Operación Púnica

Marjaliza afirma ante el juez que Granados le pidió que quemara documentación "en un día de niebla"

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El constructor y cerebro de la trama Púnica, David Marjaliza, ha explicado este jueves en la tercera sesión del juicio por el chivatazo que se le dio a su exsocio Francisco Granados que este le llamó el seis de septiembre —a la mañana siguiente de ser advertido por el guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino de que existía una investigación sobre estos hechos— y le dijo que se estaban "haciendo cosas, seguimientos o algo" en la puerta de la sede de sus negocios, en Pinto.

A tenor de la conversación telefónica se celebraron hasta "cuatro o cinco" encuentros físicos entre los exsocios a partir del cual Marjaliza decidió tomar una serie de precauciones, entre ellas cambiar los teléfonos, formatear los discos duros de su ordenador y el de su secretaria, Ana María Ramírez, y transportar el dinero en metálico a Madrid.

El exsecretario general del PP madrileño le dijo, concretamente, que la advertencia que había recibido la noche anterior "tenía una pinta muy mala" y por ello le mandó quemar "en un día de niebla" toda la documentación que ocultaba en sus oficinas, ubicadas en el edificio Éboli. Entre ella destaca información sobre la Comunidad de Madrid, licitaciones y facturas no declaradas, documentación que, según el empresario, llenó hasta tres carritos.

Marjaliza, que ha asegurado que no ha pactado "absolutamente nada" con el Ministerio Fiscal, también ha confesado que guardaba una libreta en la que se apuntaban regalos, dádivas y todo tipo de pagos en B que efectuó desde su entramado a diversas figuras, entre ellas al político madrileño, a quien se refería con el sobrenombre de "futuro".

El empresario, que ha declarado como testigo en esta pieza conocida como Talamino, ha dicho que los regalos efectuados a Granados quedaron anotados en un cuaderno en el que también se apuntaban las entradas y salidas de dinero, las fechas y los beneficiarios de estas cantidades. Granados era conocido como "futuro" mientras que el también exalcalde de Valdemoro José Miguel Moreno era "futuro 2".

Pagos de hasta 50.000 euros

Tras su turno ha testificado Ana María Ramírez que ha venido a confirmar la existencia de dicha libreta en la que durante los últimos quince años anotaron "todos los meses" cantidades que oscilaban entre los 20.000 y 50.000 euros aunque no ha aclarado a qué concepto respondían ni quienes eran los beneficiarios, al margen de los dos exediles de Valdemoro. "Eran grandes cantidades de dinero", ha dicho a preguntas de las partes.

La que fuera mano derecha de Marjaliza también ha reconocido que guardó debajo de su colchón mucha información sobre cuentas bancarias en el extranjero a petición del constructor, que decidió no quemar esa información. Tanto Marjaliza como Ramírez están imputados en la pieza principal de la trama Púnica que sigue instruyéndose por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.

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