La batalla de Barcelona

¿Quién financia la 'Operación Valls'?

El ex primer ministro francés Manuel Valls.

Fernando Varela

Desplazamientos a Barcelona. Conferencias. Estancias en hoteles. Reuniones a muy diferentes niveles con las fuerzas vivas de la ciudad incluidos, según sus adversarios, grandes empresarios interesados en desplazar a Ada Colau de la Alcaldía y levantar, de paso, una barricada institucional para frenar al independentismo. Contratación de personal. Conversaciones —o algo más— con consultoras de comunicación de larga trayectoria como Xavier Roig i Associats, propiedad del que fuera mano derecha del ex alcalde de la capital catalana Pasqual Maragall. Todo esto y lo que viene, la compleja y cara puesta en marcha de la plataforma Barcelona Capital Europea Barcelona Capital Europea con la que el ex primer ministro francés Manuel Valls quiere ser alcalde de Barcelona, cuesta dinero. Mucho dinero. Y a día de hoy sigue siendo un misterio de dónde procede.

Fuentes de la dirección de Ciudadanos aseguraron a infoLibre que la formación naranja no está “ayudando económicamente” a Valls para poner en marcha su campaña.

Y aunque destacados miembros de Societat Civil Catalana (SCC), la asociación responsable de las movilizaciones sociales contra el independentismo organizadas como respuesta al procés, están entre los impulsores de la candidatura del ex primer ministro francés, su presidente, José Rusiñol, aseguró a este diario que SCC ni ha financiado ni tiene intención de financiar la Operación Valls.Operación Valls. “Ni a Manuel Valls ni a nadie; no estamos para financiar ni a partidos ni a candidatos. Somos transversales y en este tipo de cuestiones ni nos metemos ni nos meteremos”, subrayó. Ni siquiera han dado, dijo, “apoyo logístico ni nada por el estilo. Nosotros utilizamos nuestros medios paa nuestros objetivos”. Y cuando lleguen las elecciones, apostilló, SCC hará “campaña en Barcelona, pero para apoyar a todos los grupos constitucionalistas”, no solo a Valls.

¿Quién paga, entonces, las facturas?

Valls sigue sin dar detalles sobre su candidatura y mucho menos acerca del origen del dinero. Ahora mismo disfruta además de una situación de privilegio, porque las cuentas de sus rivales —los partidos políticos tradicionales— están sujetas a la fiscalización del Tribunal de Cuentas y a las limitaciones establecidas por la Ley de Financiación de los Partidos Políticos y las suyas no. En pocas semanas, en el mes de noviembre, planea hacer una presentación a gran escala de su equipo y de las líneas maestras de su proyecto para Barcelona. Dejará para primavera la composición de su candidatura.

Los medios franceses ironizan con que, en realidad, quien ha pagado hasta ahora la campaña de Valls ha sido la Asamblea Nacional de Francia, que ha seguido abonando un abultado salario a Valls mientras permanecía ausente de la Cámara y preparaba su campaña a la Alcaldía de Barcelona. Pero ese dinero ya no llegará a partir de la semana que viene, cuando el antiguo primer ministro socialista renuncie a todos sus cargos en Francia y oficialice su mudanza a Barcelona. Uno de eso medios, Franceinfo, aseguró esta semana que ya hay empresarios organizándose para pagar la campaña.

Sus rivales en las elecciones municipales del próximo 26 de mayo no aportan pruebas, pero todos apuntan a una coalición del intereses políticos y empresariales detrás de la candidatura de Valls. El líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona y candidato socialista en la misma convocatoria, Jaume Collboni, tachó la plataforma de Valls de “una operación de marketing y un engaño” que intenta esconder el apoyo de Albert Rivera y de “la FAES”, la fundación que preside José María Aznar..on el futuro de la ciudad". La actual alcaldesa, Ada Colau, vinculó el aterrizaje de Valls a “las élites económicas” a las que se ha enfrentado desde su llegada a la Alcaldía.

El candidato de Esquerra y actual conseller de Acció Exterior de la Generalitat, Ernest Maragall, fue más duro. Según él, la candidatura del ex primer ministro francés es “ajena” y “externa” a la ciudad .Viene “conducida desde otros postulados y lugares geográficos” y “parece una campaña llevada desde Madrid”, entendiendo Madrid como sinónimo de “concentración” de poder. “Es el candidato de los ricos, pero no solo de los de Barcelona”, subrayó Maragall.

