Referéndum

Catalunya Sí Que Es Pot intenta evitar que su grupo se fracture en tres en la votación de la ley del referéndum

El portavoz de Catalunya Sí que es Pot en el Parlament, Joan Coscubiela.

El referéndum de independencia anunciado por el Gobierno catalán sigue trayendo de cabeza a los comuns en Cataluña. Si la dirección catalana de Podemos está totalmente enfrentada a sus homólogos estatales por su posición con respecto al 1-O, al espacio que reúne al partido morado y a EUiA, ICV y Catalunya en Comú se le presenta una nueva papeleta que resolver en las próximas semanas: definir su voto en el Parlament a la ley que dará soporte legal a ese referéndum. Las posiciones de partida son dispares, y mientras ICV es muy crítica con la norma, Podemos Cataluña ya ha abierto públicamente la puerta a apoyarla o abstenerse, aunque eso implique no respetar la disciplina de voto.

Al grupo parlamentario de Catalunya Sí que es Pot en el Parlament catalán están adscritos once diputados, y a pesar de que todos defienden el derecho a decidir, entre ellos hay diferencias de calado con respecto al referéndum del 1-O y, por ende, con respecto a la norma que lo va a regular. Estas diferencias ya quedaron claras hace un mes, cuando los diputados sujetos a la disciplina de Podemos (su secretario general autonómico, Albano-Dante Fachin; Joan Giner y Àngels Martínez Castells) acudieron a la presentación del borrador de la ley que convocó Junts pel Sí en contra del criterio de la dirección del grupo y, especialmente, de ICV. La norma se comenzará a tramitar a mediados de este mes, y el Gobierno autonómico dejó claro este martes que la utilizará para convocar el referéndum del 1-O aunque el Tribunal Constitucional la suspenda.

De los once parlamentarios de Catalunya Sí que es Pot, cuatro (Marta Ribas, Marc Vidal, Hortènsia Grau y el portavoz, Joan Coscubiela) pertenecen a ICV, por los tres con los que cuenta Podemos y el que tiene EUiA, su líder, Joan Josep Nuet. Además, los dos independientes del grupo (el que fue cabeza de lista, Lluís Rabell, y la escritora Gemma Lienas) se ubican en la órbita de ICV, mientras la diputada Jéssica Albiach pertenece formalmente a Podemos –de hecho, forma parte de la dirección estatal del partido–, pero ha roto con la dirección catalana de la formación al haberse presentado y haber conseguido un puesto en la dirección de Catalunya en Comú, el partido de confluencia al que Podemos Cataluña rechazó unirse. Por ello, fuentes del partido morado admiten que Albiach no está sujeta ya a la disciplina de voto que marque la dirección catalana de Podemos.

Con ese reparto de fuerzas y las diferencias entre ICV, EUiA y Podemos con respecto a la ley del referéndum, definir una posición conjunta a la hora de votar la norma se presenta complicado. No obstante, las fuentes consultadas insisten en que la prioridad es, al menos, intentar alcanzar este consenso. "Es difícil prever hoy" la negociación, admite un dirigente de EUiA, que no obstante se muestra confiado en que "habrá finalmente una única posición" de voto.

Por el contrario, Fachin ya dejó claro hace unos días que no descarta que los diputados de Podemos hagan uso de su "libertad de voto", dado que las tres fuerzas que componen Catalunya Sí que es Pot "no interpretan de manera uniforme" el 1-O. "Creo que la libertad de voto es un derecho inalienable y una cuestión que enriquece a los espacios políticos", por lo que "las votaciones separadas no deberían ser un problema", señaló el secretario general de Podemos Cataluña en una rueda de prensa el 31 de julio.

