SOS Racismo se moviliza este jueves por la "actual regresión de derechos" en los CIE

La asociación SOS Racismo ha convocado una concentración este jueves a las 19.00 frente al Ministerio del Interior para protestar por la apertura del nuevo CIE de Algeciras, según anunció el ministro Juan Ignacio Zoido este lunes. Consideran que el anuncio es una "campaña de lavado de imagen para unas instituciones que son espacios de vulneración de derechos por su mera existencia".

En un comunicado, la organización considera que Interior "trata de esconder la actual regresión en materia de derechos en los CIE". La semana pasada, Interior estrenaba la cárcel de Archidona (Málaga), internando a 500 inmigrantes llegados a España días antes, según el ministro, por el "colapso" del sistema y porque "están igual que en los CIE".

Desde SOS Racismo alertan de que el internamiento de los inmigrantes en prisiones, "algo absolutamente prohibido por la ley", demuestra la "actual regresión de derechos en los CIE". Recuerdan que "no es la primera vez" que un anuncio se usa para mejorar la imagen, y aluden a la inauguración del "hotelito" de Moratalaz en 1988, o a la apertura del CIE de Aluche, tristemente célebre por los motines y fugas de internos, en pie de guerra.

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La organización critica la postura de Interior, que aludía a una situación excepcional, "como si las garantías de derechos pudieran suspenderse por la voluntad o la incapacidad de los representantes públicos". Además cargan contra "el hecho de que se esté internando a personas por una mera falta administrativa", que califican de muy grave.

Asimismo, critican que Interior "derroche" recursos públicos en unas instituciones que "cuentan con un gran rechazo social y son verdaderos agujeros negros del derecho". Y es que, reiteran, "su mera existencia genera sufrimiento y violaciones sistemáticas de derechos humanos".

También recuerdan que las organizaciones sociales no pueden acceder a los centros, lo que "ha dado lugar a muertes, violaciones, torturas, malos tratos, abusos..." porque "los derechos quedan supeditados a la seguridad y el control", algo que, según SOS Racismo, es "decidido de forma arbitraria por los agentes de policía que gestionan estos centros".