moción de censura

El silencio del PNV sobre la moción desata los nervios en el PP

Aitor Esteban (PNV) y Mariano Rajoy el 6 de julio de 2016.

"Todo puede pasar. Todos los escenarios están abiertos", señalan a infoLibre desde el Gobierno. El Partido Popular y el Ejecutivo viven en una montaña rusa permanente desde que el viernes pasado el líder del PSOE, Pedro Sánchez, registró una moción de censura en el Congreso de los Diputados. La primera impresión fue que la iniciativa no iba a salir adelante. Cómo iba a permitir Ciudadanos y el PNV que los socialistas lleguen a la Moncloa tras haber apoyado los Presupuestos Generales del Estado un día antes, se preguntaban. Ese estado de ánimo, optimista pero no sin cierta preocupación, fue la nota dominante en las filas conservadoras hasta la tarde del martes, cuando se supo que, de fracasar la moción del PSOE, Iglesias estaba dispuesto a plantear otra con la finalidad de convocar elecciones. Y los nervios  han acabado de dispararse a medida que los nacionalistas vascos están dilatando su respuesta definitiva. 

"Esto tiene pinta de que no va a desvelarse hasta el último minuto", valoran desde la dirección del partido.

En este contexto, los conservadores no se atreven ya a asegurar que la moción de Pedro Sánchez no saldrá adelante. Confían en que el PNV, un partido "responsable" no apueste por "experimentos". Pero aseguran que no hay nada "cerrado de forma definitiva". Cuentan con el 'no' de Ciudadanos. Pero al líder del PSOE también le salen las cuentas con Unidos Podemos y todo el bloque nacionalista. Sánchez inició el martes los contactos con los grupos.

Como ocurrió con los Presupuestos Generales del Estado es Rajoy quien lleva la interlocución con los nacionalistas vascos, concretamente con su presidente, Andoni Ortuzar, unas conversaciones que se producen "en la más absoluta discreción".

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La incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir a partir de este jueves, cuando se debate la moción, ha hecho que se disparen todo tipo de análisis sobre los escenarios que se abren. En el PP y en la Moncloa niegan con rotundidad que Rajoy esté pensando en dimitir para frenar la moción. Sí se sugiere que, con el PP com mayoría absoluta en el Senado, estarían en riesgo los Presupuestos. Un intento de lanzar un mensaje a la desesperada a los nacionalistas vascos, que pactaron con Rajoy una subida de las pensiones echando por tierra todo el mensaje del Gobierno de que podía gastar de dónde no había.

Otro de los rumores que corre este miércoles por los pasillos de la Cámara Baja es la posibilidad de que Rajoy esté negociando con PNV y Ciudadanos un adelanto electoral para mayo, haciéndolo coincidir con las municipales, autonómicas y las europeas. Sería una solución intermedia intentando contentar a sus dos socios de Presupuestos: a Albert Rivera, que pide elecciones y al PNV que no las quiere de forma inmediata.

 

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