Financiación ilegal

Granados pliega velas y dice ahora en el Congreso que no sabe cómo se pagaban las campañas de "refuerzo" de Aguirre

Francisco Granados, a su llegada para comparecer en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados.

Francisco Granados, antiguo número dos del PP de Madrid y hoy principal investigado de la Operación Púnica, ha plegado velas sobre la presunta financiación ilegal del PP durante su comparecencia ante la comisión que en el Congreso investiga la presunta financiación ilegal de la formación conservadora. 

Hace un mes, y tras declarar ante el juez de Púnica, Granados afirmó ante los periodistas que las campañas "de refuerzo" de Esperanza Aguirre se habían financiado "a través de gastos de publicidad que se cargaban a empresas del ámbito de la Comunidad de Madrid". En esas vías de actuación paralelas y "al margen" de la estructura del partido, Granados involucró ese día a la propia Esperanza Aguirre, a su delfín y luego sucesor, Ignacio González, y a la actual presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes. Este martes y a la pregunta de cómo se financiaban esas campañas de refuerzo, el exdirigente ha conservador ha respondido así: "De cómo se financia no tengo ni idea". "Jamás –acababa de decir– he visto un solo euro de dinero negro en mi partido".

En una comparecencia de dos horas celebrada el día después de que el juez que instruye la querella de Cifuentes que le han costado aquellas declaraciones del 12 de febrero, Granados ha rebajado sustancialmente el tono de sus últimos escritos de defensa y de sus intervenciones ante la prensa. Un ejemplo: Granados sostiene ahora que pidió la imputación de Aguirre, González y Cifuentes en el caso Púnica no por "criminalizar" a quienes han sido sus compañeros "durante 30 años" sino porque podrían confirmar lo que él mismo viene manteniendo y porque citándoles en calidad de investigados acudirían con asistencia letrada.

Cifuentes: "Jamás tuve nada que ver con la gestión ni con la administración ni del partido ni de las campañas electorales"

El exconsejero de Presidencia de Madrid ha arrancado su comparencia reprochando a la comisión parlamentaria que centre sus esfuerzos en "lapidar" al PP y que tenga ya escritas sus conclusiones. 

Sus críticas más furibundas han ido dirigidas al empresario David Marjaliza, también imputado en Púnica y que hace meses decidió colaborar con la justicia. Granados, que suele referirse como "tipejo" a quien durante años fue una de sus personas más próximas, ha asegurado con absoluto aplomo lo siguiente sobre Marjaliza: "Yo no he sido socio de ese señor jamás". La investigación sobre el caso ha destapado múltiples indicios de que Granados y Marjaliza compartieron numerosos negocios en la larga etapa durante la que el primero ocupó cargos públicos, primero como alcalde de Valdemoro (Madrid), luego como consejero en los Gobiernos de Esperanza Aguirre y finalmente como senador. De ese último cargo dimitió en febrero de 2014 cuando trascendió que Suiza había alertado a España de que el político tenía una cuenta en Suiza con 1,6 millones de euros.

En esa cuenta, y como acreditan los documentos remitidos a España por la justicia helvética, Granados dio poderes de gestión a Marjaliza en 2005. La cuenta no se cerró hasta julio de 2007 pero Granados insiste –y así lo ha hecho este martes ante el Congreso– en que "se cerró en 2005". El dinero que ocultaba ese depósito, ha vuelto a asegurar, son los más de 900.000 euros que la Guardia Civil encontró en el altillo de la casa de sus suegros. "Ese dinero es siempre el mismo, es como los de Queipo de Llano en Sevilla", ha remarcado con una alusión a las tropas marroquíes que, según una extendida versión, el general golpista Gonzalo Queipo de Llano hizo entrar y salir de Sevilla varias veces para que los civiles creyeran que contaba con más efectivos de los reales.

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