Podemos se plantea incluso votar 'sí'

Fachin no ahondó más en la posición que defenderá ante sus compañeros de grupo, pero fuentes de la dirección de Podemos Cataluña plantean que "están sobre la mesa" tanto la abstención como, incluso, el sí a la ley del referéndum. "En principio la vemos con buenos ojos", señala un miembro de la cúpula autonómica del partido morado, mientras otro recuerda que el programa de Catalunya Sí que es Pot defiende que "un proceso constituyente propio" que "no esté subordinado ni sea subalterno a ningún otro marco". "Votar afirmativamente no lo sé, pero al menos una abstención sería lógica", apunta este segundo dirigente.

Por su parte, EUiA –que cuenta sólo con el voto de Nuet– tampoco descarta a priori ninguna posición. "No ha habido debate al respecto", se limitan a explicar las fuentes de la formación consultadas por infoLibre, que no obstante insisten en la necesidad de intentar consensuar una postura común con el resto del grupo parlamentario y se muestran convencidas de que el voto afirmativo a la ley es poco probable. "No nos veo apoyándola, la verdad", apunta un dirigente del referente de IU en Cataluña.

ICV es la más reacia a apoyar la norma. El día en el que el borrador fue presentado oficiosamente por Junts pel Sí en el Parlament, Coscubiela aseguró que el proyecto "vulnera" el estatuto de autonomía, "ignora" la legalidad internacional y "confronta" con la legalidad española, lo que la convierte en una ley "sin garantías y sin ningún amparo legal". Argumentos similares son los utilizados por Marta Ribas, que además de diputada es coordinadora de ICV. "Sin garantías no hay referéndum", y el del 1-O no ofrece certezas en asuntos como el marco legal, el censo, la seguridad jurídica de los funcionarios o la neutralidad de los medios públicos, argumentó Ribas en un artículo.

¿Y Albiach? Este medio ha tratado de ponerse en contacto con la diputada para conocer su posición sobre la ley del referéndum, pero no ha tenido éxito. No obstante, fuentes de la dirección de Podemos Cataluña insisten en que la parlamentaria ya no se somete a sus directrices, mientras un dirigente de Catalunya en Comú –el partido de confluencia liderado por Xavier Domènech de cuya ejecutiva forma parte Albiach– señala que "es el grupo parlamentario de Catalunya Sí que es Pot el que tiene que decidir el sentido del voto".

Diferencias también sobre el propio 1-O

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No obstante, y a pesar de que todo el grupo defiende el derecho a decidir, las diferencias en Catalunya Sí que es Pot con respecto al referéndum del 1-O no se limitan a la norma que le dará soporte legal, sino que son más profundas. ICV rechaza una consulta que no esté pactada con el Estado porque, a su juicio, carece de garantías y no servirá para definir el modelo territorial de Cataluña. Mientras tanto, Podemos Cataluña –con la oposición de su propia dirección estatal– va a pedir la participación en la misma entendiéndola como un acto cívico de protesta y presión al Gobierno. EUiA tiene una posición similar: Nuet rechaza que el 1-O vaya a ser un referéndum con las garantías necesarias y con el "reconocimiento internacional", pero asegura que participará en una votación que interpreta como "una gran movilización".

En este sentido, unos y otros han mostrado sus posicionamientos públicamente. "Hay fuerzas, como ICV, en las que muchos integrantes han apostado por boicotear de forma activa el 1 de octubre", criticó hace días Fachin. "Cada día que pasa de estrategia de fuga hacia adelante nos alejamos más del referéndum con garantías, reconocimiento internacional y eficacia. Cada día nos acercamos más a un callejón sin salida", sostenía por su parte Coscubiela varias semanas atrás.

Así las cosas, las posiciones de partida parecen difíciles de acercar. No obstante, si se produjera una ruptura de la disciplina de voto, no sería la primera vez que ocurre en Catalunya Sí que es Pot. La última vez fue el pasado marzo, cuando Àngels Martínez Castells (Podemos) decidió votar a favor de una enmienda a los Presupuestos para garantizar la financiación del 1-O. La ruptura de la disciplina de voto supuso entonces una crisis para el grupo parlamentario, que incluso reclamó a Podemos –sin éxito– el relevo de Martínez Castells.

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