¿Es así? En las últimas semana numerosos medios han publicado informaciones en las que aseguran la existencia de empresarios contrarios a Colau y al independentismo que ya estarían apoyando económicamente la Operación Valls,Operación Valls pero casi nadie ha citado aún nombres concretos. El primero en confirmar su apoyo ha sido este mismo miércoles Luis Conde, fundador de Seeliger y Conde, la empresa cazatalentos que en 2013 fichó a Esperanza Aguirre. Preguntado por si va a apoyar a Valls en la rueda de prensa de presentación del Salón Náutico de Barcelona, del que es presidente, no dejó lugar a dudas: “Yo desde luego que sí. Así de claro lo digo”.

El diario Naciódigital citaba este miércoles a Félix Revuelta, el propietario de Naturhouse, la primera empresa que decidió trasladarse fuera de Cataluña anticipándose al referéndum del 1 de octubre. Revuelta es, según diversas fuentes, uno de los soportes económicos de Societat Civil Catalana. Este empresario, habría sido uno de los encargados de poner en contacto a Valls con el poder económico y financiero catalán y español. Un papel análogo al que habría jugado Francés de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional en la Autónoma de Barcelona y cofundador de Ciudadanos, en determinados sectores de la alta burguesía catalana. El mismo diario cita también a la heredera del imperio farmacéutico Almirall, Susana Gallardo, a la que la revista Paris Match atribuye una relación sentimental con Valls.

El cerebro que concibió la operación

La identidad del cerebro detrás de la operación, el hombre que —según diversos medios— supuestamente cortejó y convenció al político francés para que intente el asalto a la Alcaldía de Barcelona, remite de nuevo a Societat Civil Catalana. Se trata de Josep Ramón Bosch, una de los fundadores de esta organización y un empresario que milita desde hace años en contra del nacionalismo y del independentismo y al que el soberanismo relaciona con la extrema derecha.

Menos clara resulta la vinculación con Twenty50, un laboratorio de ideas presidido por el exdiputado de Unió Roger Montañola, centrado en generar valor a través del intercambio interdisciplinar, con un enfoque muy vinculado a las ciudades y en el que participan personas de diferentes ideologías, aunque con evidente escasez de representantes del independentismo. Algunas fuentes aseguran que Valls está reclutando al menos una parte de sus colaboradores a partir de miembros activos de este think tank. De Twenty50 forma parte también el exconvergente Xavier Cima, más conocido por ser el marido de la líder catalana de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

Xavier Roig i Associats, la empresa del que fuera mano derecha de Pasqual Maragall, no respondió este miércoles a las preguntas de infoLibre sobre su participación profesional, con consultora de comunicación, en el lanzamiento de la candidatura de Valls, pero en Barcelona todo el mundo da por seguro su compromiso. Como también el del experiodista de El Mundo Albert Montagut en calidad de jefe de prensa del ex primer ministro francés.

Forzado a ocupar un segundo plano —los promotores de la candidatura de Valls y el propio cabeza de cartel quieren atraer recursos y votos más allá del partido naranja, cuya extrema beligerancia provoca rechazo en el unionismo más moderado—, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, subrayó este miércoles la “convergencia ideológica y de valores constitucionales” con el ex primer ministro francés.

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Cs se dispone a dar respaldo a una operación arriesgada que implica renunciar a sus siglas en una batalla tan importante como la que los partidos van a librar por el control del Ayuntamiento de Barcelona. “Podemos volver a ganar los constitucionalistas” y tener “un alcalde que no ponga lazos amarillos como (la alcaldesa, Ada) Colau”, que “tienda la mano transversalmente a todos los catalanes y barceloneses constitucionalistas y que hable bien de España”.

Rivera no pudo concretar de qué manera Ciudadanos participará en la iniciativa, a todas luces controlada de forma personal por Valls, ni si tendrá alguna influencia en la composición de la candidatura. Las “fórmulas jurídicas y políticas” se discutirán en los próximos meses, pero no van a suponer un obstáculo que impida “luchar por la victoria” en los comicios municipales de mayo.Lo que quieren los votantes y militantes de Ciudadanos, argumentó en declaraciones en el Congreso de los Diputados, es “ganar Barcelona” y eso Valls puede conseguirlo.

Por no preocuparle, no le inquieta ni siquiera la cambiante trayectoria de Valls, que en muy poco tiempo fue primer ministro y ministro del Interior con el Partido Socialista, anunció después que el socialismo había muerto —tras perder las primarias del PSF a la Presidencia de Francia— y que intentó, sin éxito, aterrizar en las filas del presidente francés, Emmanuel Macron. “Es una persona progresista y nosotros también, somos un partido progresista liberal”, justificó Rivera.

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