todas las propuestas alternativas. Ese texto se remitirá a las comisiones de trabajo del congreso –grupos de trabajo integrados por un número de delegados reducido–, donde se votarán una a una. Aquellas que no se aprueben pero tengan al menos el 20% de los votos podrán ser llevadas al plenario, para decidan sobre ellas el conjunto de los delegados.

Los trabajos de ensamblaje de la ponencia marco con las enmiendas está siendo supervisado tanto por la comisión gestora –que este martes se reunió por última vez– como por el equipo de Pedro Sánchez. Fuentes de ambos sectores señalan que es una labor más "técnica" que "política", y que el ambiente es de normalidad. Este mismo lunes se produjo una reunión entre Laura Seara, adjunta al responsable de Organización en la dirección interina, y miembros del equipo de Pedro Sánchez, como José Félix Tezanos y Manuel Escudero, que fueron los coordinadores del documento de la candidatura del hoy secretario general.

Una situación anómala

Pese al buen clima, los sanchistas apuntan que la actual es una situación "anómala" por las diferencias que existen entre el proyecto original elaborado por Madina y Díez –ambos eran claramente favorables a Susana Díaz– y las tesis del equipo de Sánchez. "Es una situación absolutamente extraña", comenta un diputado, que recuerda que habitualmente la ponencia marco suele suscitar un alto grado de consenso, porque viene respaldada por la dirección del partido y por el Comité Federal, y porque ha pasado ya por una cierta negociación en busca del consenso antes de su presentación.

En esta ocasión, en cambio, los afines a Pedro Sánchez denunciaron haber sido excluidos de la elaboración del texto y acusaron a los coordinadores de la ponencia de elaborar un texto "de parte" en favor de Susana Díaz, y elaboraron sucesivos documentos alternativos con sus propuestas políticas, económicas y orgánicas. Fruto de esos textos y tras ganar las primarias, el equipo del líder del PSOE elaboró un paquete de 84 enmiendas para, en la práctica, rehacer el texto original impulsado por la gestora y adaptarlo a las tesis de Sánchez.

Entre las modificaciones propuestas figuran, por ejemplo, un diagnóstico distinto en torno al declive electoral del PSOE. Mientras que la ponencia política de Madina ponía el acento en que en 2015 y 2016 el PSOE logró sus dos peores resultados electorales de la historia, Sánchez se remonta a 2011, cuando los socialistas fueron expulsados del Gobierno tras perder más de 4,5 millones de votos y 58 escaños. Además, enfatiza que el partido logró mantenerse como segunda fuerza frente a Podemos y Ciudadanos y pese al "sandwich" diseñado por "la derecha económica y política".

A partir de ahora, el PSOE debe recuperar para sí "el voto de la izquierda en España" y cimentar una "alianza social de progreso" que acerque a los socialistas "cuanto antes a la sustitución del PP en el Gobierno de España", según la redacción alternativa propuesta por Sánchez y los suyos. En materia económica se incluyen enmiendas que defienden la jornada de 35 horas semanales y el salario mínimo de 1.000 euros, mientras que, sobre el modelo de Estado, se plantea mejorar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado manteniendo siempre "que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español".

Finalmente, y en materia orgánica, las enmiendas de los de Sánchez apuntan que la revocación del mandato de un secretario general por parte del Comité Federal tendría que ser acordada por el 51% de miembros de ese órgano y, posteriormente, aprobada por la mayoría de la militancia en una consulta. Las gestoras, por su parte, no podrían durar más de 90 días, y las primarias a la Secretaría General pasarían a ser a dos vueltas y con un mínimo y un máximo de avales en la primera vuelta. Además, los candidatos con un cargo orgánico quedarían suspendidos de sus funciones durante el proceso interno.

Búsqueda del consenso

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Fuentes del equipo de Sánchez señalan que esas 84 enmiendas se han presentado "en el 80% de las agrupaciones" y que pasaron el corte de la mayoría de comités provinciales. Eso, unido a que el secretario general tiene asegurados más del 50% de los delegados, debería ser suficiente para que pasen a formar parte del documento definitivo que guiará el rumbo del partido para los próximos años y que marcará también sus normas de puertas para adentro. "Esperamos que sea un congreso pacífico", señala uno de los sanchistas que más ha trabajado en la elaboración de los textos.

Estas mismas voces confían en que pueda producirse una "aproximación de posturas, especialmente con la gente de Patxi [López]", para que el documento final "no tenga un apoyo del 50 o el 60%, sino del 80 o el 90%" de los delegados. Los afines al secretario general recuerdan que ya incluyeron varias de las propuestas del que fuera tercer clasificado en las primarias en su último documento, y señalan que hay "buen clima" y que están dispuestos a "debatir, negociar y transaccionar" en determinados puntos para conseguir que el proyecto sea aceptado por un mayor número de delegados.

Cosa distinta, admiten, es lograr el acuerdo con los delegados favorables a Susana Díaz, que son algo más del 40%. Los sanchistas siguen considerando que el documento de propuestas que hizo público la presidenta de la Junta de Andalucía es "malo" y que "no sintoniza" con lo que necesita el partido. Sin embargo, destacan que sus delegados "han asumido el resultado las primarias y tienen una actitud de intentar colaborar". "Confío en que no haya grandes problemas, porque las primarias ya han marcado una línea muy clara para el futuro del PSOE", concluye uno de los cargos que a buen seguro entrarán en la Ejecutiva de Sánchez.

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