El futuro de Cataluña

Los independentistas quedan a la espera de lo que decida Puigdemont tras otra escenificación en el Parlament

La portavoz de Junts per Catalunya, Elsa Artadi, este viernes en el Parlament.

Cada vez queda menos tiempo para elegir president antes de que se convoquen nuevas elecciones en Cataluña, pero por ahora los partidos independentistas siguen realizando movimientos simbólicos pese a que el próximo día 22 termina el plazo para investir a un candidato. Este viernes, el Parlament aprobó con sus votos la reforma de la Ley de Presidencia para posibilitar la investidura a distancia de un nuevo president, si bien nadie en el secesionismo piensa realmente que vaya a poder utilizarse para elegir a Carles Puigdemont. Por ello, Junts per Catalunya, ERC y la CUP se encuentran a la espera de que el expresident señale un candidato viable para ser investido, y el dilema es ahora mismo dónde residirá el poder real: si en Berlín, donde reside Puigdemont, o en Barcelona.

La modificación de la Ley de la Presidencia tuvo este viernes el apoyo de los tres grupos independentistas –que reúnen 70 votos en el Parlament de los 135 escaños– mientras que suscitó el voto en contra del resto de formaciones del hemiciclo. No obstante, ni siquiera Junts per Catalunya y ERC confían en que esta norma vaya a servir para poder hacer president a Puigdemont mientras siga en Berlín, habida cuenta de que el Gobierno tiene ya preparado el recurso que presentará ante el Tribunal Constitucional contra la reforma aprobada este viernes. El propio Antoni Castellà, que intervino en nombre de ERC en el debate en el Parlament, ya admitió que "es posible" que la modificación no sirva para hacer a nadie presidente porque "se la cargarán".

De hecho, el pasado 26 de abril el Constitucional admitió a trámite la impugnación que el Gobierno presentó en enero contra la primera candidatura a distancia que presentó Puigdemont para ser president. La admisión implica que, en tanto no se pronuncie el tribunal sobre el fondo del asunto, si el Parlament convocara ahora un pleno para elegir al expresident a distancia estaría desobedeciendo al Constitucional. Y, de entre los partidos independentistas, solo la CUP está por el choque frontal y la desobediencia: ni Junts per Catalunya ni ERC están dispuestos a saltarse de nuevo la ley para forzar la investidura de Puigdemont.

Por ello, las fuentes consultadas de las dos principales formaciones independentistas admiten que la reforma de la Ley de Presidencia aprobada este viernes tendrá efectos únicamente simbólicos. "Esto irá al Constitucional, que lo suspenderá, y nos volveremos a encontrar en el mismo punto que antes", reconoce un dirigente de Junts per Catalunya, que explica que la modificación de la norma será únicamente "útil" para "cargarse de razones" de cara a la opinión pública internacional y a las posibles acciones judiciales futuras en tribunales internacionales.

Reunión en Berlín

Habida cuenta de esta situación, Puigdemont ha convocado para este sábado al grupo parlamentario de Junts per Catalunya en Berlín para indicar los próximos pasos a seguir. El deseo de Puigdemont de mantener en sus manos el máximo poder posible complica la decisión sobre qué persona elegir en el Parlament, ya que no todos los potenciales candidatos están dispuestos a actuar como persona de paja. Los independentistas están barajando dos escenarios: elegir a un diputado con proyección política, o escoger nuevo president a alguien de segunda fila, vaciar el cargo de buena parte de sus atribuciones vía decreto y repartirlas entre los dos principales cargos que Junts per Catalunya y ERC tendrán en el futuro Govern.

En los últimos días, el nombre de la portavoz de Junts per Catalunya, Elsa Artadi, ha sonado con fuerza como posible candidata a la Presidencia de la Generalitat y ha recibido el apoyo público del número dos de su coalición, Jordi Sànchez, y del propio Pere Aragonès –el nuevo hombre fuerte de ERC–, quien recordó que "si escogen a Puigdemont, a Jordi Sànchez o a Turull sabemos que el Tribunal Constitucional lo impedirá, y lo que nos interesa es formar Gobierno lo antes posible". Lo cierto es que Artadi es una de las grandes favoritas para ocupar puestos de poder en el próximo Govern, pero aún no está claro cuál sería el cargo al que accedería.

Puigdemont –que es de quien depende la decisión final– podría elegir a la dirigente para ser la nueva presidenta, pero eso supondría quemar un perfil potente en un cargo que estaría supeditado a las decisiones del expresident, que sería quien marcase las grandes líneas políticas desde Berlín. Por ello, la segunda opción que baraja el independentismo es escoger como president a un dirigente de segunda fila president –fuentes de ERC mencionan como opciones a los diputados Antoni Morral, Quim Torra y Francesc de Dalmases, los tres de Junts per Catalunya–, dejarlo sin muchas de sus competencias y hacer recaer estas en la propia Artadi, que sería consellera de Presidencia, y en Aragonès, que ocuparía el cargo de vicepresident y conseller de Economía.

En cualquier caso, incluso en ese segundo supuesto, Puigdemont seguiría manteniendo un rol importante a distancia. Fuentes de Junts per Catalunya explican que "no hay de momento una decisión tomada", pero también señalan que será necesario "encontrar un equilibrio" para poder repartir el poder real entre Berlín y Barcelona. "En la gestión del día a día se nota mucho la ausencia de la Generalitat, que está absolutamente paralizada, y por eso necesitamos un gobierno efectivo sin perder la legitimidad de Puigdemont", apunta este dirigente.

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La encuesta de la ANC

Pero, a poco más de dos semanas de que termine el plazo para investir nuevo president, no hay mucho tiempo para dilaciones, y la posibilidad de forzar la repetición electoral está presente, aunque ni PDeCAT ni especialmente ERC, cuyos principales líderes están huidos o en la cárcel, están por la labor. "No le conviene a nadie, y además lo más probable es que Puigdemont no pudiera presentarse" porque la Justicia podría inhabilitarlo, alerta un dirigente republicano.

En los partidos secesionistas se espera con curiosidad la reacción de Puigdemont ante el resultado de la encuesta que ha llevado estos días a cabo la Assemblea Nacional Catalana (ANC) entre sus socios, un sondeo cuyas preguntas no han sentado demasiado bien en algunos sectores de ERC y el PDeCAT. En esa encuesta, la asociación pregunta si debe mantener su apoyo a Puigdemont como candidato a president y si, "en caso de que los partidos políticos independentistas renuncien a investir a Puigdemont aceptando la presión de las instituciones españolas", habría que "repetir las elecciones hasta que se acepte el resultado".

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