Memoria histórica

Valle de los Caídos: las cinco propuestas de Podemos que van más allá del informe de expertos de Zapatero

Una persona despliega una bandera anticonstitucional en la explanada del Valle de los Caídos

La exhumación de los restos del dictador Francisco Franco de su tumba en el Valle de los Caídos ha tardado más de 40 años en decidirse desde la reinstauración de la democracia, pero una vez se ha abierto el debate sobre el conjunto monumental, algunos grupos quieren ir más allá y abordar una reforma total del valle. Es el caso de las asociaciones memorialistas y también de Podemos, que este viernes presentó una propuesta aún en fase de borrador que toma el testigo del informe que redactó en 2011 el comité de expertos formado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Ambos documentos tienen cosas en común, pero Podemos quiere ir más allá y propone sacar del monumento al fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, así como derribar la gigantesca cruz que preside el mausoleo.

La propuesta hecha pública este viernes por Podemos es la última de las muchas que se han realizado en torno al Valle de los Caídos desde que se anunció, tras el cambio de gobierno, que se exhumarían los huesos del dictador Franco. Las asociaciones memorialistas y los socios del Ejecutivo de Pedro Sánchez han exigido tomar más medidas y, de hecho, el Congreso tramitará en los próximos meses una reforma de la ley de memoria histórica donde la resignificación de Valle o el homenaje a las víctimas del franquismo serán algunos de los temas que se tratarán.

No es la primera vez que se aborda en profundidad el futuro del Valle de los Caídos: en 2011, el Gobierno de Zapatero encargó a un grupo de expertos un informe cuyas conclusiones no llegaron a aplicarse, pero han servido como base para las reivindicaciones de grupos por la memoria histórica en los últimos años. La propuesta presentada por Podemos este viernes recoge varias de las medidas de este informe, pero va más allá en algunos puntos que la formación ya reivindicó hace unas semanas en el Congreso.

  1. ¿Qué hacer con Primo de Rivera?

Uno de los puntos de divergencia fundamentales entre el informe de los expertos de Zapatero y el presentado este viernes por Podemos tiene que ver con el destino de los restos mortales de Primo de Rivera. El fundador de Falange Española está enterrado en un lugar de honor en la basílica del Valle de los Caídos, y ambas propuestas coinciden en que el cadáver no puede mantenerse en su emplazamiento actual en una reforma integral del monumento. El disenso se encuentra en qué hacer con los restos una vez exhumados.

El informe de 2011 señalaba que, "dada la igual dignidad de los restos de todos los allí enterrados", los restos de Primo de Rivera "no deben ocupar un lugar preeminente" en el Valle de los Caídos. Por ello, la recomendación de los expertos era mantener el cadáver del jerarca falangista en el monumento, pero depositado en uno de los columbarios en los que descansan los huesos de otros caídos en la Guerra Civil. "El objetivo de resignificar el conjunto del Valle de los Caídos, despojándole de cualquier connotación ideológica y política y atendiendo únicamente a la dimensión moral de la memoria, solo será posible si los enterramientos se reservan únicamente, como estaba previsto, para los restos de las víctimas y los muertos" de la contienda, argumentaba la comisión.

Por el contrario, Podemos quiere que Primo de Rivera no solo salga de su tumba, sino también del Valle de los Caídos, habida cuenta de que "no es una simple víctima de la Guerra Civil". El partido morado aboga por seguir el mismo procedimiento que se seguirá con Franco: exhumar el cadáver para que "la familia se haga cargo de decidir en qué tumba privada prefieren enterrarlo". "Debe evitarse que el nuevo emplazamiento para los restos de Primo de Rivera se convierta en un lugar de culto fascista", señala asimismo Podemos, que exige que "se implemente un plan de gestión específico para eliminar de raíz cualquier posibilidad de que se cree un nuevo lugar de culto al franquismo".

  2. ¿Hay que derribar la cruz?

Si hay un símbolo que identifica el Valle de los Caídos es su cruz monumental, que corona la basílica y que es visible a kilómetros de distancia. El informe de 2011 no dice nada sobre su futuro, por lo que se entiende que los expertos abogaban por que siguiera formando parte del conjunto monumental. No obstante, el borrador de Podemos es claro: la cruz ha de ser retirada en la reforma del complejo. 

"El espacio", señala la propuesta hecha pública este viernes, debe ser "desprovisto de la simbología fascista". Y eso implica retirar elementos como las águilas de San Juan presentes en la fachada, y también "la unión de la cruz y la espada". "Esta cruz, característica actualmente del Valle, podría demolerse y utilizar su residuo gravoso para crear otro monumento de dignificación y respeto a las víctimas", plantea Podemos.

  3. ¿Cómo se debe contar la historia del complejo?

