Gobierno y PSOE discrepan sobre si una convocatoria electoral frenaría el 155

La respuesta que se daría desde el Estado al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el supuesto de que este convoque elecciones autonómicas esta semana antes de que el pleno del Senado debata el viernes sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución ha erosionado, al menos en público, la unidad del mensaje del Gobierno y el Partido Socialista.

Para los conservadores este gesto no bastaría. Con ello, "no se arreglan las cosas", en palabras del ministro de Justicia, Rafael Catalá. Mientras, desde el PSOE, la portavoz en el Congreso, Margarita Robles expresó que "no tendría razón de ser la aplicación del 155 si Puigdemont da la palabra a los catalanes en un marco de legalidad constitucional".

 

Robles recordó que esta posición es la que mantuvo este lunes de manera expresa en una entrevista radiofónica la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y equivale a "la misma tesis" que defiende el PSOE. Sin embargo, este martes Catalá añadió que no vale con que Puigdemont convoque elecciones, sino que se necesita algo más, como que aclare si declaró o no la independencia, informa Europa Press.

Las palabras de Robles se suman a las del líder del PSC, Miquel Iceta, en declaraciones al programa Al rojo vivo (laSexta): "Si Puigdemont convoca elecciones legalmente se deben celebrar y el 155 no se aplica".

 

Este martes, infoLibre publica que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, contiene las críticas internas al 155 en la esperanza de que Puigdemont convoque elecciones y evite su aplicación.

Antecedentes

La semana pasada, destacados miembros del Gobierno extendieron la idea de que Carles Puigdemont tenía hasta este mismo viernes, hasta que los senadores voten en el pleno, para dar marcha atrás, ser él quien convoque elecciones y evitar la suspensión de la autonomía. La idea no caló bien en otros círculos conservadores, que consideraban que el Govern ha desafiado ya tanto al Estado que la respuesta del Ejecutivo ha de ser contundente, sin marcha atrás. De ahí que el presidente, en la rueda de prensa en la que esbozó el 155, lanzara el siguiente mensaje: "El artículo 155 sólo se puede paralizar si el Senado no lo aprueba", poniendo el foco en la Cámara de representación territorial.

Pese al evidente giro en las declaraciones públicas de los miembros del Ejecutivo, en La Moncloa, subrayan que el Gobierno ya ha dejado en manos del Senado el documento con las medidas y que ahora corresponde a la Cámara alta tomar las siguientes decisiones. De hecho, recuerdan que Puigdemont tiene un plazo para responder. E insisten en que no ha habido cambio de criterio. "Si Puigdemont quiere que no se aplique el 155 la vuelta a la legalidad tiene que ser total y sin medias tintas. Y las elecciones, dentro del marco de legalidad constitucional. No vale hablar de independencia y convocar elecciones", señalan fuentes conservadoras.

Ciudadanos, con el mensaje de Catalá

Mientras, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, sostuvo que para dejar de aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña no bastaría con que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, convocase esta semana unas elecciones.

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"Si el señor Puigdemont convoca elecciones, da expresamente por inválidas las leyes que han sido anuladas o suspendidas por el Tribunal Constitucional, que son las del golpe del 6 y el 7 de septiembre en el Parlament, y se dispone a la neutralidad institucional en unas elecciones autonómicas en Cataluña, pues me parecerá una excelente noticia", contestó a los periodistas en la Cámara baja preguntando sobre si Cs abogaría por no aplicar el artículo 155 si el presidente catalán convoca unos comicios y vuelve al orden constitucional.

Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, criticó la "voluntad clara" del Gobierno de seguir adelante con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, aunque el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, decidiera convocar elecciones anticipadas.

"Parece que la voluntad del Gobierno es clara de forzar un artículo de la Constitución para hacer algo que va a hacer mucho daño no sólo al autogobierno de Cataluña, sino que puede hacer mucho daño a la democracia española", criticó antes de participar en la reunión de su grupo parlamentario en la Cámara alta.