La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz,
revalidará su liderazgo en la mayor federación del partido
sin un rival apoyado por Pedro Sánchez y sus referentes en la comunidad del sur. Repetirá como número uno del partido en Andalucía sin un oponente que suponga un desafío real. El único adversario de Díaz, si logra recoger casi 5.000 avales antes del 1 de julio, será
Francisco Tirado, un muy poco conocido militante de Linares (Jaén) de 39 años que hizo con entusiasmo campaña por Sánchez pero que no tiene apoyos orgánicos ni ha desempeñado un papel políticamente relevante entre los críticos a la presidenta de la Junta.
Según ha publicado Tirado en sus perfiles en Twitter y Facebook,
Díaz debería "dimitir" porque Andalucía está "a la cola en todo", lo cual choca con el discurso del secretario general. Además acusa a la presidenta de defender un modelo de partido "cortijo 100% PSOE" con "enchufes" y "clientelismo", basado en la adhesión de "estómagos agradecidos" que tienen "el huevo pillao". Para presentarse, Tirado debe entregar el 1 de julio los
avales del 10% del censo del PSOE andaluz, que suma un total de 45.848 militantes. Si no lo logra, Díaz conseguirá otra vez ser secretaria general sin primarias.
Ya lo fue en septiembre de 2013, cuando ni el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez, ni el ex consejero Luis Planas lograron los avales necesarios. Esta vez ni el histórico de Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias, que ha acariciado la idea de presentarse, ni ningún referente del sanchismo en Andalucía ha dado el paso.
No es sencillo enfrentarse a Díaz en Andalucía, ni siquiera tras su
derrota en la batalla de Ferraz. La secretaria general presentó este martes su precandidatura con la intención –según señaló a los periodistas a las puertas de la sede de San Vicente– de "renovar un proyecto de éxito" tanto para el PSOE como para Andalucía. Díaz también dejó caer que espera que el "respeto" que, según dijo, ha mostrado en el congreso federal sea ahora "recíproco".
No habrá batalla entre los afines al secretario general y a la presidenta de la Junta en Andalucía. Entre ambas corrientes sigue habiendo
fuertes tensiones. No en vano acaba de cerrarse el congreso y
el PSOE andaluz ya cuestiona la "plurinacionalidad". Un próximo a Sánchez señala que los motivos de que no haya habido candidatura oficial del secretario general son varios: uno) la urgente convocatoria del congreso por parte del PSOE andaluz para
el último fin de semana de julio, lo que obligaría a celebrar primarias en junio, dificulta la articulación de una alternativa; dos) las posibilidades de ganar serían escasas, dado que Díaz venció en Andalucía incluso en las primarias federales, pese a que en el cómputo general fue arrollada por Sánchez; tres) el principal referente de Sánchez en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, no ha querido ser candidato y de hecho ni él ni el alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), Francisco Toscano, han visto nunca claras las hipotéticas ventajas de un choque electoral que previsiblemente se perdería; y cuatro) Díaz afronta
debilitada una segunda mitad de mandato complicada, por lo que
presentar un candidato contra ella sería contrario al interés del partido.
¿Por qué
sí habrá entonces candidaturas alternativas en Aragón y la Comunidad Valenciana, donde también gobiernan presidentes socialistas que quieren revalidar su liderazgo en el PSOE regional? Según este próximo a Sánchez, cada caso es diferente, pero
la situación andaluza es especialmente delicada porque la presidente ha sido la que ha salido más debilitada de las primarias, y volver a someterla a la tensión de un proceso interno disputado beneficiaría al PP y a Podemos. Además –recuerda– el propio Toscano se comprometió durante el congreso con el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, a no plantear batalla en el congreso regional.
Otra cosa serán las provincias, cuyos congresos se celebrarán tras el verano. Todos los secretarios provinciales ahora mismo son fieles a la secretaria general y han hecho campaña por ella. Pero el oficialismo andaluz no lo tendrá fácil. Afines a Sánchez ven
probables candidaturas alternativas en todas las provincias, si no se se llega a acuerdos de integración. En Granada ya lo ha anunciado José María Rueda, secretario del PSOE en la capital. El voto a Pedro Sánchez superó en las primarias el 30% en Cádiz (38,97), Almería (36,56), Granada (35,48) –cuyas capitales tienen secretarios locales afines a Sánchez– y Málaga (34,6). En ninguna de esas provincias llegó Díaz al 60%. El oficialismo aguantó con mayor margen en la Andalucía interior –Sevilla, Jaén, Córdoba– y en Huelva, por encima del 60%. "Ese pluralismo se tiene que reflejar en las provincias", afirma un sanchista.
Si el Partido Socialista quiere ser un partido progresista de verdad, lo primero que debe hacer es "desmontar" el "chiringuito" corrupto, pesebrista y clientelar que lleva establecido el aparato "felipista" desde hace décadas. La federación socialista andaluza es la más poderosa del país y, por lo tanto, no puede seguir ni un minuto más dirigida por unos gobernantes que han condenado y colocado a esta región, en la cola de todos parámetros de progreso de España.
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