El futuro de Cataluña

El aplazamiento del pleno prorroga 'sine die' la aplicación del 155

El presidente del Gobierno en una entrevista en 'Los Desayunos de TVE'

El aplazamiento del pleno de investidura en el Parlament anunciado este martes por el presidente de la Cámara autonómica, Roger Torrent, deja todavía más en el aire el fin de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el que implica la intervención de una comunidad.

"Las medidas contenidas en este acuerdo se mantendrán vigentes y serán de aplicación hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno de la Generalitat, resultante de la celebración de las correspondientes elecciones al Parlamento de Cataluña", puede leerse en el acuerdo del Consejo de Ministros publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) tras el pleno del Senado que lo autorizó. Así, mientras no hayan tomado posesión todos los miembros del nuevo Govern, este precepto constitucional seguirá en vigor.

En el Gobierno insisten en que cuanto antes vuelva la "normalidad" a Cataluña, cuanto antes comiencen a trabajar con normalidad todos los organismos e instituciones, es decir, sin la intervención del Ejecutivo central, mejor para esta comunidad. "Hay mucho de lo que hablar, empezando por la financiación autonómica, un debate del que llevan ausentes desde hace ya más de un año".

"Hace falta dar un paso adelante. El 155 no se debe perpetuar, no es bueno. Y si sigue en vigor no va a ser por culpa del Gobierno, que está cumpliendo con su obligación", defiende una de las fuentes conservadoras consultadas. 

La primera votación del pleno de investidura activa el reloj para que, si en los dos meses siguientes a este día no hay candidato elegido, el Parlament sea disuelto y se convoquen elecciones. Ahora, con el frenazo dado por Torrent se genera una especie de limbo legal que se presta a todo tipo de interpretaciones: desde la de quienes sostienen que el plazo arranca este miércoles 31, que es cuando se cumplen los días días desde la constitución del Parlament que fija el reglamento para la propuesta de un candidato, a la de quienes señalan que el reloj no se activa hasta que no se celebre ese primer pleno. Pase el tiempo que pase.

El debate sobre los plazos

En las últimas semanas, el Gobierno abogaba por la primera de estas interpretaciones. Pero en los últimos días ha optado por dejar que sea el Parlament el que fije posiciónParlament. Este martes, se anunció una primera reunión de los letrados de la Cámara para elaborar un informe al respecto que después trasladarán a los diferentes grupos parlamentarios.

En algunos sectores conservadores se ha instalado la idea de que en JuntsxCat, la candidatura de Carles Puigdemont, están dispuestos a forzar la convocatoria de unas nuevas elecciones con el convencimiento de que mejoraría la marca de 34 escaños cosechados el 21D. Factor este que alargaría la aplicación del 155, como poco, hasta mayo.

En clave nacional, la prolongación de la aplicación del 155, juega en contra de los tiempos de Mariano Rajoy para dar un impulso a este segundo tramo de la XII Legislatura.

El presidente del Gobierno insiste siempre que se le pregunta en que su intención es sacar los Presupuestos Generales del Estado para 2018 –en este momento están prorrogadas las cuentas de 2017– con el mismo equilibrio de fuerzas parlamentarias con el que salieron adelante los vigentes. A saber: PP, Cs, PNV, CC y Nueva Canarias

¿Más dificultad para los Presupuestos?

En estos planes, Rajoy se topa con la advertencia de los nacionalistas vascos. Este mismo martes, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, sostuvo que Rajoy peca de "optimista" cuando confía en que los Presupuestos puedan llegar el Congreso en el mes de marzo. Poco antes, el presidente, en una entrevista concedida a Los Desayunos de TVE, había asegurado que su intención es que las cuentas públicas reciban el visto bueno del Consejo de Ministros antes del 31 de marzo.

En declaraciones recogidas por Europa Press, Esteban aseguró que no existe "ningún avance" al respecto, ni tampoco se ha celebrado ninguna reunión, "ni nada de nada". "No nos hemos sentado con el Gobierno a discutir los Presupuestos. Con el [artículo] 155 en vigor, en estos momentos no hay ninguna realidad".

En este sentido, insistió en que "no se dan las condiciones para discutir, debatir y, en su caso, acordar los Presupuestos" por la situación política en Cataluña, una posición que los nacionalistas vascos mantienen desde el mes de septiembre.

Con todos estos elementos en la coctelera, el Gobierno huyó del triunfalismo a la hora de valorar el aplazamiento del pleno de investidura. Porque el escenario, mantienen, es incierto. La reacción de la Moncloa se limitó a sostener que el paso dado por Roger Torrent era fruto directo "de la actuación del Estado de derecho", tanto por la acción del Gobierno como de los tribunales.

El Gobierno sigue insistiendo en que los independentistas deben elegir a un "candidato limpio", libre de cargas con la Justicia, para que Cataluña regrese a la normalidad.

Más presión a Ciudadanos

Paralelamente, Mariano Rajoy dio órdenes a los suyos de retomar las presiones a la candidata de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas, para que mueva ficha y, con ello, se active sin ningún género de dudas el reloj hacia unas nuevas elecciones.

"El aplazamiento del Pleno del Parlament es producto del recurso presentado por el Gobierno. Si no hoy estaríamos ante la investidura de un prófugo. Ahora hay que proponer un nuevo candidato. ¿Hasta cuándo Arrimadas va a estar escondida? Es el momento de presentar su candidatura", escribió el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, en su cuenta de Twitter.

 

"Unos estamos haciendo el trabajo duro, mientras otros están silbando desde el tendido cruzados de brazos. Eso es lo más fácil, pero no es lo más inteligente ni lo más oportuno", criticó, por su parte, el portavoz de los conservadores en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando.

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El parlamentario consideró que lo "razonable" es que Torrent "dé la oportunidad de que se presente a la investidura la persona que ha ganado las elecciones" y que Albert Rivera "permitiera" a Arrimadas someterse a ese debate.

Por su parte, el vicesecretario de Política Social y Acción Sectorial, Javier Maroto, consideró que Arrimadas "tiene la obligación ética y democrática" de presentar su candidatura" para poder "recuperar la normalidad democrática" en Cataluña. "Que no deje hueco y se presente a la candidatura. No es tiempo de quedarse en casa saboreando una victoria electoral", dijo.

Así, señaló que la líder de Ciudadanos en Cataluña "no está sola" y que "en un momento estratégico como éste"”, cuenta con el respaldo del PP en el Parlament y con el del Gobierno de España. Y recordó a Arrimadas que "lo de que los números no dan" no es una excusa ya que ella misma planteó una moción de censura contra Puigdemont con menos respaldo del que tiene ahora. "Sí la defensa del discurso constitucionalista, la legalidad y la convivencia era oportuno entonces, ¿por qué no lo es ahora?”, se preguntó.

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