LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Especulación en el infierno: los intermediarios inflan los precios en medio del caos y la muerte de Gaza

La financiación de los partidos

PP, PSOE, Podemos y ERC ridiculizan las excusas con las que Cs trata de justificar su 'suspenso' en el Tribunal de Cuentas

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y su secretario general, José Manuel Villegas, en el pleno del Congreso de los Diputados.

Fernando Varela

PP, PSOE, Unidos Podemos y Esquerra rechazaron este martes en el Congreso las excusas con las que Ciudadanos trató de explicar que su contabilidad del año 2015, el último ejercicio fiscalizado hasta la fecha, no haya superado el listón del Tribunal de Cuentas. El partido de Albert Rivera asegura que todo es consecuencia de lo mucho que creció en 2015.

Fue en la comisión mixta Congreso-Senado para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas. Allí compareció el presidente de la institución, Ramón Álvarez de Miranda, para explicar entre otras cosas el contenido del informe que suspendió las cuentas de Ciudadanos suspendióde 2015 porque “no reflejan adecuadamente la situación financiera y patrimonial de la formación al cierre del ejercicio”.

Juan Bravo (PP) no desperdició la ocasión de hacer sangre, en línea con la estrategia del partido de Mariano Rajoy de dirigir toda la artillería en contra de Cs para intentar atajar el crecimiento de esta formación tras las elecciones catalanas.

De hecho, Bravo ignoró el resto del informe para centrarse “en el partido del señor Rivera, que viene impartiendo lecciones de transparencia, de ética, de regeneración” y “de calidad democrática”. “Lo que para los demás ustedes califican como ilegalidades o irregularidades, cuando les afecta a ustedes lo rebajan a simples errores administrativos, aspectos puramente formales o discrepancias de aplicación contable”, reprochó.

El portavoz del PP intentó sembrar dudas sobre las transacciones económicas entre Ciudadanos y sus grupos políticos en las instituciones, habló de falsedad documental y emplazó reiteradamente al presidente del Tribunal a actuar contra este partido denunciando ante la Fiscalía su “opacidad y grave falta de justificación” de los gastos. Incluso especuló con la posibilidad de que Cs haya cometido un delito fiscal e insinuó que podría estar siendo beneficiada por empresas como la aseguradora Caser.

Qué cabe esperar de un partido, se preguntó Bravo, que no es capaz de gestionar su propia contabilidad "en 2014, con apenas dos millones de facturación, o en el año 2015, con algo más de 17 millones. ¿Tienen ustedes capacidad para gestionar una comunidad autónoma o un país?”. Ciudadanos se constituyó en el año 2007, recordó el portavoz del PP. “Un partido pequeñito cuyo presidente era Albert Rivera” y que ya en 2008 “no aportó las cuentas en plazo”. “¿Tenía ahí alguna responsabilidad el señor Rivera? ¿Era el suyo un partido tan grande, o tan grande la explosión que se produjo, que no permitió el control? Nosotros creemos que no”, sentenció.

El “fruto envenenado”

“Quizá podríamos aplicar aquí la teoría del fruto envenenado”, remató su intervención Bravo. De manera que si Rivera decía que “ahora sólo hay espacio para los limpios, ¿podemos decir entonces que se acabó Ciudadanos por ser un partido con irregularidades en su gestión? ¿O podemos ser más exigentes?”, añadió. “Ante un informe ya fiscalizado y condenado en términos contables por el Tribunal de Cuentas, ¿quién va a asumir responsabilidades y dimitir en Ciudadanos? Rivera debería”, concluyó.

El socialista Antonio Hurtado no fue tan extremo como el PP pero tampoco dejó pasar la ocasión de pedir cuentas a Cs. Lo hizo citando un artículo de prensa según el cual los ciudadanos que votaban al PP “tapándose la nariz” por sus casos de corrupción ahora pueden pasarse a Ciudadanos.

“No estoy de acuerdo” con esa tesis, señaló Hurtado, porque el de Rivera “es el único partido de los grandes de este país que no tiene cuentas representativas y esto está dicho por el Tribunal de Cuentas. Significa”, enfatizó, “que no solamente hay salvedades en las cuentas, sino que realmente están falseadas y no son admisibles”.

