Feministas creen que Maroto busca "desprestigiar al movimiento" tras acusarles de doble rasero por no condenar la agresión de los lazos

"Las asociaciones feministas condenan cualquier agresión menos si es producida por el independentismo". Son palabras pronunciadas por Javier Maroto, vicesecretario de Organización del PP. El conservador hablaba de esta forma el martes y se refería a la agresión que sufrió una mujer el sábado en el barcelonés parque de la Ciutadella, tras retirar lazos amarillos de la vía pública, según su versión. "Si un hombre por cualquier razón golpea en la nariz a una mujer con insultos vejatorios que rozan la xenofobia en otra ciudad, qué hubiesen dicho todas las asociaciones feministas, que además, con mucha razón, en muchos casos ponen el acento en que estos comportamientos son reprochables", esgrimió Maroto en una entrevista en Radio Nacional.

El pasado sábado una mujer sufrió una agresión tras apartar, junto a sus dos hijos y su marido, lazos amarillos que se encontraban en un paseo del parque. Su pareja aseguró en un primer momento que se trataba de una agresión por razones políticas con tintes racistas –el presunto agresor, según cuenta el acompañante de la víctima, le espetó a la mujer de origen ruso que se fuera a su país–, mientras que el presunto agresor defendió que la discusión se produjo al recriminarle a la mujer que lanzase los lazos amarillos al suelo. Ambas partes han presentado denuncia.

Después de que la denuncia se hiciera pública y llegara incluso a la esfera política –Ciudadanos dice que llevará el caso a la Fiscalía–, ninguna de las partes ha hecho referencia alguna a motivos de género. Es, de hecho, el propio Maroto quien apela ahora a las entidades feministas, a las que reprocha su silencio y acusa de doble rasero a la hora de condenar según qué actos.

Lo cierto es que no es la primera vez que los conservadores apelan al silencio del movimiento feminista e insinúan una doble vara de medir a la hora de denunciar actitudes machistas. Lo hizo la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, el pasado mes de febrero, tras las acusaciones de Francisco Granados en plena investigación de la trama Púnica, cuando afirmó que la madrileña estuvo en el "núcleo de control" producto de una supuesta relación con Ignacio González.

Desprestigiar al feminismo

A preguntas de infoLibre, activistas feministas responden a las acusaciones del conservador y las interpretan como intento de desacreditar al movimiento. Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, aclara su "firme condena" ante una agresión que considera "intolerable". Sin embargo, matiza, "está claro que la víctima la ha sufrido por ser extranjera y especialmente por motivos políticos", lo que esencialmente manifiesta "xenofobia y una ausencia de respeto a la libertad ideológica" por parte del presunto agresor. En este caso, por tanto, las razones están "más relacionadas con el hecho de su procedencia y por la falta de respeto a la diversidad ideológica, nada tiene que ver con ser mujer".

La líder de la Federación de Mujeres Progresistas tacha las palabras de Maroto de "manifestaciones fuera de todo lugar" que, en esencia, demuestran "su desconocimiento de lo que es el feminismo, la violencia de género y por qué se produce". Besteiro califica de "triste y lamentable" la reacción del conservador e insiste en que existen "muchos argumentos para condenar esta agresión sin aludir al feminismo". A su juicio, la intención del conservador no es otra que la de "seguir manteniendo la situación actual y obstaculizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres". Cualquier excusa, observa, "es buena para desprestigiar un movimiento que es, fundamentalmente, humanista".

Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres, comparte reflexión. El feminismo, explica en conversación con este periódico, "tiene muchos traductores" que enturbian su contenido. "Dicen que decimos lo que no decimos y dicen que pensamos lo que no pensamos", sostiene. En medio de todo eso, añade, "se dedican tanto a traducir el mensaje que no lo escuchan". Aunque su fundación condena "cualquier manifestación de violencia", la experta rechaza "acreditar posicionamientos políticos que sólo encienden esa brasa que deriva en enfrentamientos sociales".

Graciela Atencio coordina la web Feminicidio.net, una iniciativa ciudadana que contabiliza y analiza las agresiones machistas más allá de los datos oficiales. Para la activista, el planteamiento defendido por Maroto "es falaz". Su comentario, insiste, "está fuera de contexto y es de muy pobre argumentación". Asegura que las organizaciones feministas han denunciado siempre, "venga de quien venga", toda agresión con un claro sesgo machista. "No nos hemos hecho eco porque no era un caso de violencia de género", razona, sino un ataque producido en "un contexto racista".

Atencio estima que detrás de este tipo de acusaciones se esconde "un tufo de prejuicios antifeministas", especialmente teniendo en cuenta que "el PP no parece estar a favor de los derechos de la mujer". La apelación al movimiento feminista, por tanto, "se usa sólo para una manipulación que nada tiene que ver" con las reivindicaciones del colectivo. La activista, que canaliza el grueso de su actividad en las redes sociales, observa además que "hay una relación entre el machismo y el fascismo que ataca al independentismo". "Muchos de los que nos insultan, nos persiguen, nos acosan en las redes con sus argumentos masculinistas, son anticatalanistas y son fascistas violentos", denuncia.

Trayectoria social

Si bien el movimiento feminista no deja de denunciar las agresiones que sufren las mujeres en todas sus formas, las organizaciones recuerdan que su labor no se basa en señalar diariamente los casos particulares que salen a la luz, precisamente por el carácter global y estructural de todos ellos. Soleto destaca que son precisamente las organizaciones feministas las que "más trayectoria social" acumulan en la defensa de "unas relaciones no violentas, tanto en el ámbito de lo público como en lo afectivo". Por este motivo, subraya, "aquellos que quieren seguir encendiendo bajas pasiones para alimentar la confrontación social", no van a encontrar respuesta del movimiento.

Las diferentes plataformas feministas, no obstante, no han dejado de pronunciarse sobre casos mediáticos independientemente de signos políticos. Muestra de ello fue la reacción ante los insultos y amenazas dirigidas a representantes políticas de corte ideológico tan dispar como Anna Gabriel (CUP) e Inés Arrimadas (Cs). En septiembre de 2017, Feminicidio condenaba públicamente "las amenazas de muerte a Anna Gabriel" igual que condenaron "el ataque misógino a Inés Arrimadas".