La conversión del actual monumento del Valle de los Caídos en una construcción dedicada a las víctimas y la memoria de la dictadura es un objetivo común de la propuesta de Podemos y de la de los expertos de 2011. Pero entre ambos documentos hay matices. El informe encargado por el Gobierno de Zapatero señalaba la conveniencia de establecer en Cuelgamuros un "Memorial del Valle" que incluyese una "instalación o actuación artística" con "una posible inscripción de los nombres de todas las víctimas", un "cementerio" y un "espacio destinado a la meditación de carácter cívico", así como un "centro de interpretación" del monumento.

En dicho centro de interpretación debería quedar explicado, señala el informe, "el origen del proyecto" arquitectónico, "en qué contexto sociopolítico se llevó a cabo esta construcción y quienes participaron en la misma", insistiendo "de manera muy especial en la presencia de presos republicanos" entre los trabajadores. Asimismo, este centro "debería contener el registro con la identificación de todos los enterrados, así como de las biografías de las que se disponga", e incluiría también una explicación detallada de "por qué los restos de José Antonio Primo de Rivera y del general Francisco Franco fueron enterrados en un lugar preeminente de la basílica".

Por su parte, Podemos propone abrir "un concurso público internacional" en colaboración con las asociaciones memorialistas y las víctimas del franquismo para recoger propuestas para la "reconversión del Valle en un espacio para la memoria democrática". Este "Parque Memorial", según señala el partido, debe estar "articulado con otros lugares de memoria europeos", y su objetivo debe ser "explicar qué pasó allí y qué fue la dictadura, así como ubicar este lugar en el marco europeo del fascismo y el nazismo, para que sea también una herramienta de concienciación acerca de la gravedad del actual auge del fascismo en Europa".

  4. ¿Qué debe hacerse con los restos de las víctimas enterrados en el Valle?

Quizá este sea el punto en el que mayor coincidencia existe entre los expertos que aconsejaron al Gobierno en 2011 y Podemos. El informe de hace siete años consideraba necesaria la "dignificación" de la sepultura de los enterrados en el monumento, muchos de ellos sin permiso de sus familias y otros tantos sin identificar, y para ello proponía construir columbarios nuevos y tratar de sacar del anonimato a las víctimas. Asimismo, los expertos señalaron que es conveniente acabar "hasta donde sea posible" con el "hacinamiento de los restos", para lo cual "es preciso investigar, conocer e inscribir de la forma más digna posible los nombres y apellidos de todos aquellos de los que se tenga constancia de haber sido allí enterrados".

En lo referente a las reclamaciones de familiares sobre sus difuntos inhumados en el Valle de los Caídos, el informe de 2011 reconocía el "derecho moral" de las familias a que "se satisfaga en la medida de lo posible" la reclamación de los restos. No obstante, el documento alertaba que "el deterioro de las criptas y de los columbarios, unido al volumen de restos enterrados, hace prácticamente imposible, como norma general, la identificación individualizada", por lo que ponía en suspenso la ejecución de estas exhumaciones.

Podemos también reconoce el derecho de las víctimas y sus familias al "reconocimiento" y la "reparación", y propone identificar y separar los restos enterrados en el Valle en tres grupos: los represaliados por la dictadura, trasladados al recinto desde las fosas comunes donde fueron enterrados inicialmente, "los denominados caídos durante la Guerra Civil" y los trabajadores que "murieron en la construcción del Valle de Cuelgamuros durante las jornadas de trabajo forzado".

Para los primeros, el partido morado exige que el Estado se encargue de llevar ante la justicia las exhumaciones de sus restos, para que sean "la Policía y el Instituto de Medicina Legal" los que se encarguen de la "identificación individual de los cadáveres". El segundo y el tercer grupo, por su parte, "deben ser identificados, exhumados y entregados a sus familias", señala Podemos, que plantea también construir "un ceremonial en el Valle de Cuelgamuros" para enterrar aquellos cuerpos que no sean reclamados.

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  5. ¿Y qué pasa con la basílica?

Actualmente, la basílica es gestionada por la abadía benedictina que controla también el resto del complejo, que es propiedad de Patrimonio Nacional. La propuesta de Podemos pasa por quitar a los monjes la gestión del espacio para que pase de manera efectiva a manos del Estado, "incluida la basílica", y el partido morado asume que "para ello se deberían revisar los acuerdos de 1979 entre el Estado español y la Santa Sede, que le otorgaron el control de la basílica a los religiosos". "Esto no conllevaría apartar y eliminar la simbología religiosa que se haya actualmente en el lugar", aunque sí los vestigios franquistas, pero sí implicaría "dar a Patrimonio Nacional un control total sobre el espacio", apunta el documento.

Por el contrario, el informe de los expertos de 2012 era mucho más tibio en lo referente a la basílica, un lugar "inviolable" al estar calificado como un lugar de culto. "Se trata de un lugar sagrado, sometido a la autoridad eclesiástica", por lo que "la actuación en el interior de la basílica debe contar con su autorización", admitía el documento, que sin embargo recomendaba no alterar la construcción. "Toda ella es un universo simbólico que habla por sí mismo", y "la explicación que pueda precisar el visitante" a su respecto "debe serle ofrecida en el centro de interpretación", sostuvieron entonces los expertos.

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