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Deuda municipal

Ayuntamientos del cambio: ¿se puede reducir deuda sin que afecte al gasto social?

Los alcaldes Pedro Santisteve (Zaragoza), Manuela Carmena (Madrid) y Ada Colau (Barcelona).

La deuda de los principales ayuntamientos de España se sigue reduciendo, y los gobernados por las plataformas participadas por Podemos tienen parte de la culpa. Según los datos hechos públicos este jueves por el Banco de España, todas las ciudades de más de 300.000 habitantes, a excepción de Barcelona y Murcia, han reducido su deuda desde 2013 (momento de mayor endeudamiento municipal). Y entre ellas destaca especialmente Madrid, que ha amortizado más de 250 millones de euros en el último trimestre y ha reducido su deuda en más de un 23% en tan sólo un año. No obstante, el consistorio madrileño asegura que para ellos supone un objetivo "secundario" amortizar créditos, y presume de estar elevando el gasto social a la misma vez.

La información hecha pública por el Banco de España en relación a las administraciones públicas españolas refleja como la reducción de deuda en los últimos tiempos, al menos en las grandes ciudades, es un hecho. En la serie histórica de los últimos diez años, el año 2013 fue el peor a nivel de deuda para los 13 ayuntamientos españoles por encima de los 300.000 habitantes –Alicante, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Madrid, Málaga, Murcia, Palma, Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla, València, Valladolid y Zaragoza–, ya que entre todos debían 12.315 millones de euros. Desde ese año, la factura a pagar se ha reducido a 8.027 millones en el primer trimestre de 2017, una reducción total de 4.288 millones.

Madrid, el ayuntamiento más grande de España, sigue siendo también el más endeudado, aunque el tajo ha sido importante. El pico máximo de deuda del consistorio madrileño se produjo en el primer trimestre de 2013, con 7.080 millones de euros: a partir de ahí, la rebaja ha sido constante y, desde que Manuela Carmena se hizo con el bastón de mando hace ahora dos años, la deuda ha pasado de 5.583 millones de euros a 3.611 millones en el primer trimestre de 2017.

No obstante, Madrid presume de que, por encima de la reducción de la deuda –un objetivo que los partidos de derechas establecen como prioritario–, su presupuesto municipal ha aumentado el gasto social sin pedir créditos. Así lo defiende en declaraciones a infoLibre el concejal de Hacienda del ayuntamiento, Carlos Sánchez Mato, que asegura que no es un objetivo "principal" para él amortizar deuda. "La meta de una administración pública no tiene que ser tener un elevado superávit, y rebajar la deuda no es ni mucho menos nuestro objetivo número uno", sostiene.

"No presumimos de reducir deuda, sino de incrementar los presupuestos en partidas que nos encontramos esquilmadas cuando llegamos, como la de equipamientos o la de gasto social", relata Sánchez Mato, que pone varios ejemplos de este cambio de prioridades. "Antes pagábamos 56 millones en alquiler de edificios, y vamos a terminar la legislatura pagando cinco millones, y hemos pasado de gastar 16 millones en electricidad a gastar sólo seis", señala el edil, que afirma que uno de los principales cambios ha venido por la vía de los ingresos. "En 2016 bajamos el IBI al 99,3% de los contribuyentes y se lo subimos al 0,7%, a grandes patrimonios, hoteles, estadios deportivos... sólo con eso, hemos conseguido recaudar 100 millones de euros más", señala, y plantea que una práctica similar se ha seguido en tasas como la de circulación.

El gasto social crece en las grandes ciudades

Con el razonamiento de Sánchez Mato coincide Fernando Rivarés, concejal de Hacienda del ayuntamiento de Zaragoza. "Está claro que queremos reducir la deuda, pero no es la primera prioridad", sostiene en declaraciones a infoLibre el edil, que refuerza su argumento explicando que en 2015 se saltó el techo de gasto estipulado por el Ministerio de Hacienda, algo de lo que también se ufana Sánchez Mato. "Nosotros no hemos respetado el límite de gasto, y el PP se queja de eso y a la vez nos dice que si reducimos la deuda es por el límite que nos pone Hacienda. ¿En qué quedamos?", ironiza el concejal madrileño.

Es cierto que estos ayuntamientos han elevado el gasto social. Así lo refleja el informe Dos años de los 'Ayuntamientos del cambio', elaborado por la consultora Llorente & Cuenca, que señala que los seis principales ayuntamientos españoles –entre ellos Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza, algunos de los llamados "del cambio"– aumentaron sus partidas de gasto social en su primer presupuesto, el de 2016. "En el segundo presupuesto de la legislatura, el del ejercicio de 2017, el crecimiento continúa, destacando los porcentajes de Sevilla (PSOE, 15%) y, sobre todo, Madrid (Ahora Madrid, 28%). En Zaragoza (Zaragoza en Común) se ve una tendencia diferente, ya que tiene una ligera bajada (-3,7%)", sostiene el informe.

No obstante, Rivarés niega ese dato y asegura que su consistorio sigue aumentando el gasto social a la vez que disminuye la deuda. "Hubo una reforma de las áreas de gobierno y algunas partidas que antes estaban recogidas en el Área de Derechos Sociales han pasado a otras concejalías", justifica el concejal, que asegura que Zaragoza ha elevado unos 15 millones de euros el gasto social con respecto al presupuesto de 2016.

Una reducción paulatina desde 2013

Los gobiernos del cambio en la encrucijada

Sánchez Mato rechaza, igualmente, que la reducción de la deuda madrileña tenga que ver con el inicio de un ciclo económico favorable –"los ingresos del ayuntamiento son mayoritariamente contracíclicos, el IBI, por ejemplo"–, aunque lo cierto es que, de 2013 para adelante, la deuda no ha hecho más que reducirse en la mayor parte de las grandes corporaciones. De las 13 ciudades de más de 300.000 habitantes, sólo Murcia y Zaragoza han aumentado su deuda desde 2013, la primera un 58,6% (de 196 millones a 311) y la segunda un 17,4% (de 861 millones a 1.011). No obstante, el informe de Llorente & Cuenca apunta que el grueso del aumento de la deuda zaragozana, que se produjo al llegar el nuevo equipo de Gobierno en 2015, vino provocado precisamente por una auditoría de las cuentas en las que afloraron "obligaciones de pago no contabilizadas".

Así, según los datos del Banco de España, la ciudad que ha hecho una amortización más radical de su deuda desde 2013 es Las Palmas (gobernada por el PSOE), que ha pasado de deber 128 millones a únicamente 51 millones, un 60,2% menos. Porcentualmente la sigue Bilbao (PNV), aunque sus cifras son anecdóticas: debía dos millones  en 2013 y ahora su deuda asciende a uno. Madrid también ha reducido casi a la mitad su deuda (un 49,7%).

A partir de ahí, las reducciones son más leves: Alicante (gobernada por el PSOE) debe ahora 91 millones, un 39% menos que en 2013; Valladolid (también con alcalde socialista) ha reducido su deuda en un 32,1%; València y Barcelona han amortizado más del 26% de lo que debían en 2013 y Málaga (con alcalde del PP) debe ahora un 24% menos que hace cuatro años, el mismo porcentaje que Córdoba (PSOE). La gran ciudad que menos ha reducido su deuda en este intervalo es Palma: si debía 377 millones en 2013, ahora su deuda es de 304 millones, un 19,4% menos.

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