El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Móntcada, en Valencia, ha reconocido a un padre el
derecho a escolarizar a su hija en un centro público, y
no en un colegio concertado religioso como quería la madre, según una
información de Cadena Ser.
El juez ha considerado que
prevalece el derecho fundamental a la libertad religiosa sobre los motivos de proximidad al domicilio y horario que expuso la madre.
La progenitora señaló durante la vista que el carácter religioso del colegio
le resultaba indiferente, mientras que el padre sí que expresó su voluntad de que su hija fuera escolarizada en un centro en el que
no se imponga una enseñanza religiosa.
El magistrado explica en la resolución que en casos de desacuerdo entre progenitores
"no puede darse una solución generalizada. Habrá de analizarse ponderadamente y de manera cuidadosa cada caso. Para ello habrá de acudirse a los usos sociales o familiares".
La instrucción explica que el hecho de
que la niña esté bautizada no es relevante, porque en nuestro contexto cultural el bautismo se trata de una tradición social que no implica la voluntad de una formación de tipo religioso.
El juez ha determinado que se matricule a la menor
en un centro próximo al domicilio materno. La sentencia no ha sido recurrida por ninguno de los padres y ya es firme.
Creo que este juez, en su afán por hacer justicia, acaba de complicarse cualquier ascenso en la carrera. Todos sabemos quien manda y ocupa la cúpula judicial en España, y una sentencia que menoscabe en lo más mínimo la opción católica en la enseñanza es un anatema para ellos.
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