“¿Es ese partido aparentemente limpio con pocos años de vida el que venía a regenerar los partidos políticos y la calidad democrática?”, se preguntó el portavoz socialista. “Es el único partido que no tiene cuentas representativas y debería dar explicaciones al respecto”.

En nombre de Unidos Podemos (UP), Segundo González consideró muy llamativo que los estados contables de Cs no reflejen la actividad de tres de sus catorce grupos institucionales, que los saldos de tesorería contengan numerosos errores y omisiones en el registro contable de entradas y salidas, incluyendo discordancias entre documentación justificativa facilitada por la formación y registros contables, omisiones de movimientos de tesorería, errores en seguimiento de saldos y pagos a acreedores, así como duplicidades en la contabilización de pagos. “Ni siquiera se molestaron en algunos casos en conciliar los bancos, es decir, una contabilidad totalmente chapucera”, subrayó.

“Ciudadanos justificaba públicamente estos errores sobre la base de su crecimiento exponencial”, recordó el portavoz de UP. “Yo fui responsable de finanzas en Podemos hasta hace un año y creo que pocos partidos tuvieron un crecimiento tan exponencial como el mío y nuestra contabilidad no tiene las deficiencias que ustedes presentan”.

“Si uno se toma en serio la financiación interna y se preocupa por hacer las cosas bien, no tiene por qué dar ningún tipo de problema”. Y “si no están preparados para gestionar un partido, difícilmente lo estarán para gestionar un país”, destacó, porque “hay que predicar con el ejemplo”.

También Bernat Picornell, de ERC, se refirió expresamente a Ciudadanos. “Albert Rivera decía que tiene las manos absolutamente limpias” pero no basta con eso. “Lo deben demostrar”. Por eso “no es de recibo que el Tribunal de Cuentas haya rechazado la contabilidad de Cs y que el partido llegue al extremo de que no le importe lo que digan sus números diciendo su líder que son salvedades muy, muy técnicas. Insisto, no nos podemos escudar de ninguna manera tras estas excusas técnicas o de criterio contable. Creo que los partidos no deberían hacerlo”.

La respuesta de Ciudadanos

Saúl Ramírez, el portavoz del Cs en la comisión, aguantó como pudo el chaparrón y trató de minimizar el hecho de que el suyo es el único gran partido cuyas cuentas no han pasado el examen del Tribunal. Y volvió a poner la excusa del crecimiento: “2015 fue el año de nuestra expansión nacional y teníamos recursos humanos y materiales muy limitados”.

El portavoz de Ciudadanos dirigió el grueso de sus reproches al PP, al que acusó de no presentar la cuentas de su grupos institucionales a pesar de que ese año no era obligatorio. “Esos grupos, centenares de ellos, manejaron millones de euros que no han podido ser fiscalizados porque el PP no entregó las cuentas. A lo mejor tendrán algo que ocultar. Algún mal pensado podría ir en esa línea, sobre todo tal vez las declaraciones en los juzgados de los que hasta ayer eran mandamases del Partido Popular en Valencia o en Madrid. Nuestras cuentas las tiene el Tribunal de Cuentas para que las analicen hasta el más mínimo detalle. Las del PP, las encuentra la UCO y las juzgan los tribunales de media España”.

Para Ramírez, si PP y PSOE salen bien parados en el examen contable no es porque estén limpios, sino por el tribunal que realiza la fiscalización. “¿Cuándo fue la última vez que el Tribunal de Cuentas detectó un escándalo de corrupción?”, se preguntó. “¡Y no será porque el Partido Popular, el Partido Socialista y Convergència no han tenido corrupción! Pero ocultan sus cuentas al Tribunal de Cuentas y, por supuesto, a todo el mundo, hasta que actúa la fiscalía, la policía, la Guardia Civil o confiesa algún corrupto arrepentido”.

Los viejos partidos “ocultan información, cierran la puerta a la regeneración, se niegan a dar más instrumentos a la justicia y ponen el ventilador en marcha para atacar a Ciudadanos por unas salvedades contables que ya han sido subsanadas”, alegó en medio de las burlas de algunos diputados.

El presidente del Tribunal, en su turno de réplica, evitó cuidadosamente entrar en detalles y responder a las preguntas que, sobre todo el PP, le dirigió para intentar señalar a Cs.

