Igualdad

Urbanismo y perspectiva de género para crear ciudades accesibles y diversas

Vecinos de Barcelona pedían en mayo una Avenida Meridiana más sostenible.

¿Cómo se construye una ciudad desde una perspectiva de género? La respuesta, lejos de reducirse a códigos binarios, apunta más allá de la dicotomía entre hombre y mujer. Se trata de una idea sencilla: espacios inclusivos, seguros y que le den visibilidad a toda la sociedad, no sólo a una parte reducida de la misma. Rafael Simó, concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Castellón (PSV-PSOE), lo resume con la siguiente frase: "Significa pensar en todos y todas y pensar para todos y para todas".

Junto a Castellón, ciudades como Barcelona, Bilbao o Madrid han apostado también por seguir una línea que rompa con los modelos tradicionales y contemple una óptica inclusiva que a su vez priorice el transporte público, la creación de espacios verdes, avenidas más amplias y la peatonalización de las vías, entre otras muchas cuestiones.

"La falta de seguridad y movilidad es un serio obstáculo para alcanzar la igualdad de género en la ciudad, en la medida que limita el derecho de las personas a participar plena y libremente como ciudadanos en sus comunidades". Con estas palabras se expresa el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Habitat), cuyo contenido incide en la necesidad de implementar medidas efectivas capaces de superar los "diseños urbanos pobres" que imponen obstáculos diarios para una parte importante de la población.

La arquitecta Eva Álvarez, que ha participado activamente en el plan urbano de Castellón, subraya en conversación con infoLibre que "toda la legislación del planeamiento urbano está hecha por un grupo de personas que son hombres, blancos, burgueses y ricos", mientras que, en el lado opuesto, "la perspectiva de género busca la opinión del resto de la población" respecto a todas aquellas "actividades en las que aún no se les ha tenido en cuenta".

Todo esto, asevera la arquitecta, afecta en mayor medida a las mujeres. "Hay una cosa olvidada y es todo lo que tiene que ver con el cuidado", continúa Álvarez, quien explica que "las ciudades se han diseñado de cara a la producción, al trabajo remunerado, que es casualmente el que desempeñan los hombres". Por el contrario, no se ha abordado "con la misma intensidad el trabajo no remunerado y el cuidado, que es casualmente el que realizan las mujeres".

El cuidado, pese a permanecer a la sombra, es uno de los grandes pilares de la sociedad. "La mayoría de personas son dependientes: niños, mayores, enfermos, personas con funcionalidad diversa…", de modo que tener en cuenta sus necesidades, también en el plano urbano, supone un claro avance en la calidad de vida de la ciudadanía.

No obstante, la planificación clásica ha obviado este tipo de planteamientos, de forma que en la actualidad "no se sabe con seguridad, aunque se intuye", cómo es una ciudad pensada desde una perspectiva de género. A juicio de Álvarez, este tipo de urbe respondería a "un modelo que resuelva las necesidades de la gente que cuida a otros". La experta, que apuesta "como feminista y como arquitecta" por dar pasos hacia dicho objetivo, reconoce que sin embargo "todo eso está por hacer". 

Los ejemplos de Castellón y Barcelona

Castellón es una de las ciudades que trabaja por incorporar una visión de género en su plan de urbanismo. Se trata, tal y como explica Rafael Simó en conversación con infoLibre, de un nuevo programa en la redacción del modelo urbano. Hasta ahora, los planes "se redactaban y un equipo externo experto en materia de género los evaluaba", señala el concejal. "Esto se sustanciaba en un documento que contemplaba qué aspectos de la vía pública tenían en cuenta una perspectiva de género", pero el salto de Castellón reside en que "desde el proceso de redacción del plan ya ha tenido en cuenta este planteamiento sin necesidad de un informe externo".

