Día Internacional de la Mujer

Recta final hacia la huelga feminista tras un año de preparativos en todo el país

Imagen de archivo de una manifestación feminista.

El movimiento feminista encara la recta final hacia la huelga del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, tras un camino de preparativos previos marcado por el trabajo continuo y las victorias colectivas. Las mujeres, que se pusieron en marcha tras el éxito en las calles del 8M de 2017, han logrado el apoyo masivo de la sociedad civil en todo el país, además de un amplio respaldo sindical que les proporcionará la cobertura legal necesaria a la hora de organizar la huelga. Hoy, a un mes de la convocatoria, los preparativos están a punto.

Prácticamente cada mes las comisiones feministas que se extienden por el territorio estatal organizan asambleas, abiertas a todas las mujeres que quieran sumarse, para avanzar hacia la huelga. Chelo Hernández,portavoz de la Comisión 8M, explica en conversación telefónica con infoLibre que el movimiento no ha dejado de trabajar en ningún momento desde el pasado 8 de marzo de 2017. Los primeros pasos en Madrid, relata, se dan en torno a mayo y a partir de ahí se decide organizar un encuentro el 23 de septiembre en Elche (Alicante) con el fin de descentralizar el movimiento e intercambiar perspectivas. Ahí comienza a plantearse la posibilidad de una huelga general y nacen las comisiones de trabajo a nivel estatal y en cada territorio.

Las mujeres de Euskadi, Madrid, Galicia, Cataluña, Valencia, Aragón o Castilla y León comenzaron a organizarse para tejer redes que el 13 y 14 de enero se materializaron en un encuentro estatal celebrado en Zaragoza, al que asistieron cerca de 400 mujeres. Se consolidó entonces la idea de una huelga general, subraya Hernández, aunque respetando las decisiones que adoptase cada comisión con los sindicatos territoriales. El motivo por el que la huelga feminista debía esta vez ocupar las 24 horas del día –el pasado año se realizaron paros parciales– es claro: "Las cosas durante este año han seguido igual o peor".

Ellas paran

Entre los aspectos sobre los que imperaba la necesidad de alcanzar consensos, el movimiento feminista se percató enseguida de la importancia de dos: los ejes sobre los que debía girar la huelga de mujeres y la cobertura legal de la misma.

"Se habla de huelga general y tenemos en la cabeza sólo la laboral, el trabajo asalariado", reflexiona Chelo Hernández, pero "la huelga feminista abarca muchos otros ámbitos de la vida". Son cuatro, concretamente, los ejes sobre los que gira: cuidados, consumo, vida estudiantil y esfera laboral. En este sentido, el movimiento feminista aclara que todas las mujeres están convocadas "para quebrantar los privilegios de una sociedad patriarcal y capitalista, racista y heteronormativa". A través de la paralización de la actividad y la movilización en las calles, la huelga feminista busca ceder a las mujeres "el espacio público" con el fin de que puedan "reapropiarse de la decisión" sobre sus cuerpos y sus vidas.

Las organizadoras, no obstante, conscientes de la necesidad de una "cobertura legal a nivel laboral y estudiantil", lanzaron una llamada a los sindicatos. Necesitaban su cobertura y éstos le brindaron su compromiso. A la huelga que ultima la Comisión 8M se suman los paros parciales que proponen los sindicatos CCOO y UGT, tal y como adelantó infoLibre. Ambos han llamado a celebrar paros por la mañana, entre las 12:00 y las 14:00 horas, y por la tarde entre las 17:00 y las 19:00 horas.

Sí apuestan por una huelga general la CNT y la CGT, quienes se inclinan por parar durante las 24 horas del 8 de marzo. A nivel estudiantil, el Sindicato de Estudiantes ha llamado "a todas las estudiantes, y también a sus compañeros de clase, a la huelga general estudiantil, a vaciar las aulas de todos los institutos y universidades y llenar las calles, acudiendo a las concentraciones y manifestaciones unitarias que se celebrarán ese día en cientos de ciudades y localidades del Estado español y de todo el mundo".

