El silencio de Aznar sobre Zaplana y 'Gürtel' irrita al PP

El Partido Popular insiste en que son muchas las veces que sus máximos dirigentes y el propio Mariano Rajoy han pedido perdón por los "casos aislados" de corrupción que llevan años golpeándoles. Pero también insisten en que estos episodios, que están en el origen de la moción de censura a la que Mariano Rajoy hará frente este jueves y viernes, son algo del pasado y ya llevan muchos años pagando por ellos. El expresidente del Gobierno José María Aznar lleva una semana siendo el protagonista ausente de muchas de las conversaciones de cargos conservadores. La detención y posterior ingreso en prisión de Eduardo Zaplana y la sentencia de Gürtel tienen como denominador común, destacan las fuentes consultadas, estar basadas en hechos que se corresponden con la etapa de Aznaral frente del Gobierno y del PP.

Este lunes, preguntado en rueda de prensa en la sede del PP, el portavoz del PP, Pablo Casado, hizo una defensa cerrada de la historia de su partido y de la etapa de Aznar, de quien fue estrecho colaborador en FAES. "La dirección actual se siente orgullosa del PP de Aznar", sentenció al tiempo que señalaba que esto también ocurre entre la "inmensa mayoría" de los militantes. Casado sostuvo que en el PP están orgullosos de toda la historia del partido, con sus "luces y sombras", con sus "aciertos y errores". Pero, en privado, los dirigentes del PP dicen cosas muy diferentes del ahora presidente de FAES.

"¿Dónde están ahora los de los 'principios y valores'?", se pregunta un destacado dirigente conservador en alusión al expresidente del Gobierno. Una de las críticas más frecuentes que los más veteranos del partido, ya fuera de la primera línea de la política, dedican a Rajoy y su equipo es que se han apartado de los "principios y valores" tradicionales del partido.

La cercanía a Rivera

Los cargos conservadores consultados lamentan que el expresidente sólo se pronuncie cuando hay resultados negativos en las elecciones, "para leer la cartilla al PP y defender a Ciudadanos". Recuerdan, por ejemplo, cómo el pasado noviembre, en una entrevista a la revista valenciana Plaza, Aznar dio el siguiente titular: "Me cuesta reconocer al PP".

Poco después, tras las elecciones catalanas, en su análisis de estos comicios que confirmaron el hundimiento del PP y llevaron a Ciudadanos a ser la la formación más votada, FAES calificaba de "logro extraordinario" el resultado del partido de Albert Rivera. "Ciudadanos ha sabido interpretar las exigencias de muchos cientos de miles de catalanes –más de un millón-, las ha traducido en un discurso político reconocible y les ha ofrecido una propuesta de esperanza y convicción", diría provocando el enfado de sus compañeros de partido.

La boda de Ana Aznar

Estos días se recuerda mucho cómo la boda de la hija mayor de Aznar y Ana Botella, Ana, y Alejandro Agag congregó a un importante número de invitados que después estarían en el punto de mira de los tribunales. Es el caso de Francisco Correa –líder de la trama Gürtel, a la que dio nombre–, Álvaro Pérez El Bigotes, Luis Bárcenas o el exalcalde de Pozuelo y exmarido de la ministra Ana Mato, Jesús Sepúlveda. 

Pero también hay quienes admiten que aunque Rajoy no era el presidente del PP ni del Gobierno en la etapa de Zaplana al frente de la Comunidad valenciana, ni en 2003 cuando tuvieron lugar las campañas electorales en Pozuelo y Majadahonda que ha juzgado la Audiencia Nacional, no puede echarse a un lado porque siempre fue uno de los hombres fuertes de los Gobiernos de Aznar.

Ruptura en 2016

Las relaciones entre Aznar y Rajoy y su entorno más próximo nunca han sido las mejores. La cuerda se terminó de tensar en 2016, cuando la fundación FAES y el partido sellaban su divorcio y en diciembre de aquel año el expresidente renunciaba a la presidencia de honor del PP asegurando, eso sí, que seguía como militante.

infoLibre ha intentado, sin éxito, obtener la versión del expresidente Aznar, así como su agenda de los próximos días.

Si no hay cambios de última hora, el líder de FAES participará el próximo 5 de junio en la presentación del libro de Javier Zarzalejos No hay ala oeste en la Moncloa. El autor es el director de la fundación FAES.

En julio, el viernes 6, está anunciado que protagonice la "conferencia magistral de clausura" del curso de verano de FAES en el marco de los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial (Madrid). Arrancan el 2 de julio bajo el título "España y Europa: restos compartidos en tiempos de incertidumbre".

No al congreso extraordinario

La sentencia de la Gürtel condujo a que la semana pasada el líder del PSOE registrara una moción de censura en el Congreso. Se votará esta misma semana, con lo que el fin de semana ya se sabrá si Sánchez se muda o si Rajoy gana tiempo en la Moncloa.

Si el líder de los conservadores supera este trámite, la duda está en si intenta agotar la legislatura o si convoca elecciones anticipadas. Una sensación muy extendida en el PP es que la legislatura está ya agotada y que el avance judicial del resto de casos de corrupción que les afectan va a seguir golpeándoles con dureza, desgastando todavía más la marca y favoreciendo más a los de Rivera.

En el entorno de Rajoy son conscientes de las dificultades que pueden ir presentándose pero entienden que, en el supuesto de que el presidente supere la moción, no ha llegado el momento de disolver las Cámaras y llamar a los españoles a las urnas. Tampoco creen que sea necesario un congreso extraordinario del PP para renovar las estructuras. 

En la rueda de prensa posterior a una reunión de vicesecretarios del partido, presidida por el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo, Casado recordó que Rajoy revalidó su cargo hace poco más de un año en un congreso ordinario. 

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El "ego" de Pedro Sánchez

En un argumentario remitido este lunes a los cargos del partido, el PP define la moción como algo "lesivo para España", "por el interés particular de Pedro Sánchez", "que se justifica en la mentira", "contra la estabilidad social" y "contra la estabilidad económica".

"Pedro Sanchez sigue anteponiendo sus intereses a los de los españoles. Antepone sus ansias de poder a la posibilidad de crear medio millón de empleos gracias a estos presupuestos. Prefiere un sillón en La Moncloa a subir las pensiones a 9 millones de personas. Antepone su ego a la bajada de los impuestos a las clases medias y a las familias.Prefiere sus intereses particulares a la subida de los salarios", puede leerse en el documento.