Memoria histórica

Tres de las cuatro medallas pensionadas de Billy el Niño se otorgaron sin especificar ningún “motivo concreto” para concederlas

El expolicía Antonio González Pacheco, más conocido como Billy el Niño, en una fotografía de 1981.

El expolicía de la Brigada Político-Social Antonio González Pacheco, conocido entre los círculos estudiantiles del Madrid del tardofranquismo y la Transición por sus brutales técnicas de interrogatorio, colgó de su uniforme hasta cuatro condecoraciones al mérito policial entre 1972 y 1982, todas ellas pensionadas. Este lunes, después de que este diario revelase que en el historial del exagente constaba, al menos, un segundo distintivo que llevaba anejo un plus sobre la pensión vitalicia del viejo policía, el programa Al Rojo Vivo de La Sexta completó la información dando el listado de insignias. En total, dos Medallas de Plata al Mérito Policial y dos Cruces al Mérito Policial con distintivo rojo aparecen reflejadas en el expediente encargado a mediados de junio por el Ministerio del Interior. De todas ellas, según ha podido saber infoLibre, sólo consta “motivación expresa” en la documentación de la condecoración que en 1977 le otorgó el exministro Rodolfo Martín Villa.

González Pacheco comenzó a hacerse un nombre a base de palos tres años antes de que muriera el dictador Francisco Franco. Su buen hacer en la Dirección General de Seguridad se vio recompensado el 20 de julio de 1972. Ese día, el Gobierno franquista concedió a Billy el Niño su primera medalla, una Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo, según consta en el expediente encargado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Esa medalla, que lleva anejo un plus del 10% sobre su pensión vitalicia, está reservada para todos aquellos agentes que hayan resultado heridos en acto de servicio; que hayan participado en tres o más servicios en los que haya mediado “agresión de armas”; que hayan realizado, en circunstancias de peligro para su persona, “un hecho abnegado o que ponga de manifiesto un alto valor del funcionario”; o que hayan tenido una conducta que “merezca especial recompensa”.

Pero su ascenso estelar en la Policía se inició durante la Transición. En 1977, cuando trabajaba a las órdenes del temido comisario Roberto Conesa en la recién creada Brigada Central de Información, el entonces ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, colgó sobre su uniforme una Medalla de Plata al Mérito Policial, un distintivo que lleva aparejado un plus del 15% sobre su pensión vitalicia. Junto a él, en el Boletín Oficial del Estado de aquel 1 de julio de 1977, aparecían otros muchos nombres de policías señalados por torturas, según reveló Público. Se condecoró a su jefe, Roberto Conesa, con la Medalla de Oro al Mérito Policial. Y se colgaron también distintivos sobre el uniforme de los hermanos Jesús y Miguel Ángel González Reglero, dos conocidos del llamado grupo anti-GRAPO. Para el primero, investigado en el marco de la querella argentina, una Cruz con distintivo rojo. Para el segundo, una con distintivo blanco –no pensionada–.

Tras esto, y acosado por continuos escándalos que le situaron en el centro del huracán, la carrera de Billy el Niño en el Cuerpo Superior de Policía comenzó a caer en picado. Pero, a pesar de ello, el Gobierno de Adolfo Suárez siguió colgando medallas sobre su pechera. El 10 de octubre de 1980, el entonces ministro del Interior, Juan José Rosón, le concedió otra Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo. Y un par de años después, el 30 de marzo de 1982, el mismo ministro le otorgó, al igual que a toda la Brigada de Información, una segunda Medalla de Plata. Esta última condecoración, que se le concedió antes de que diera el salto a la empresa privada, tuvo que reclamarla por la vía judicial porque no se le habían abonado los pluses sobre su pensión que dicha distinción lleva anejos. Una sentencia judicial le reconoció los efectos económicos en diciembre de 2010.

“No consta ningún motivo concreto”

Teniendo en cuenta que la Ley 5/1964 de medallas al mérito policial establece que los emolumentos aparejados “son acumulables” para el caso de concederse “dos o más medallas”, González Pacheco acumularía un plus sobre su pensión vitalicia del 50%. Pero, ¿cuáles fueron los méritos apreciados a la hora de otorgar a Billy el Niño estas cuatro medallas? Según fuentes del Ministerio del Interior consultadas por infoLibre, en tres de los cuatro expedientes de concesión de las condecoraciones “no consta ningún motivo concreto”. “Es decir, que simplemente constan genéricos como ‘trayectoria’ o ‘trabajo’, sin que se den más explicaciones”, detallan esas mismas fuentes, que, no obstante, matizan que dicho uso de términos genéricos a la hora de conceder medallas es algo “común”.

La “única motivación expresa”, completan fuentes de la cartera que dirige Grande-Marlaska, puede encontrarse en el expediente de concesión de la Medalla de Plata de 1977. En concreto, añaden desde Interior, esa condecoración fue concedida a González Pacheco por la liberación el 12 de febrero de ese mismo año del entonces presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol y Urquijo, y del teniente general Emilio Villaescusa, secuestrados por los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (Grapo). En la operación, dirigida por Roberto Conesa –entonces jefe superior de Policía de Valencia–, jugó un papel importante Billy el Niño, al que algunos de sus compañeros siempre definieron como el hombre “que más sabe de los Grapo”. Según consta en los medios de la época, González Pacheco logró la liberación del militar.

Rosón condecoró a otro policía procesado por torturas el mismo día que dio su tercera medalla a Billy el Niño

Interior sigue analizando el ‘expediente González Pacheco’

Junto con la resignificación del Valle de los Caídos y la exhumación de las víctimas del franquismo, el asunto de las condecoraciones concedidas a González Pacheco es otra de las tareas pendientes de Pedro Sánchez en materia de memoria histórica. Y desde Unidos Podemos presionan para que el Ejecutivo socialista dé el paso de una vez por todas. La semana pasada, el grupo confederal registró en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley (PNL) instando al Gobierno a que haga todo lo que esté en su mano para que se investiguen y juzguen en España los crímenes franquistas cometidos desde la Guerra Civil hasta la Transición. La PNL, además, urge al Ejecutivo de Sánchez a “retirar todo tipo de distinciones, condecoraciones y medallas” concedidas a todos los imputados en el marco de la causa 4591/2010 que instruye en Argentina la jueza María Servini.

El pasado domingo, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, aseguró durante una entrevista en el programa El Objetivo que la revocación de esas medallas “va a ocurrir”, pero pidió tiempo porque “las modificaciones requieren de tramitación”. Mientras tanto, en Interior se sigue analizando el expediente González Pacheco. “Se está estudiando la normativa para la retirada”, apuntó este martes durante una entrevista en El Programa de Ana Rosa recogida por Europa Press el ministro Grande-Marlaska, que explicó que los técnicos de la cartera que dirige están analizando si con la actual normativa de medallas se puede llevar a cabo dicha retirada o si hay que reformar el ordenamiento jurídico en esta materia para ello. Lo que está claro, dijo, es que estos distintivos están reservados para aquellas “conductas ejemplares”. Y, en el caso de Billy el Niño, sentenció, esa ejemplaridad “es bastante discutible”.

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