Trabajo en barrios y pueblos

El reto a lo largo de los últimos meses, más allá de planteamientos estrictamente organizativos, fue encontrar la forma en que la convocatoria debía llegar a la gente. "Cada territorio lleva la convocatoria a distintos barrios, se hacen asambleas para explicar, se pone en contacto con las organizaciones de barrio y ellas lo trasladan a la gente", explica Hernández. Lo cierto es que, aun existiendo una coordinación a nivel estatal, "los territorios son autónomos a la hora de realizar acciones, porque cada uno conoce cómo es su entorno y qué es lo que puede hacer", detalla la activista.

Así lo constata Carme Alemany, miembro de Vaga Feminista en Cataluña. Cuenta, en conversación con este periódico, las particularidades de la actividad feminista en territorio catalán y recuerda las raíces del colectivo Vaga de Totes, que nace en 2014 con vocación de organizar una huelga de mujeres en Cataluña. La experiencia duró dos años y se planteó con el objetivo de llamar a todas las mujeres, "jubiladas, estudiantes, paradas, precarias y trabajadoras domésticas". La iniciativa dotó a las catalanas del andamiaje necesario sobre el que construir los preparativos para la huelga de marzo.

Alemany rechaza cualquier tinte de centralidad y apuesta por que "cada territorio lo organice como quiera", siempre con un objetivo común, "con muchas ideas y con mucha alegría". La activista cree esencial que la huelga sirva para denunciar, además, cuestiones clave como la corrupción o "las leyes que reprimen" a la ciudadanía, especialmente en un contexto como el que impera en Cataluña. Aunque debe ser "un movimiento social y pensado desde las mujeres, el feminismo también tiene que ser político", reflexiona.

Irene Ruiz pone voz a la plataforma que organiza la Vaga Feminista en el País Valencià. Concretamente habla desde la experiencia en Elche. "Nosotras nos hemos ocupado de tejer red en pueblos cercanos, mover las ideas feministas en los alrededores", explica en declaraciones a este diario. La activista sostiene que "la manera de funcionar es distinta" entre los diversos puntos del país, porque "los recursos también son distintos". "Nosotras somos pocas, trabajamos sobre la marcha, sobre los encuentros estatales y territoriales, siguiendo el ritmo como podemos", admite. La actividad, aunque a menor cadencia, es igual de intensa en los territorios más pequeños. En Almería las asambleas comienzan ahora a tomar forma, según expresa una portavoz de la organización provincial, pero los resultados "son muy satisfactorios". Aspiran a "seguir el ejemplo de otros territorios, trabajar a nivel local en barrios y pueblos, poner en común ideas", explica. El movimiento, dice, "se está haciendo muy fuerte".

Recta final

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A un mes de la huelga feminista, el mandato ahora es seguir con el trabajo. Con la "frenética" hoja de ruta que tienen por delante, tal y como la define Chelo Hernández. Para el movimiento feminista resulta fundamental que la dinámica no sólo no se pierda, sino que sea capaz de reunir cada vez más apoyo. Para que esto ocurra debe existir una actividad continua que interpele a las mujeres. Con el pie puesto en el acelerador, las reuniones mensuales que celebran las organizadoras han pasado ahora a ser quincenales o semanales en algunos casos.

En Madrid, la comisión de estudiantes ha programado una serie de actividades desde el lunes 5 de febrero hasta el domingo 11 que busca informar y llamar al alumnado. También las estudiantes de Zaragoza se encuentran en pleno desarrollo de su semana de acción feminista, basada en talleres, mesas informativas o asambleas estudiantiles, entre otras actividades.

Este mismo jueves se celebran asambleas en ciudades como Madrid o Sevilla, mientras que Cartagena ha optado por una concentración aderezada por el sonido de las cacerolas, siguiendo el ejemplo de Elche. El domingo 11, Madrid acogerá un evento pensado en forma de espacio de debate, que además contará con la intervención de artistas y colectivos como Rozalén, Belén Copegui o Madres Contra la Droga. En Cataluña, por su parte, la organización celebrará, junto a Novembre Feminista, una concentración el próximo miércoles 14 de febrero en el barrio de Sant Andreu (Barcelona) para denunciar el feminicidio y las consecuencias del amor romántico. Las comisiones territoriales coinciden en la importancia de moverse ahora hacia las "zonas donde participan mujeres" para lograr así "interpelar" a quienes dentro de un mes pararán el mundo.

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