El futuro de Cataluña

ERC se enfrenta al dilema de forzar la legislación o enfrentarse a Puigdemont

El portavoz del ERC en el Congreso, Joan Tardá, posa junto a otros cargos electos de su partido ante la sede del Tribunal Supremo.

El compromiso de Esquerra de respetar lo que decidan los letrados del Parlament sobre una hipotética investidura a distancia amenaza los planes de Carles Puigdemont de someterse desde Bélgica a la votación con la que quiere volver a la Presidencia.

Fuentes de los servicios jurídicos de la Cámara catalana citados por diferentes medios aseguran que la práctica totalidad de los letrados del Parlament opinan que una investidura telemática o delegada no es compatible con el ordenamiento jurídico vigente, en especial con el reglamento del Parlament y la Ley de la Presidencia de la Generalitat y del Govern. Uno de los argumentos citado por La Vanguardia se basa en al articulo 4.3 de la mencionada ley: “El candidato o candidata propuesto presenta ante el Pleno su programa de gobierno y solicita la confianza de la cámara”. La preposición “ante”, razonan, implica que la presentación del programa de gobierno en el Pleno tiene que ser presencial.

De momento, solo uno de ellos ha hecho declaraciones en público: se trata de Manuel Fernández-Fondecha, que en una entrevista emitida por la COPE, cadena propiedad de la iglesia católica, ha avisado de que “legalmente” es “absolutamente imposible” investir por la vía telemática a Puigdemont.

De ser así, Esquerra tendrá que decidir si mantiene su criterio y rechaza que la Mesa del Parlament organice una investidura a distancia o bien desafía el previsible dictamen en contra del Tribunal Constitucional y sigue adelante con los planes de Puigdemont. Joan Tardá, portavoz en el Congreso. se limitó a declarar que ERC seguirá “trabajando para que exista un Govern porque hay un bien superior a conseguir que es que exista un Govern y lo habrá”.

Catalunya en Comú-Podem, la formación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se sumó además este jueves a la postura de Ciudadanos, PSC y PP oponiéndose a la investidura a distancia. La número dos de la coalición, Elisenda Alamany, consideró “inimaginable” pensar que Cataluña se puede gobernar desde Bélgica y advirtió de que una “interpretación excesivamente creativa” del reglamento provocaría una respuesta del Tribunal Constitucional.

El president en el exilio, que este viernes reunirá en Bruselas a sus diputados, sigue sin considerar otro escenario que no sea su reelección, el único que en su opinión garantiza la restauración de la Generalitat tras la aplicación del 155. Otra cosa, sostiene ante sus interlocutores de estos días, supondría “una victoria de Rajoy”.

Si Esquerra decide no apoyar su plan de investidura a distancia la crisis interna en el seno del independentismo estará servida. Aunque en las últimas semanas se ha especulado con la posibilidad de que Puigdemont mantenga su pulso hasta el final, a riesgo de que suponga la convocatoria de nuevas elecciones, fuentes del PDeCAT y de Esquerra descartan por completo esta posibilidad. Ninguna de las dos formaciones es partidaria de poner en riesgo la mayoría absoluta revalidada el 21D con una repetición electoral de final incierto.

La única salida para evitar elecciones

Y si Puigdemont no puede someterse a la investidura, la única salida para el independentismo si quiere evitar la repetición electoral es que renuncie y elegir otro president. En ese punto, todas las fuentes consultadas por infoLibre sostienen que Junts per Catalunya hará valer su mayoría en el seno de la familia soberanista e impondrá que el elegido para dar el relevo a Puigdemont sea uno de los suyos. Esquerra insistirá en proponer a su líder, Oriol Junqueras —Gabriel Rufián, portavoz adjunto en el Congreso, lo hace siempre que tiene ocasión—, en la hipótesis de que el Supremo le permita someterse a la votación, pero el hecho de que los republicanos ya hayan aceptado presidir el Parlament limita sus posibilidades de convencer a JuntsxCat.

Las dudas sobre la investidura, en todo caso, siguen sin despejarse y todo hace pensar que no lo harán hasta la semana que viene, cuando la nueva Mesa del Parlament encargue a los letrados un dictamen sobre la legalidad de que Puigdemont sea investido desde Bruselas. No obstante, la decisión del PSC de pedir este viernes a la Mesa en funciones el citado informe podría adelantar los acontecimientos.

Puigdemont reclama no "subvertir" el mandato de las urnas con debates reglamentarios

Puigdemont reclama no "subvertir" el mandato de las urnas con debates reglamentarios

La renuncia, este jueves, de Carme Forcadell a repetir en la Presidencia de la Cámara —“el nuevo momento político requiere de una figura libre, sobre todo de procesos judiciales”, alegó en rueda de prensa— abre la puerta a que el puesto de máxima representación del Parlament pase a ser ocupado por Ernest Maragall, elegido en las listas de Esquerra.

Maragall, de 75 años de edad, es hermano del que fuera president socialista de la Generalitat y fue hasta 2014 un destacado dirigente del PSC, partido que acabó abandonando impulsado por sus ideas soberanistas. Ser el diputado de mayor edad le situará en la Presidencia el próximo martes, durante el pleno de investidura que debe elegir la Mesa y que en virtud de acuerdo suscrito por el independentismo dará dos puestos a Esquerra —incluido el de presidente— dos a JuntsxCat, dos a Ciudadanos y el séptimo al PSC.

Si el elegido por Esquerra para dirigir el Parlament es Maragall y no Antoni Castellà, cuyo origen está en Demòcrates, el partido que reunió a los independentistas de la desaparecida Unió Democrática de Catalunya, los republicanos también estarán enviando un mensaje para la legislatura que comienza: Maragall tiene, en principio, un perfil menos dispuesto a incumplir el ordenamiento jurídico vigente que Castellà.

Más sobre este tema
stats