Memoria histórica

El otro pazo de los Franco en A Coruña: asociaciones memorialistas piden recuperar la Casa Cornide

Imagen de la Casa Cornide, en A Coruña.

El Pazo de Meirás, y la gestión de sus visitas por parte de la Fundación Franco, ha rescatado la polémica en torno a las propiedades de la familia Franco y las circunstancias en que fueron adquiridas. El recinto ubicado en la localidad coruñesa de Sada, sin embargo, no es el único remanente del patrimonio que poseía el dictador en su comunidad natal. En la Rúa das Damas, en pleno casco viejo de la ciudad de A Coruña, se levanta un pazo de piedra cimentado a mediados del siglo XVIII y cuyas instalaciones apenas albergan actividad alguna desde hace años. Se trata de la Casa Cornide, un edificio de tres plantas que debe su nombre a Diego y José Andrés Cornide –padre e hijo, respectivamente–, importantes miembros de la nobleza coruñesa. Antes de que la casa acabara en manos del dictador dos siglos después, fue objeto de transacciones intermedias entre las que se encuentra su municipalización.

En un primer momento, con la titularidad aún en posesión de la familia Cornide, la Corporación Municipal ordena la demolición de sus soportales con el fin de ajustarse al plan de alineaciones de las calles y para evitar un posible derrumbamiento por su mal estado. A principios del siglo XIX se procede a la remodelación, y poco después pasa al Ayuntamiento de A Coruña. Ya en la década de los sesenta del siglo XX, se instala en el edificio el Conservatorio de Música.

¿Cómo acabó la propiedad en manos de la familia Franco? La respuesta que da a infoLibre Carlos Babío, investigador y miembro de la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica (CRMH) de A Coruña, es categórica: "Con esa casa se encaprichó Carmen Polo". Babío subraya que en aquel momento la Administración pública "estaba al servicio de los Franco", de modo que se producía un "tráfico de favores" constante. "Una cosa escandalosa", insiste.

El caso Cornide, prosigue, "es muy singular". "Idearon, con la participación de la Administración, un procedimiento a través de una subasta, que estaba amañada", explica Babío. En este proceso, "sacaron un valor de puja, a la que asistió Pedro Barrié de la Maza, que era el testaferro que iba a actuar en ese plan perfectamente meditado y trazado". En el evento, "el único que pujó fue Barrié de la Maza y lo hizo por debajo del valor mínimo establecido". Este hecho no fue, ni mucho menos, un escollo para el ayuntamiento. "Se adjudicó, y en ese momento Pedro Barrié manifiesta que el bien lo va a inscribir a nombre de Carmen Polo", relata el investigador.

La identidad de Pedro Barrié de la Maza no es trivial. El coruñés ideó en 1943 la empresa eléctrica Fenosa, y fue íntimo amigo del dictador, quien en 1955 le concedió el título de conde de Fenosa. ¿Cómo se pagó que Barrié de la Maza cediera el pazo a los Franco? La incógnita, señala el investigador, no está del todo resuelta: "O bien a través de favores o bien a través de Presupuestos Generales del Estado".

El dictador solía hacer uso en aquel momento de "la Casa Civil para enriquecerse". Es decir, empleaba el organismo para ampliar sus propiedades. "Por ejemplo, se quería hacer con una finca determinada, iba una persona de la Casa Civil, generalmente Ricardo Catoira Garaboa [secretario general de la entidad], y negociaba con el paisano propietario de la finca. Esa cuantía la pagaba la Casa Civil y luego se inscribía a nombre de Franco", tal y como expone Babío. En el caso de Cornide, explica, "o bien se pagó a Barrié de la Maza con otros favores o bien se usaron fondos de la Casa Civil".

Antes de pasar a manos de Carmen Polo, además, se inicia "el proyecto de reforma del interior de la casa, y lo paga el Ayuntamiento de A Coruña", según narra Babío, quien tacha lo ocurrido de "un auténtico escándalo".

Estado actual y expropiación

En teoría, y así "consta en la documentación", Carmen Polo "se encaprichó" de la casa como estancia para sus visitas a Coruña fuera de la temporada estival. Aspiraba, así, a "no tener que ir a Meirás porque conllevaba desplazar mucho personal y calentar el pazo era difícil, así que necesitaba un inmueble más pequeño". Si bien es cierto que "en vida la utilizó para este tipo de asuntos", con su muerte "va cayendo en desuso porque los Franco no tienen ningún interés en conservarla".

En la actualidad, tal y como relata Babío, "parece que el estado no es el más propicio" ya que "no gastaron nada de dinero en mantenerla" y, al contrario de lo que sucede en Meirás, "en los últimos años no le dan mucho uso".

La réplica de la CRMH ante dicho escenario es rotunda: "Debería hacerse exactamente lo mismo que con el Pazo de Meirás". Es decir, su devolución al patrimonio público. "Fue robada al erario público", subraya Babío, de modo que la asociación memorialista no alberga ápice de duda al exigir gestiones oportunas que trabajen por "la recuperación de la Casa Cornide para el patrimonio municipal".

Pórtico de la Gloria

La Fundación Francisco Franco se burla de Núñez Feijóo y cancela las visitas al Pazo de Meirás "por motivos de seguridad"

La Fundación Francisco Franco se burla de Núñez Feijóo y cancela las visitas al Pazo de Meirás "por motivos de seguridad"

En septiembre del pasado año el diario gallego La Opinión A Coruña reveló que la vivienda Cornide alberga dos esculturas del Pórtico de la Gloria perteneciente a la catedral de Santiago de Compostela. Se trata de dos ejemplares de 1,70 metros de altura elaborados por el maestro Mateo, separados de la fachada de la catedral en el año 1520 con el objetivo de construir dos puertas.

Posteriormente, ambas piezas fueron a parar a manos del conde de Gimonde, un noble compostelano que se las vendió al Ayuntamiento de Santiago por 60.000 pesetas. Finalmente, el consistorio decidió regalárselas al dictador, que primero las instaló en el Pazo de Meirás y finalmente en la Casa Cornide. Tal y como señalaba el periódico local, el proceso de restauración de la catedral iniciado en el verano de 2014 requiere del estudio y análisis de las esculturas que posee la familia Franco, para avanzar en un proyecto basado en mostrar la reconstrucción virtual de cómo era el Pórtico originalmente, a todo color y con todas las piezas.

Según señala Carlos Babío, las esculturas "están en poder de los Franco", aunque a día de hoy no se sabe con seguridad si es la casa coruñesa el recinto elegido por la familia para preservarlos.

Más sobre este tema
stats