La redacción, además, ha estado guiada por un proceso participativo donde la visión de la ciudadanía se ha convertido en uno de los principales bastiones del proyecto. Fueron "cuatro meses en los que el plan general se llevó a 17 talleres por todos los barrios de la ciudad", además de incurrir en la "formación para funcionarios de la casa, no sólo en el área de urbanismo, sino en muchas otras".

"Estamos acostumbrados a pensar la ciudad para un varón de edad media, poder adquisitivo medio o alto, sin problemas para desplazarse, con coche propio…", comenta Rafael Simó, quien defiende, frente al modelo clásico, una alternativa que contemple a "niños, jóvenes, mayores, personas con diversidad funcional" y todo el abanico del que se compone una ciudad.

En la práctica, "habría caminos escolares, colegios a una distancia razonable de las viviendas o una buena educación pública", entre otros factores determinantes, a los que el concejal de urbanismo añade "una red extensa de vías verdes dentro del entorno urbano, espacios accesibles para pasear e ir en bicicleta, un diseño de parques de mayores dimensiones , o no crear guetos de actividades, sino repartir el comercio, el ocio y la hostelería por toda la ciudad". A juicio de Simó, se trata de "una idea tan sencilla como crear barrios: generar espacios inclusivos, no segregados, para que todos juntos puedan cohabitar".

Barcelona, por su parte, anunció el pasado mes de marzo la puesta en marcha de una medida –elaborada con la colaboración de ERC y la CUP– que pretende avanzar hacia una ciudad "más justa, más equitativa, más segura y sin barreras". La concejala de Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, aseguró durante la presentación que "las mujeres viven de una forma diferente la ciudad", ya que su rol a menudo responde a tareas más reproductivas que productivas, de modo que su forma de moverse por las calles es diferente.

Janet Sanz, concejala de Ecología, Urbanismo y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, explica en conversación con infoLibre que uno de los objetivos permanentes del Gobierno municipal camina hacia la "transversalidad de feminismos en todo el ayuntamiento, y eso no podía dejar fuera a urbanismo y movilidad a la hora de planificar la ciudad y todo lo que usan las personas en su día a día". Se trata de construir ciudades "sostenibles, saludables y habitables", que cambien el modelo tradicional "para dar protagonismo a la gente".

Vigo y Bilbao lanzan una acción pionera contra el acoso callejero: las paradas de autobús nocturnas

Vigo y Bilbao lanzan una acción pionera contra el acoso callejero: las paradas de autobús nocturnas

Con este objetivo, el Ayuntamiento de Ada Colau ha optado por un "cambio de enfoque" que comprende un "proceso participativo de siete u ocho meses" para transformar, entre otras, la Avenida Meridiana de una forma "no sólo longitudinal, sino transversal" y de esta manera incluir "equipamientos de proximidad" destinados a "lo que hace la gente en su día a día". En el caso de la Meridiana, el ayuntamiento comenzó en marzo de 2016 a definir los criterios de modificación a través de talleres, jornadas y sesiones de trabajo abiertas a toda la ciudadanía. Durante el último trimestre de 2016 se llevó a cabo la valoración de los resultados en la mesa de participación y a lo largo del presente año se trabaja sobre la redacción, licitación y contratación de los proyectos ejecutivos, con el objetivo de iniciar las obras en 2018.

La voluntad del ayuntamiento, continúa Sanz, reside en estudiar aspectos muy concretos que van desde el modo en que la gente cruza las calles, hasta cómo se generan dinámicas e intercambios, desde una "perspectiva de lo cotidiano". Esto conlleva, indica la concejala, la creación de "espacios seguros, mejor iluminación, y otros nuevos proyectos como intervenir sobre los polígonos industriales en clave de movilidad y usos".

En esencia, la propuesta de una transformación urbana desde una perspectiva de género, explica Sanz, se basa en "mejorar la vida de todo el mundo" en la medida en que "incorpora a personas no incorporadas, a todos los colectivos, recupera la vida de las personas que han sido expulsadas de la planificación".

Más sobre este tema
stats