Álvarez de Miranda sí subrayó que “la aplicación del criterio de devengo”, uno de los reproches que incluye la fiscalización de Cs, “no es algo opcional, está intrínsecamente unido al propio sentido de la contabilidad”. Es “una mala práctica que debe rectificarse y, por lo tanto, esa aplicación del criterio de devengo debe incorporarse en cualquier registro de actividades. No es lo mismo encontrarse con operaciones concretas donde el principio de devengo no se ha utilizado o no se ha hecho correctamente —en los diferentes informes hay ejemplos que se pueden utilizar— que cuando esa aplicación ha sido con carácter más generalizado. Por lo tanto, esta es una cuestión importante para el futuro”.

El rastro de la corrupción

A los portavoces que se preguntaron cómo es posible que el organismo fiscalizador no haya encontrado nunca rastros de la corrupción en el PP, les respondió que el trabajo del Tribunal se basa exclusivamente en las cuentas que le son presentadas. “Las pruebas realizadas sobre la contabilidad, las pruebas reflejadas en la documentación que se rinde al Tribunal de Cuentas, dan los resultados que yo les he presentado. Ustedes dicen: ‘¿El Tribunal de Cuentas tendría que ser un órgano anticorrupción?’ En muchos países no lo es y me gustaría que ustedes reflexionaran sobre esta falta o pecado original que se nos echa [en cara] de que no hemos descubierto la caja B de un determinado partido”. Porque el organismo que preside, explicó, “en multitud de sus informes está señalando deficiencias de contratación y adjudicación de contratación” por parte de la Administración y los organismos públicos “que son verdaderamente incomprensibles”.

El Tribunal de Cuentas responsabiliza a Nacho Villa por perdonar 90.000 euros de multa a una empresa que retrasó unas obras

El Tribunal de Cuentas responsabiliza a Nacho Villa por perdonar 90.000 euros de multa a una empresa que retrasó unas obras

Y “uno puede pensar —y ustedes seguro que lo han pensado en muchas ocasiones y yo también—”, explicó crípticamente Álvarez de Miranda, “que a lo mejor detrás de esas adjudicaciones puede haber algo desconocido”. Pero para eso, concluyó su razonamiento, “están los órganos anticorrupción; para eso esta la Fiscalía, para eso está la policía”. Para “poner en los tribunales situaciones irregulares y ventilar en los mismos a quién le corresponde la responsabilidad”.

Y sobre la insistente demanda del PP para que el Tribunal actúe contra Ciudadanos, Álvarez de Miranda dejó claro que “no está establecido que la no aprobación de una cuenta lleve aparejado ningún tipo de sanción en la ley, entre otras razones, porque cuando ustedes hicieron la ley”, recordó, “así lo determinaron”. Y les devolvió la pelota: “Si lo quieren cambiar, en su mano está”. “El artículo 17 establece aquellas medidas que dan pie a infracciones en el ámbito de la contabilidad de los partidos. Si ustedes quieren ser más exigentes consigo mismos, bienvenido sea. Evidentemente, si una entidad no tiene aprobadas sus cuentas y ustedes consideran que eso tiene que tener un efecto sobre la vida de esa entidad, está en su mano cambiarlo”, insistió.

El presidente del Tribunal sí se refirió a las materias que pueden ser constitutivas de infracción a partir de la última reforma legal de 2015 y que afectan a varios partidos. La no identificación de los cargos públicos ni los donantes que realizaron aportaciones a federaciones de Izquierda Unida por un importe total de 307.000 euros.; la no identificación de las personas físicas que realizaron donaciones a la desaparecida Unió Democrática de Catalunya por 785.000 euros en 2014 y 240000 en 2015; las donaciones recibidas de personas jurídicas por un importe total de 8,6 millones de euros para Nueva Canarias; o los pagos efectuados por terceras personas contabilizados como donaciones en especie de facturas a nombre de Ciudadanos por 14.000 euros. Así como la participación de Eusko Alkartasuna y el Partido Nacionalista Vasco a través de sociedades mercantiles en los rendimientos de actividades de carácter mercantil. Sin olvidar, por supuesto,“el incumplimiento del deber de colaboración” con el Tribunal de Cuentas de la desaparecida Unión, Progreso y Democracia.

Más sobre este tema
stats