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Venta armas

No solo es Arabia Saudí: España exportó en 2017 armas por casi 400 millones a países en conflicto

La ministra de Defensa, Margarita Robles.

La semana pasada, el Gobierno confirmó que finalmente sí enviaría a Arabia Saudí las 400 bombas de precisión que ese país adquirió en 2015, dando carpetazo así a una polémica iniciada por la decisión inicial del Ministerio de Defensa, que había optado por paralizar la venta para evitar que las bombas fueran utilizadas contra objetivos en Yemen. No obstante, y pese a que la ley española prohíbe terminantemente exportar armamento a países en conflicto, las empresas nacionales vendieron solo el año pasado material bélico a 10 de estos países por un valor total de 396 millones de euros.

Los datos están incluidos en el informe Estadísticas españolas de exportación de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso, elaborado por la Secretaría de Estado de Comercio y correspondiente al año 2017. Tal y como informó este diario, dicho informe revela que el valor de las exportaciones de material de defensa realizadas durante el año 2017 aumentó un 7,3% con respecto al año anterior y superó por segundo año consecutivo los 4.000 millones de euros. 

De este total, las empresas españolas exportaron armas por un valor de 529 millones de euros a dictaduras. Pero es que, además, casi 400 millones de euros del total de exportaciones fueron a parar a estados involucrados en conflictos armados, pese a que la ley prohíbe vender armamento "cuando existan indicios racionales" de que puede ser empleado "en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad", "exacerbar tensiones o conflictos latentes", "ser utilizados de manera contraria" a los derechos humanos o "con fines de represión interna".

El principal cliente de las empresas armamentísticas españolas que se encuentra en mitad de un conflicto es la consabida Arabia Saudí, que compró solo en 2017 material bélico por valor de 270,1 millones de euros pese a encabezar desde 2015 una coalición de países árabes que participa en la guerra civil de Yemen. La compra, según indica el informe, abarcó "un avión de transporte (55,5 millones de euros), repuestos para aviones de reabastecimiento en vuelo, repuestos y reparables para aeronaves de transporte de fabricación española y para una aeronave de un programa de cooperación europeo, aviones no tripulados, plataformas porta morteros, granadas de mortero, munición de artillería" y equipos de vigilancia.

De esta forma, la venta de las 400 bombas de alta precisión que se ejecutó la semana pasada –y que la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, aseguró que incluía material que no se va a "equivocar matando a yemeníes"– es apenas una mínima muestra del total de armamento que se vende anualmente a la teocracia wahabita, ya que su valor es de 9,2 millones de euros.

Armas por 361 millones para quienes bombardean Yemen

Pero aunque Arabia Saudí lidere la coalición que está interviniendo en Yemen y sea el principal cliente de las empresas armamentísticas españolas que se encuentra en mitad de un conflicto, desde luego no es el único. De hecho, del total de armas por valor de 396 millones de euros vendido a estados en conflicto en 2017, un material por valor de más de 361 millones fue a parar a países que integran esta coalición. Sin contar a Arabia Saudí, el principal destino de estas armas fue Emiratos Árabes Unidos, que adquirió productos militares por un valor de 52,9 millones de euros, entre ellos "partes, piezas y reparables para aeronaves de transporte de fabricación española y para aviones de reabastecimiento en vuelo, cuerpos de bombas, granadas" y otro material.

Marruecos, que también ha participado en los bombardeos de la coalición contra Yemen y que mantiene un conflicto latente en el Sáhara, compró en 2017 "granadas de mortero completas e iluminantes, munición antiaérea y una línea completa y utillaje para la reparación de cadenas de tanques" a empresas españolas. El precio total de las operaciones fue de 16,6 millones de euros, algo más de los 12 millones y medio que se gastó Egipto en "partes, piezas y reparables para aeronaves de transporte de fabricación española, piezas de paracaídas, partes y piezas de corbetas, recambios para vehículos de transporte y blindados y maquinaria, recambios" y "accesorios y equipos de ensayo relacionados con la fabricación y reparación de cadenas de tanques".

Catar es otro de los países que integran la coalición liderada por Arabia Saudí y a los que las compañías españolas vendieron armas el año pasado. Concretamente, el emirato se gastó "8,1 millones de euros en granadas de mortero completas e iluminantes y recambios para carros de combate de fabricación francesa", según señala el informe de la Secretaría de Estado de Comercio, que también registra ventas a otros dos estados pertenecientes a la alianza que interviene en Yemen: Jordania (que compró armas por un valor de 888.000 euros) y Baréin (que se gastó apenas 33.550 euros).

Irak se gastó más de 33 millones de euros

Una de cada diez ventas de armamento español durante el primer semestre fue a parar a Arabia Saudí

Una de cada diez ventas de armamento español durante el primer semestre fue a parar a Arabia Saudí

Fuera de la coalición que interviene en Yemen hay al menos otros tres países en conflicto que importaron armas españolas en 2017. De ellos, el mejor cliente es sin duda Irak, que desde 2014 está inmerso en una guerra civil en su propio territorio contra el Estado Islámico y otros grupos que controlan partes del país. El gobierno iraquí se hizo el año pasado con "munición para arma ligera" –según explica Comercio– por un valor total de 33,3 millones de euros.

Por su parte, Israel –que entabla combates intermitentemente contra grupos palestinos– también adquirió armamento español en 2017. Concretamente, el país compró "1,4 millones de euros en sistemas electroópticos de vigilancia, observación y detección de blancos", así como "equipos para el motor del helicóptero Tigre del Ejército del Aire español", piezas para buques patrulleros o "munición de artillería para pruebas internas".

Las compañías españolas vendieron, asimismo, armamento a otro país en conflicto el año pasado, aunque por una cifra mucho más modesta. Se trata de Ucrania, que sigue sin controlar la totalidad de su territorio y donde se siguen manteniendo enfrentamientos armados a raíz de la guerra civil que estalló en 2014. El gobierno ucraniano se gastó 230.717 euros en "rifles de caza y cañones de cerrojo para distribuidores locales, sistemas porta mortero, un sistema portátil anti drones y sistemas de observación y de gestión de misiones".

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