Cambio climático

Madrid se pone 'En Pie por el Clima' para reclamar acción y justicia climática

Cabecera de la manifestación En Pie por el Clima en Madrid.

Luis Casal | Javier Martínez

La plaza del Reina Sofía (plaza Juan Goytisolo) atardeció este sábado con una reivindicación popular poco frecuente en España: luchar contra los efectos del cambio climático y abogar por una transición hacia la justicia climática en todo el mundo. La iniciativa de En Pie por el Clima, surgida a través de un movimiento global de la organización 350.org –Rise For Climate–, ha congregado a alrededor de 400 personas en una marcha que culminó en Lavapiés alrededor de las 20,45 horas.

La organización Contra el Diluvio ha sido la encargada de mover los hilos de la manifestación, a la que se han sumado asociaciones como Ecologistas en Acción o Greenpeace, así como otros grupos no estrictamente ecologistas –pero que tienen el cambio climático como uno de sus ejes de actuación– como Abrir Brecha, Apoyo Mutuo, Onganwa o Inspiraction.

Rodeada de pancartas, carteles y símbolos ecologistas, la plaza de Juan Goytisolo se volvió el epicentro de la protesta. Entre proclamas como "Cambia tu vida, no tu clima", "Impuesto al carbono" o "Ecofeminismo contra el patriarcado fósil", la manifestación tiñó de color las madrileñas calles de Santa Isabel, Atocha o Argumosa para terminar en la plaza de Lavapiés, donde se leyó el manifiesto. A los cánticos de "Queremos medidas por el clima" o "No se juega con el planeta" incluso se fueron uniendo los transeúntes, animados por la movilización.

El responsable de Contra el Diluvio Antonio Castaño ha resaltado que "no se hace suficiente hincapié en la importancia en que la transición energética sea justa no solo en nuestro país, sino en todo el mundo". "Nuestra economía se basa en el uso de recursos y mano de obra de otros países, es imprescindible acabar con los costes ecológicos de este sistema. La justicia climática es una oportunidad para hacer un cambio de sistema que lleve a una situación más justa", ha indicado a infoLibre durante la manifestación.

"Hay que poner en el centro del debate superar el capitalismo. Es el sistema que nos ha llevado a esto, hay que cambiar la forma en la que vivimos", asegura Castaño, quien pide a los partidos que integren estas reivindicaciones en su discurso desde una perspectiva de izquierdas.

Pasadas las 20,30 horas, el responsable de cambio climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, junto a otros responsables de la organización, leyeron el manifiesto de la protesta. En él, los colectivos se sumaron a la reivindicación por un mundo mejor sin energías sucias, ahorrador, eficiente y 100% renovable, reclamando una justicia climática que no perjudique a los más desfavorecidos. Solo en España se han realizado otros cuatro actos hermanos en diversas ciudades de la geografía como Barcelona, Soria, Zaragoza y Castellón.

 

50.000 personas en París

La marcha estaba convocada en decenas de ciudades en todo el mundo. Y una de las movilizaciones más masivas ha sido la de París (Francia), donde la acción climática ha reunido a más de 50.000 personassegún recoge Le Monde. "Este es el mayor día de acción para el clima en Francia, es la prueba de que los ciudadanos están listos para exigir cuentas y los compromisos con los funcionarios electos que nos rodean, después de un verano catastrófico en el ámbito climático", comentó a Agence France-Presse Clemence Dubois, responsable de campaña de 350.org en Francia. El ministro de Transición Ecológica del país galo, Nicolas Hulot, dimitió hace dos semanas al considerar que el Gobierno no se estaba tomando lo suficientemente en serio el reto, lo que puede haber ayudado a despertar conciencias.

Al cierre de esta edición, la manifestación que se prevé más numerosa acaba de comenzar: la de San Francisco, California (Estados Unidos), donde la organización 350.org pone el foco. San Francisco acoge una cumbre de cambio climático la semana que viene, y la intención de los ecologistas es apretar las tuercas.

 

La concentración de Rise for Climate en París, Francia.

Rise For Climate

Pero la convocatoria de este sábado en la Plaza del Reina Sofía no es más que la punta del iceberg. Más de 90 países se han sumado a estas concentraciones, promovidas por la iniciativa Rise For Climate, para alertar de que las reacciones contra el cambio climático son más necesarias que nunca. La convocatoria, que esperaba poner las bases para un movimiento descentralizado este 8 de septiembre, ha terminado por convertirse en toda una proclama internacionalista para construir un mundo libre de combustibles y avanzar hacia una transición ecológica rápida y justa. Porque esta es precisamente la piedra angular de su manifiesto: la defensa de la justicia climática.

Nos encontramos en un mundo en el que cada medida, cada desastre y cada salida de guion afecta más intensamente a las clases más desfavorecidas, y el cambio climático no iba a ser una excepción. El impacto de la industria de los combustibles fósiles, del que todos dependemos, augura un futuro mucho más perverso para los que no pueden mudarse así como así a latitudes más benignas cuando el sol pegue fuerte. Los despedidos en la minería, las centrales de carbón o la industria automovilística no serán los patrones, serán los trabajadores. Los que se dejan la piel cultivando una tierra cada vez menos fértil y con menos agua disponible tendrán dificultades para cambiar su sustento. En resumen, los pobres serán, como siempre, los más perjudicados.

Tengo un sueño: una economía ecológica

La respuesta ideal continúa siendo la misma: el frente único, la unión y el compañerismo. Dice Rise For Climate que "el liderazgo climático se eleva desde abajo", esto es, el poder popular por encima del patronal, el de las personas por encima de las corporaciones.

"El poder debe estar en manos de la gente, no de las grandes empresas", asegura el manifiesto de En Pie por el Clima. "Los trabajadores deben tener oportunidades económicas y se deben buscar soluciones justas y dignas para las comunidades más afectadas por los impactos de la industria de los combustibles fósiles y del calentamiento que están y seguirán provocando en todo el mundo", añade. El texto, además de defender un futuro 100% renovable, señala culpables y responsabilidades y recoge un "consenso de mínimos" con un alegato por la justicia climática que ya tuvo un papel preponderante en la última cumbre del clima de Bonn. Los cientos de millones de refugiados climáticos que se esperan en este siglo no podrán recibir una respuesta humanitaria sin este concepto como base de la acción climática, entre otros muchos ejemplos.

Dentro de una semana tendrá lugar en California la Cumbre Mundial de Acción Climática, un foro en el que ciudades, estados, empresas de todo el mundo se reunirán con la sociedad civil en pos de un compromiso climático común, firme y asequible para alcanzar los objetivos del Acuerdo Climático de París. Tristemente, el histórico pacto internacional –firmado por todos los países del mundo menos los Estados Unidos– no ha terminado de pasar de las palabras a los hechos, como evidencia la cumbre de Bangkok de esta semana.

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