Si el Gobierno no insta a la Fiscalía a
retirar las acusaciones de rebelión que mantiene en el Tribunal Supremo contra la mayor parte de los dirigentes acusados de intentar la independencia de Cataluña, será “casi casi” imposible que Esquerra Republicana apoyo el proyecto de ley de
Presupuestos para 2019 que el Gobierno planea enviar a la Cámara en las próximas semanas.
Así de claro se lo dijo al presidente Pedro Sánchez este miércoles en la sesión de control del Congreso el portavoz de esta formación, Joan Tardà, quien advirtió de las consecuencias de que se consolide “un escenario de
venganza y de escarmiento”. “Si usted no insta a la fiscal general del Estado a retirar la acusación de rebelión”, subrayó, “¿cómo será posible, por ejemplo, pactar los Presupuestos? Casi casi es
un imposible”. Y añadio: Si el Tribunal Supremo no acaba absolviendo a los acusados por participar en el
procés y “condena a los representatantes legítimos del pueblo de Cataluña a decenios de cárcel”, “ríase de la crisis entre Cataluña y España que significó la sentencia del TC de 2010 en relación al Estatut”.
Sánchez obvió la cuestión y e limitó a afirmar que el PSOE, en la oposición y en el Gobierno, siempre defendió “que
no se puede judicializar una crisis política”, pero tampoco puede dejar de alertar de “la quiebra de legislación” llevada a cabo hace un año por la mayoría independentista”. Una vez más, el presidente subrayó su hoja de ruta en este asunto: “ley y diálogo”. “Respetemos la ley y encontremos cauces para nacionalistas y no nacionalistas”.
La prioridad del Gobierno, señaló, “no es la independencia, es la convivencia”. Por eso va a seguir impulsando el
diálogo y la normalización institucional. “Pero ustedes”, advirtió Sánchez en referencia al bloque independentista en su conjunto, no pueden seguir maneniendo cerrado el Parlament, que no se reune desde hace meses, “y tiene que abrir el dialogo entre catalanes”.
El portavoz de Esquerra tachó de
hipócrita la posición de Sánchez porque insta a la sociedad catalana a dialogar y al mismo tiemo excluye “a 2,7 millones de catalanes. Nada se puede construir contra la mitad de los catalanes independentistas”, remarcó, “de la misma manera que nada se puede construir contra la mitad de los catalanes que no lo son. Sólo hay una solución”, concluyó: “Construir una herramienta,
un referéndum, al cual se sientan llamados todos los catalanes”. Cualquier solución que excluya la posibilidad de votar la independencia, será “su tumba política”, advirtió.
¿Está pidiendo ERC a Pedro Sánchez, que se pase por el “arco de triunfo” la separación de poderes? ERC presume de honradez y honestidad política. Se dice que uno es honrado de cintura para arriba y honesto, de cintura para abajo. ¿Es honesto pedir al presidente del gobierno que sea deshonesto y se baje los pantalones? ¿Puede Sánchez aceptar este chantaje? En el hipotético caso de que aceptase, ¿qué diría de esto el partido más corrupto de Europa?
Dentro de unos días se cumple un año del referéndum, un ACTO, que representó un auténtico desafío al estado español. De hecho, parte del poder judicial se tomó muy en serio este “asunto” de Estado, encerrando a los principales dirigentes del PROCÈS, dándoles una pátina de heroicidad y un sentido de trascendencia que, quizás, no imaginaban sus autores. Muchos independentistas pensaron que la declaración del uno de octubre de Puigdemont fue de “chichinabo” pero la actuación del juez Llarena le dio el marchamo de “golpe de estado”. ¿Es justo que Junqueras y compañía estén en la carcel? Si nos atenemos a la famosa declaración del PRESIDENT, no, pero su “huida” a Bélgica, quizás, ayudó bastante. ¿Puede el gobierno, a través de la fiscalía, reconducir, por utilizar un eufemismo, esta situación? Como poder, podría pero, ¿no les parece una anomalía política, por utilizar otro eufemismo, que una parte muy importante del poder judicial dependa del gobierno? Montesquieu sigue muy vivo, a pesar de que, entre unos y otros, intenten matarlo.
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